Paisaje itinerante en forma de maceta (+Fotos)

Se trata de la obra Paisaje Itinerante del joven artista de la plástica Rafael Villares, graduado de la Academia de Bellas Artes San Alejandro y quien actualmente cursa el segundo año de Artes Plásticas en el ISA.

La maceta de Rafael, por sus grandes dimensiones, resulta difícil de trasladar. Para ello se han utilizado una grúa y un camión. En un inicio estuvo emplazada en la Fortaleza San Carlos de la Cabaña y para entrar en su interior era necesario subir una escalera sostenida por una grúa.

Hasta este domingo su ubicación es en el malecón habanero frente a las áreas de La Piragua. A partir del 28 de mayo y hasta el 4 de junio estará localizable en la Fuente de la Juventud y finalmente del 4 al 10 de junio tendrá como emplazamiento La Puntilla.

Como explica Guiomar Venegas Delgado, Máster en Historia del Arte en la nota de prensa tenemos “la oportunidad de sentarnos en su banco de parque público. Rafael Villares juega con nosotros para proponernos un paisaje diferente”, que puede ser marino o urbano”.

Ofrece desde diferentes perspectivas miradas al Malecón habanero, el Hotel Nacional, o la Tribuna Antiimperialista. “Cualquier visión resulta válida, con sólo movernos tenemos muchos paisajes y más si seguimos su ruta futura por la capital.”

Rafael Villares quien ha realizado cuatro exposiciones personales y varias colectivas en Cuba y en el extranjero, expresó en declaraciones a Cubahora: “lo que más me ha gustado es ver la sonrisa de las personas cuando se sientan en el banco. Espero que sigan viniendo a ver mi pieza.

“Quería dialogar con los conceptos que nos propone la Bienal a través de las prácticas artísticas y los imaginarios sociales. Por eso la idea de un banco y un árbol con dimensiones reales que le ofrezca sombra a los cansados caminantes”, resumió.

Solo deseamos que Paisaje Itinerante continúe formando parte de esta ciudad cosmopolita tan necesitada de propuestas artísticas que al decir de Rubén del Valle Lantarón, Presidente del Consejo Nacional de las Artes Plásticas borren “las fronteras entre productores, consumidores y la gente de a pie”.

Similar idea sostiene el crítico de arte Manuel López Oliva cuando afirma que la Bienal ha logrado “una ebullición a nivel de barrio, un diálogo entre receptores no especializados, con la crítica y los artistas”, ha posibilitado una experiencia necesaria para romper con el clásico concepto obsoleto del arte solo dentro de las Galerías.

Una muestra de ello es que la maceta de Rafael ha contado con muchísimos visitantes, espectadores activos, que disfrutan de esta obra instalativa hasta altas horas de la noche.