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miércoles, 30 de octubre de 2024

África soberana, la mejor decisión

El presente político africano enfrenta una versión del mundo, la globalización, que le impone retos para saltar al futuro...

Julio Marcelo Morejón Tartabull en Exclusivo 25/05/2022
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Día de África
La cohesión basada en el respeto de los criterios políticos diversos conduce a la Unión Africana hacia un futuro promisorio de paz y desarrollo socioeconómico sostenible. (Tomada de cuba.cu)

África trata de solucionar un problema que le aqueja desde antes del siglo pasado, la dependencia impuesta por el capital —atenuada con las independencias a partir de los años 60— pero hoy cruelmente reforzada por el neoliberalismo.

El forcejeo por concretar nuevos ideales es sin duda alguna una sublevación de insumisos que no quieren ser devorados por el atraso socioeconómico, cuando la época exige adecuarse a un conjunto de procesos tecnológicos y espirituales para no quedar al margen de la dinámica planetaria.

Cuando se festeja el 25 de mayo, aniversario 59 de la Unión Africana (UA), sucesora de la Organización de la Unidad Africana (OUA), la evaluación se impone y es evidente lo avanzado, pero aún falta camino por desbrozar para llegar al destino que se pretende con la altura ética requerida.

La trayectoria neocolonial —y su expresión el intercambio desigual— es una red con agujeros para respirar, pero sobrevivir es más que eso, se trata, pues, de extenderse sin límites con métodos que esencialmente no cambiaron en cuanto al expolio de las riquezas africanas.

Así, la necesidad de desmontar ese andamiaje de inequidad fue uno de los principales ejes del nacionalismo y el proyecto panafricanista que antes condujo a la unidad, y ahora resulta una demanda irrecusable presente en los foros de diálogo con Occidente.

Si de balance se trata es preciso subrayar que el saldo más decoroso de casi seis décadas de bregar es el logro de una voz común para reclamar la construcción de relación equilibrada con la que las partes ganen en todas las esferas sean económicas, políticas o sociales.

Respecto a lo anterior es ostensible el hecho de enajenación sufrida por el continente respecto a la tenencia y empleo de las vacunas contra la pandemia de la COVID-19, que causó más de un cuarto de millón de muertos muchas veces por falta de tales inmunògenos y eso ilustra el comportamiento asimétrico de beneficios que debe cesar.

Son notorios los desafíos de la UA en los tiempos que corren; el primer reto es la supervivencia en sí, que incluye la protección ciudadana y sus derechos a prevalecer por encima de toda coyuntura, así como el respeto debido a todo lo que le atañe y rechazo a lo que pueda ser violatorio de ese principio.

Lo demás son instrumentos para mantener relaciones fraternales en todas las dimensiones, validar la buena gobernanza para consolidar la gobernabilidad, adoptar una gestión sociopolítica y económica sostenible, así como pasar a etapas superiores de democratización.

Como la novedad es global la respuesta debe ser similar y las potencialidades africanas posibilitan la reacción adecuada, no solo por el instinto de conservación sino también por la experiencia de vida de la Unión, basada en las enseñanzas de los próceres que día a día se actualizan e indican que la mejor decisión es la soberanía.

Se trata pues de fortalecer las esperanzas de cerca de 1400 millones de habitantes y concretar en lo posible sus expectativas de justicia, orden y estabilidad, lo cual puede sintetizarse como derecho a la seguridad en tiempos tormentosos.


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Julio Marcelo Morejón Tartabull

Periodista que apuesta por otra imagen africana


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