A una semana del referéndum sobre el brexit, las dudas sobre la economía europea y la organización del proceso de salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) son las grandes interrogantes. Mientras, el pasado 23 de junio, un 51,9 % de los británicos votó por abandonar al bloque regional —un hecho catalogado de histórico—, ahora sobre la mesa están además las consecuencias, más allá de las ventajas propuestas por los defensores del brexit.
La primera secuela del brexit —combinación de las palabras en inglés Britain (Gran Bretaña) y exit (salida)— fue la renuncia del primer ministro británico David Cameron.
“Los británicos han decidido seguir otro camino y necesitamos un nuevo primer ministro”, aunque “sigo creyendo que el Reino Unido estaría más seguro y sería más fuerte y próspero dentro de la Unión Europea”, señaló el primer ministro.
Cameron agregó que el país necesita “un liderazgo nuevo” y que él no será el “capitán” que llevará al Reino Unido a su nuevo destino.
Actualmente, los líderes europeos y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el de la Eurocámara, Martin Schulz instan a Londres a comunicar lo más pronto posible su decisión de marcharse. A partir de este paso protocolar, se activa el artículo 50 del Tratado de Lisboa y comenzarían las negociaciones de la salida.
En la cumbre informal de los líderes europeos realizada este martes y miércoles se iniciaron los análisis de la futura relación entre Londres y la UE. La canciller federal alemana, Angela Merkel, consideró que el Reino Unido “necesita aclarar sus intenciones” en cuanto al tipo de relación a largo plazo que desea mantener con el Club de los 27.
Por otra parte, afirmó que los 27 jefes de Estado y de Gobierno que formarán la UE —una vez se retire el Reino Unido— no consideran necesario cambiar los tratados, sino trabajar mejor con los instrumentos disponibles para conseguir mejor sus objetivos.
Según el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, Londres no podría aspirar a una relación que le garantice disfrutar de determinadas ventajas del mercado común si no asume sus nuevas obligaciones en condición de exmiembro en el futuro.
Antes del referéndum, analistas discutían el “posible escenario del brexit” con el Reino Unido fuera de la comunidad y sus consecuencias. Un proceso convertido en realidad este 23 de junio, por lo que vale repasar algunas de sus consideraciones.
Según Steve Coulter, del Instituto de Estudios Europeos de London School of Economics, lo sucedido significar manejar el gran impacto del abandono del bloque de la tercera o cuarta potencia. Este país europeo representa el 12 % de la población de la UE, el 15 % de su Producto Interno Bruto (PIB)y una quinta parte de su comercio. A esto se le suma que los británicos aportaban 18 700 millones de euros al presupuesto de la UE, una cifra que ahora se perderá.
La consultora legal PwC, informaba que el brexit podría ocasionar pérdidas por 130 000 millones de euros a la economía británica, lo que representa el 5 % de su PIB en los próximos cuatro años.
Para el Comité de Política Financiera del Banco de Inglaterra, el brexit podría perjudicar las economías de la eurozona, tener efectos secundarios sobre el comercio y toda la economía europea, pero también afectar la libra esterlina (la moneda nacional).
Después de los resultados del brexit, la moneda nacional entró en caída libre alcanzando este lunes su cotización más baja respecto al dólar desde hace 31 años. Si bien se recuperó un poco el martes habrá que ver cuánto durara su volatilidad y el alcance de su caída, indicó Russia Today.
Datos de la agencia de noticias rusa revelan además que, en un principio, los mercados sufrieron enormes pérdidas que han alcanzado los 3 billones de dólares. Aunque el martes los mercados asiáticos abrieron sin pérdidas y algunos europeos incluso repuntaron ligeramente.
Otras señales de alarma del alcance del brexit fue que los precios del petróleo se hundieron el viernes más de un 6 % tras las votaciones.
Semanas antes de realizarse los comicios, investigadores de BBVA Global Markets Research realizaron un estudio en el cual examinaron las ventajas y complicaciones de la permanencia o no del Reino Unido.
El mercado externo más grande de Reino Unido es la UE, un motivo por el cual es conveniente quedarse en el bloque. Precisamente, el mercado común es un instrumento de integración económica que beneficia las relaciones económicas y comerciales entre los Estados miembros. Este contiene cuatro libertades: la unión aduanera (la libre circulación de mercancías al interior); la libre circulación de servicios, capitales y trabajadores.
Según BBVA Global Markets Research, en cuanto a la inversión extranjera directa, Reino Unido se beneficia de pertenecer a un mercado único que permite el libre movimiento de capital dentro de sus fronteras. Una idea apoyada por una investigación de CER revela que en el 1997, el 30 % de la reserva acumulada de inversiones extranjeras directas en Reino Unido procedía de otros Estados miembros de la UE. Para el 2012, el porcentaje era del 50 %.
Sin embargo, ahora Londres tendrá que elegir entre tener acceso al mercado único y continuar respetando sus normas o librarse de estas, pero con menos acceso al mercado común, refirió un artículo de la revista digital Esglobal.
A pesar de los datos anteriores, otras fuentes señalan que el crecimiento del comercio del país con naciones fuera del bloque ha sido mucho mayor que el crecimiento con Bruselas.
Los que apoyaron el brexit mencionaban también las dificultades de las normas europeas para el país desde lo económico o burocrático. Uno de los ejemplos sugeridos era que la UE estaba penalizando a las entidades financieras extranjeras ubicadas en la capital británica con impuestos y múltiples regulaciones difíciles de manejar y costosas. Una situación que afectaba a los flujos de capital de inversión extranjera directa y al sector financiero británico, añadían.
De igual manera, existían argumentos sobre el control de la inmigración así como el empleo del dinero destinado a la UE a sectores como la salud y la agricultura.
Desde otro punto de vista, existen interrogantes sobre el efecto de este referéndum en distintas naciones europeas. El brexit podría despertar el interés de la separación en otros países miembros.
Si bien los jefes de Estado y de Gobierno del bloque regional celebraron rápidamente una cumbre tras los resultados del referéndum, lo cierto es que aún no concluyen los debates. De momento, el 16 de septiembre tendrá lugar una segunda cumbre —sin la presencia de Londres— para seguir abordando los procedimientos relacionados con el brexit y la reconfiguración de la UE.
El proceso de negociación del brexit —de dos años o más— aún no ha comenzado, por tanto, lo único seguro es que vendrán nuevos debates y grandes negociaciones.
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