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sábado, 23 de noviembre de 2024

Escribir en cubano… ¿aquí o allá?

Opiniones contrapuestas enfocadas hacia la posibilidad de aunar criterios para evitar exclusiones, en ambas orillas, provocó el panel “Tan cerca y tan lejos. Literatura cubana en el exilio”...

Ada María Oramas Ezquerro en Exclusivo 13/02/2012
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Reynaldo Gonzalez
Reynaldo González expositor del panel.

Como parte de las propuestas teóricas incluidas en la XXI Feria Internacional del Libro Cuba 2012, la sala Rubén Martínez Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, acogió el panel titulado Tan cerca y tan lejos. Literatura cubana en el exilio, en cuyo desarrollo fueron vertidos criterios contrapuestos, enfocados hacia la posibilidad de aunar conceptos, para evitar exclusiones, en ambas orillas.

Este panel estuvo integrado por escritores que han abordado el tema desde diferentes ángulos: Reynaldo González y Leonardo Padura, en calidad de expositores, y Senel Paz como moderador, autores de reconocido prestigio nacional e internacional.

Ellos abordaron este tema de tanta actualidad en la literatura cubana, con opiniones que denotaron dominio del tema y madurez de pensamiento indispensable a la hora de apuntar a motivaciones, causas e implicaciones para autores, editoriales y público lector.

A la riqueza de los planteamientos contribuyó la total libertad para concurrir y participar en esta confrontación, con entrada libre, lo cual permitió un debate encauzado hacia las más importantes aristas de un asunto que requeriría un horizonte más amplio que un panel, aunque este paso posee connotaciones históricas, por haber realizado un desmontaje causa/efecto que abrió perspectivas y transformó conceptos anquilosados por juicios apriorísticos.

ARGUMENTOS CONTUNDENTES DE UNA EXPOSICIÓN

Como telón de fondo, las paredes de la sala Villena fueron exornadas por cubiertas de libros y revistas que constituían sólidos argumentos de la publicación en Cuba de autores que viven fuera de sus fronteras y cuyas obras se han dado a conocer por editoriales de amplio reconocimiento como Unión, Letras Cubanas y Gente Nueva.

Recorrer con la mirada el conjunto expositivo devino un argumento irrefutable contra la campaña que se ha desatado respecto al silencio de las obras de esos autores por las editoriales cubanas, pues no solo las citadas, sino otras, incluso provinciales, también se han hecho eco de las creaciones literarias de intelectuales cubanos que viven en otras partes del mundo.

PARA SER CUBANO HAY QUE SENTIR A CUBA EN EL CORAZÓN

Desde el inicio del encuentro hubo muchas discusiones acerca de las condiciones imprescindibles para considerar a un escritor cubano y también hubo planteamientos acerca de la necesidad de actualizar la información de la actualidad literaria en el mundo, a lo cual se refirió Leonardo Padura, quien ejemplificó su aseveración con autores de alto reconocimiento internacional, como Paul Auster, y añadió que ello representa una gran pérdida cultural para los lectores del país.

Uno de los puntos más debatidos en este contexto se refirió a la definición de cubanía. Muchos aseveraron que para ser cubano hay que vivir, haber nacido en Cuba, en síntesis ser de aquí, mientras otros afirmaron que se puede ser cubano, sentirse cubano viviendo en otro país, incluso a miles de kilómetros de las costas del archipiélago.

Algunos argumentaron que existen numerosos casos de jóvenes autores que viven en el exterior y no dominan bien el español, pues llegaron muy pequeños a otra tierra, y hablan mejor el idioma de allá, pero que el hecho de comunicarse en otro lenguaje ajeno al de la lengua materna no perjudican su condición de cubanos.

A este planteamiento se opuso rotundamente Ambrosio Fornet, Premio Nacional de Literatura 2000 y de Edición 2006, uno de los homenajeados en la Feria, al especificar que tal argumento resulta inconcebible, pues los giros lingüísticos pierden su esencia al traducirlos, y ya la obra no es la misma, mucho más en la poesía, donde las imágenes pierden la musicalidad, el ritmo. Por lo cual para escribir en cubano resulta imprescindible dominar el español.

Reynaldo González, Premio Nacional de Literatura y ganador de varios lauros internacionales, interpuso un aserto que estremeció a los presentes: “Aunque muy pocos lo conocen, Alejo Carpentier nació en Lausana, Suiza, ¿y alguien se atrevería a discutirle a Alejo su condición de cubano en toda la extensión de la palabra?”

“LA PATRIA ES UNA Y EL AMOR A CUBA ES UNO”: REYNALDO GONZÁLEZ

-¿Cómo definirías la diáspora?

-Es para mí una parte de Cuba, que Cuba necesita tener contacto con ella. A mi juicio, no representa una pérdida de ciudadanos. Ha habido circunstancias que han provocado ese fenómeno. Porque la Patria es una, el amor a Cuba es uno. Siempre que exista buena voluntad, yo quiero esa liason que no es dangereuse, sino una liason aimable. Esa es la Patria.

-¿Cómo contemplas la posibilidad del diálogo entre los cubanos que residen en este país y los que residen en otras naciones?

-Si logramos que puedan publicar autores con una buena voluntad y posibilidades de comunicarse, una vez que constaten que su país no les cierra la puerta, va a producirse un relajamiento espiritual, una especie de flexibilidad, y esto va a hacer surgir unos vínculos que yo veo muy prometedores, muy positivos.

-¿Cómo puede materializarse, de una forma inteligente, este dialogo?

-Hablando naturalmente, como yo hablo contigo. No quiero decirte que yo te quiera “tumbar”, que yo te quiera “levantar”. Es interesarte por el interlocutor, de un modo coloquial: “¿Cuántos hijos tienes?” “¿Cómo se llaman?” Y “¿van bien por la escuela?”...”Yo estuve ayer en Praga, ¿y tú?”...”Yo fui ayer a Varadero y me fue bien: nadé muchísimo”. La vida humana, que sobrepase temas fundamentales, de esos que no toca la literatura y que propiciarían la fluidez de ese diálogo.


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Ada María Oramas Ezquerro

De larga trayectoria en el periodismo cultural. Premio de Oro, del Gran Teatro de La Habana y Miembro de la sección de la Asociación de Artistas Escénicas de la UNEAC


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