En Cuba se respira música

Sonia Matzza es actriz y locutora en la emisora suiza Rouge FM; Sara Scognamiglio tiene solo 20 años y se dedica a atender a niños víctimas de violencia y con limitaciones físicas; Rosella Zitiello imparte clases de danza y trabaja como contable en una empresa familiar. De las tres se podría decir que no viven económicamente de la música, pero espitutualmente, sí.

Sonia fue ganadora hace tres años del San Remo Music Awards celebrado en Suiza; Sara debutó como parte de esa franquicia cuando tenía 12 años, mientras que Rosella ha sido ganadora de numerosos festivales de la música italiana celebrados en varios países, su padre dice que ella ha convertido la empresa en la que trabaja de día en una banda musical.

Del talento de esas jóvenes italianas que han sabido conjugar sus profesiones con la creación artística, disfrutamos en Cuba el miércoles, en el Teatro Nacional y a través del canal Clave, durante la gala de apertura del certamen San Remo Music Awards, que por primera vez llegó a Iberoamérica y escogió a nuestro país como sede.

"El calor de Cuba y el frío de Suiza" tienen en el corazón de Sonia, un espacio privilegiado, desde su llegada a la Isla, pues aunque sus raíces son italianas, estas naciones la han acogido con la ternura con que se recibe a una hija.

Lo más importante de su visita a nuestro país -además de la oportunidad de compartir con los artistas cubanos- es precisamente "la lección de vida" que ellos mismos le están dando. Ya que "se dedican de lleno a la música y logran conectar magistralmente con el público". Tienen "ese ángel" que sale a la luz sobre el escenario.

Sara, de Roma, agradece "la fuerza interior" de los intérpretes nacidos en la Mayor de las Antillas. Ella, que anteriormente ha compartido escena con artistas cubanos, como José Luis Cortés y NG la Banda, admira la naturalidad con que esa popular agrupación la acogió a pesar de su juventud. "Ellos me impulsaron a hacer las cosas bien".

Desde hace algunos años Rosella baila salsa cada vez que tiene oportunidad, se ha convertido en una de sus pasiones. La cadencia en la pista, la sinuosidad en los movimientos, el ritmo provocador, que invita, la han seducido como también lo ha hecho Cuba de modo general. Aquí "se siente la pasión, la historia, se respira música y cultura y no solo por parte de los artistas. En Cuba se vive de la música y con ella".

Precisamente, "esa musicalidad del pueblo cubano, que comparte con el italiano", han hecho que la joven se sienta en casa mientras visita a la que considera "la ciudad de la música por excelencia".

Las tres han llegado a nuestro terruño de la mano de Flavio Ferrari, director de operaciones de la marca SRMA, quien por más de 25 años ha puesto sus energías en función de crear lazos culturales entre Cuba e Italia, y que puso como condición que fuese esta nación la primera a donde llegase esta cita musical en Iberoamérica.

En la noche de este sábado 9, el Club 500 devendrá nuevamente espacio de convergencia entre artistas y público foráneo y del patio como parte de esta fiesta de la cultura italiana que es el SRMA. Allí Sonia, Sara y Rosella se presentarán cada una con cuatro temas musicales que servirán de puente para unir aún más a ambos países.

También se darán cita en las actividades de la Avenida Italia, conocida como Galiano, que durante todo el fin de semana será tomada por los artistas participantes en el San Remo.