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viernes, 15 de noviembre de 2024

Ecuador está en las urnas

En manos del pueblo está el futuro político del país meridiano...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 19/02/2017
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Elecciones en Ecuador
En manos del pueblo ecuatoriano queda este domingo el futuro político de esa nación.

En manos del pueblo ecuatoriano queda este domingo el futuro político de esa nación que en los últimos diez años tuvo logros encomiables, lejos de las políticas neoliberales precedentes, bajo una gestión de gobierno inclusiva y a favor de los más vulnerables guiada por el presidente Rafael Correa, promotor de la Revolución Ciudadana.

Pero Correa, que confía en la propuesta hecha por el oficialista Alianza País al proponer a Lenín Moreno como su sustituto político, renunció a una nueva postulación mientras la derecha interna, apoyado por los medios de poder imperiales, intenta en los últimos días de la campaña electoral desprestigiarlo públicamente, al igual que hizo con el candidato a vicepresidente Jorge Glas.

Incluso, esta semana la presidenta de la Asamblea Nacional ecuatoriana, Gabriela Rivadeneira, estuvo a punto de perder la vida cuando recibió el miércoles pasado un paquete con disco compacto con un artefacto explosivo de mediano alcance y capacidad letal.

Rivadeneira, que pretende reelegirse como asambleísta por Alianza País este domingo, presidía una reunión del Consejo de Administración Legislativa. El eventual atentado impone un análisis de la situación, según reportó Prensa Latina desde Quito.

CORAZÓN FUERTE, MEMORIA DÉBIL

En una ocasión, el presidente que dio un vuelco estructural al país mediante la instalación de una Asamblea Constituyente y la redacción de una nueva Constitución Nacional afirmó que los pueblos de América Latina poseían un corazón fuerte, pero una débil memoria. Una sentencia que analistas temen se cumpla en estos comicios donde están convocados un poco más de 12 millones de personas.

El Consejo Nacional Electoral precisó que los comicios adelantados ya se celebraron en Ecuador. Las personas privadas de libertad (más de 10 000 mujeres y hombres) y las discapacitadas, o ancianos privados de movilidad, ya votaron el pasado jueves y viernes, pero solo el domingo serán escrutados los resultados.

Antes de la llegada al Palacio de Carondelet del economista autocalificado de antiimperialista —no anti Estados Unidos— en este país los presidentes eran sacados del cargo por las protestas populares en las calles contra sus políticas. Sin embargo, bajo el oficialista Alianza País se logró algo casi impensado: la estabilidad política nacional, lo cual no sería suficiente sino fuera acompañado por una solvente economía de carácter inclusivo y desarrollo sostenible.

En los tres últimos años, es cierto, la economía nacional tuvo un retroceso coyuntural motivado por los bajos precios del petróleo (lo que afectó a las naciones petroleras a nivel mundial), el alza en los productos importables, y la calamidad de un terremoto de grandes dimensiones el pasado año con saldo de unos 800 muertos, miles de heridos y la destrucción de varias localidades en su totalidad.

BALANCE POSITIVO

Puesto sobre una balanza, la gestión de Correa al frente de Alianza País es muy positiva y, según indican las casi siempre tendenciosas encuestas, el binomio Moreno-Glas tenía la delantera en las intenciones de voto (28,5 %) el pasado día 9, último día de publicaciones de estas mediciones.

Sin embargo, la cifra es insuficiente para ganar en una primera vuelta, y ahí se presenta un peligro, pues si hay segunda ronda la tendencia es la unidad de los partidos opositores de derecha para derrocar a Alianza País, lo cual es un escenario posible dada la estrategia imperial de derribar los gobiernos progresistas de América Latina.

Para ganar en el primer enfrentamiento de este domingo, el binomio debe tener un 40 % de los votos válidos y un 10 % más que su rival más cercano, lo que según los números actuales sería imposible para los oficialistas, siempre según las encuestas.

La lucha por la victoria está en las calles, pues ahora dependerá del ciudadano común si mantiene una postura firme junto a la Revolución Ciudadana o prefiere el retorno a una economía neoliberal, olvidando que esta nación creció de manera sostenida cerca de un 5 % de su Producto Interno Bruto (PIB) en la última década, con una política inclusiva de distribución de la renta, lo cual derivó en un clima de bienestar y seguridad social a la población, en especial la más pobre.

En el orden internacional, bajo los mandatos de Correa, Ecuador se situó en primeros planos en la defensa de la integración regional, ocupó importantes cargos —como ahora la presidencia temporal del G-77 en enero pasado y antes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeñas— y alzó la voz de América Latina en los principales foros mundiales.

Además del mandatario y su vice, los votantes ecuatorianos seleccionarán de sus listas a 132 miembros de la Asamblea Nacional y cinco al Parlamento Andino.

También en estos comicios se realizará, como un elemento añadido a comicios generales, una consulta popular referida a los funcionarios públicos que tienen cuentas y empresas en paraísos fiscales donde depositan sus dineros no declarados, en lugar de engrosar las cuentas públicas mediante los gravámenes a las grandes riquezas.

OCHO PAREJAS EN PUGNA

Son ocho los binomios que pugnarán este domingo, pero solo dos parecen —siempre según entrevistas a votantes— los que se acercan a Moreno y Glas. Se trata del banquero Guillermo Lasso, de la alianza derechista Creo-Suma, defensor del libre comercio y por ende del retorno al neoliberalismo, y la abogada del Partido Social Cristiano, Cynthia Vitela, vinculada a la oposición venezolana contraria a la Revolución Bolivariana.

Analistas consideran que estas dos figuras políticas están detrás de los planes de desprestigio —de las últimas semanas— contra los líderes políticos ecuatorianos, en un intento por confundir a la ciudadanía apenas días antes de los comicios.

La guerra sucia contra los revolucionarios postulados, y hasta el presidente, busca revertir la política revolucionaria ecuatoriana y colocar en el Palacio de Carondelet a un representante de la retrógrada ala conservadora.

Expertos esperan que en estos diez años de Revolución el pueblo ecuatoriano haya aprendido la lección de lo que significa, dada su experiencia al respecto, situar a una figura de la derecha al frente del gobierno.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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