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domingo, 24 de noviembre de 2024

Viengsay Valdés: Con la fuerza de una ráfaga (+Fotos)

En cualquier parte que se presente, esta bailarina puede imponerse sobre una audiencia de 2 000 personas con un simple movimiento de pestañas...

Joel Mayor Lorán en Exclusivo 15/08/2012
4 comentarios
Viengsay Valdés2
La primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba, Viengsay Valdés

Un ave atraviesa el paisaje con la fuerza de una ráfaga. Es Viengsay Valdés, según la descripción de Miguel Barnet. Esta muchacha sencilla no elude a quien se acerca e intenta robarle unos minutos, acaso una sonrisa, quizás unas palabras y hasta algo de su magia.

Ahora la escena es la ciudad de Artemisa, que sueña en grande y quiere verla danzar, ya como brisa, ya como tornado. Por lo pronto, la recibe como huésped de lujo, para escuchar sobre el romance de sus zapatillas, a veces con el suelo, otras con el viento.

-Hay bailarines a los que un día ya no les basta con el ballet clásico. ¿Le ocurriría eso a una de las más fascinantes Kitri, a la tan ovacionada Odile?

“No. Yo pienso que el ballet clásico completa una vida, una carrera; sabe llenar toda la dedicación a este arte. Nunca dejaría de sentirme plena.”

-Existe un momento que dura fracciones de segundo, entre el final de la música de un ballet y los aplausos del público, ¿qué sucede entonces?

“Ese instante es emoción, pura satisfacción. El bailarín acaba de culminar una variación, una ejecución, un paso técnico, un virtuosismo, o acaba de terminar con el brazo, con la cabeza, justo en el acento de la música. Es como la realización del artista. Y le sigue el agradecimiento del público, la muestra de cómo sintió y recibió al bailarín, cómo lo vio bailar. Es un momento único, mágico.”

-¿Cómo alguien armado de la técnica para bailar se convierte, además, en artista?

“Es también parte de estudio y de sentir muy adentro la música y el personaje, de tener el sentimiento incorporado. Sentir cada melodía, cada nota musical, cada movimiento, cada rasgo del personaje. Sentir muy adentro la manera de emocionar al público.

“Y uno incorpora cosas de la vida cotidiana, de su propia personalidad, que le hayan sensibilizado profundamente.”

-Entonces, una bailarina vive el amor de Odette, de Giselle…

“Sí, sobre todo una artista de ballet que llega a ser primera bailarina, que haya logrado sentir todas esas emociones. Le engrandece sentir esos amores, pasar por todas las facetas de un personaje: la tristeza, la alegría, la bondad, la ternura, la fuerza y la seducción.”

-Alguien que ha deleitado a públicos tan diversos del planeta, ¿qué cree que ven en el Ballet Nacional de Cuba?

“Muchas cosas. Es una escuela muy fuerte que se caracteriza por la gran técnica y virtuosismo de los bailarines, sus ejecuciones limpias… Los varones realizan saltos elevados, giros lentos y múltiples. Tenemos características propias.

“Nos destaca nuestra forma extrovertida, abierta al público. Igual la musicalidad, el ritmo que llevamos en la sangre; caemos siempre en la nota musical exacta. Tenemos facilidad para expresar nuestros sentimientos, transmitir la emoción al bailar, la interrelación de pareja. Enseguida reconoces a un bailarín cubano, por su manera de bailar: alegre, seductor, con carisma. Y trasciende, no solo por la técnica sino por ir más allá, por llegar al corazón del público y levantarlo en su luneta.”

-¿Qué significa Alicia para Viengsay?

“Entraña muchísimo. Me ha guiado a lo largo de toda mi carrera. Me enseñó a interpretar los grandes clásicos, cómo hilar el personaje en cada uno de los roles, la forma de moverme en escena y relacionarme con el resto del cuerpo de baile, a respetar los estilos de cada uno de los ballets, cuando es romántico, cuando es clásico. Son detalles que siempre he tenido presentes. Y ella me los confió con sus grandes consejos.”

-¿Cuál es su personaje favorito?

“Me identifican con Kitri, en Don Quijote. A pesar de eso, y de ser uno de los que mejor ejecuto y mejor me siento al bailarlo, también me sucede con Odette-Odile, en El Lago de los Cisnes, y con Carmen; son de los roles que me llegan muy adentro, que siento con una pasión muy grande y cada vez que los interpreto es como si fuera un día nuevo.”

-¿Qué sueño le queda por realizar a una bailarina que desde muy joven ha cosechado tanto éxito?

“Mi sueño es continuar trascendiendo a nivel nacional e internacional, seguir llevando alrededor del mundo entero el nombre de Cuba, del Ballet Nacional de Cuba y de la Escuela cubana de ballet. Que no solo consideren que son buenos los chicos, sino que hay muchachas cubanas capaces de conseguir renombre mundial, con su talento y dedicación. Y poner bien alto, en cada festival, gala o evento al que me inviten, el nombre de esta compañía a la cual estoy muy orgullosa de pertenecer.”

Viengsay sonríe y continúa conversando animadamente sobre su vida y momentos en la danza, incluso sobre una eventual nueva visita a la joven provincia Artemisa cuando esta disponga de un teatro con las condiciones

“Con muchísimo gusto les voy a interpretar La muerte del cisne… y algo más”.

La imagino: será el cisne que entra en escena para morir, al que las puntas le tiemblan, la tristeza le vibra, la fluida cabeza se le aquieta sobre un hombro que apenas se eleva, como si no pudiera soportar el peso.

Será el cisne que muere por exceso de belleza. Mostrará la línea que divide la vida de la muerte, en una blanca agonía de resignación pero de lucha, con los postreros aleteos de un ser que ha conocido la libertad absoluta.

Y quizás será la maravillosa Kitri —considerada por expertos como entre las mejores del planeta— que volverá a pelear por su amor con Basilio.

La joven ubicada en el cuarto lugar entre las mujeres y el sexto del listado mundial en la temporada 2010-2011 (según la prestigiosa revista Dance Europa), continuará desatando en uno u otro escenario, ya en Europa o Nueva York, ya en La Habana o Artemisa, la euforia de un público amante de su sensibilidad y talento, de sus fouettés y pirouettes, que tienen la gracia de un ave… y la fuerza de una ráfaga.


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Joel Mayor Lorán

Se han publicado 4 comentarios


David
 26/10/12 13:31

La primera vez que asistí al ballet, fue a ver "El lago de los cisnes", no comprendía mucho sobre este género danzario, pero si recuerdo muy bien que el personaje principal que en aquel entonces era "el cisne", la muchacha que lo inetrpretaba lo hacía tan bien que cada vez que realizaba alguna técnica del ballet me emosionaba muchísimo y más lo hacía cuando el teatro entero (García Lorca) se paraba a aplaudir y gritar "Bravo", para aquel entonces esos dos cisnes -interpretado por viengsay valdes- se me quedaron grabados en la memoria, y desde entonces me interesé más por el ballet y sus bailarines. Hoy en día para mi escuchar hablar de Viengsay o verla bailar, me parece remontarme en el tiempo y ver a la prima ballerina assoluta pero con otros estilos. Viengsay, gracias por formar parte de las filas del Ballet Nacional de Cuba.

Gloriosa.
 20/8/12 22:58

Es increíble la inmodestia de Viengsay en todas sus entrevistas, constantemente se expresa como si fuera la mejor del Mundo !Por favor! ¿Se lo habrá creído de verdad? Un poquito de humildad no le vendría mal.

RAÚL
 19/8/12 3:08

PARA MI ESTA BELLA Y PRECIOSA Y ENCANTADODORA JOVEN HACE CON SU FORMA DE EXPRESARSE EN LA ESCENA DE QUE ALGUIEN LLEGUE A ENAMORARSE DE SU BAILE Y DE SU CREATIVIDAD ARTÍSTICA.

Ahmed
 16/8/12 12:23

Esta joven bella bailarina es patrimonio nacional. Sudando la gota gorda ha llegado y convencido que es una joya también, que no importa el numero que tenga, pero esta joya no es de ningún mineral ó metal precioso sino espiritual de carne y hueso que se recupera de lesiones, problemas personales de la mejor forma bailando. Dios la bendiga como nos bendice a notros a través de su danzar. En mi criterio tiene tremenda proyección escénica estoy seguro que alguien la convencerá y la veremos un día en un protagónico en el cine y de ante mano tendrá el Oscar del corazón de este humilde seguidor. Felicidades y que se tome un descansito que ha trabajado mucho este año.

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