Una instalación que enseñó masivamente computación a los cubanos

Se de un amigo o mejor, de muchos amigos y hasta familiares que vieron en esos sitios por vez primera una computadora y tuvieron la posibilidad de interactuar con ellas. Y fue allí también donde acudieron masivamente a estudiar las herramientas de la Informática. Ha pasado ya más de un cuarto de siglo, y esas grandes casas azules, que poco a poco se esparcieron por toda la geografía nacional, fueron el inicio de la alfabetización informática de nuestro pueblo, convirtiéndose desde entonces en las computadoras de la familia cubana.

Así los Joven Club de Computación y Electrónica (JCCE) que este septiembre llegan a un nuevo cumpleaños, lo hacen con el fin de que “…la nuestra sea una sociedad informatizada, en la que se le garantice cada vez más a nuestra población el acceso a las nuevas tecnologías de la Información y la Comunicación”, como expresara Fidel en el acto de inauguración de las primeras 300 instalaciones de ese tipo y aniversario 15 de la fundación del Palacio Central de la Computación.

Fue esta la opción más cercana y valedera a la comunidad, a la casa, al barrio, para conocer, comprender, aprender y aprehender los conocimientos que nos han permitido avanzar en el conocimiento de las nuevas tecnologías. Desde entonces, los JCCE estuvieron en el camino pionero de la utilización del software libre, los animadores de foros por la paz o para mostrar nuestras realidades, como los foros Cubava.

Son esos centros, que también han capacitado a millones de personas o han elaborado diversos programas de enseñanza para ayudar en la preparación de maestros de computación, especialmente para la enseñanza primaria; uno de los pilares para la creación, mantenimiento y actualización de nuestra Enciclopedia Virtual Colaborativa (EcuRed) con su versión web, portátil y para móviles, y los mismos que han tenido una activa participación en nuestros procesos electorales.

También los que continúan enseñando, contra viento y marea, en medio de la hostilidad de las administraciones norteamericana que impiden el acceso de los cubanos a la computación e Internet, y el sitio donde en la actualidad se perfeccionan cursos para niños, adolescentes y jóvenes, así como para ancianos, discapacitados, infantes con trastornos de conducta o ex reclusos, pues a pesar que hace ya un año muchas de sus entidades comenzaron el cobro de los servicios, ellos no perderán su esencia social.

Transformando realidades

Corría el mes de septiembre de 1987 y en un encuentro de Fidel con jóvenes cubanos, acuerdan crear los primeros 32 JCCE, con el objetivo de impulsar la enseñanza de esta tecnología. A 28 años de esa excelente iniciativa, estas instalaciones —presentes en los 168 municipios del país con 600 centros—, transforman sus realidades para contribuir al proceso de informatización de nuestra sociedad y avanzar hacia una fase superior, en correspondencia con el nuevo escenario que vive el país.

En tal sentido ya existen en los JCCE, 145 salas de navegación aInternet y para correoselectrónicos, a los cuales se accede utilizando el servicio Nauta de Etecsa, desde su instalación central se administra la plataforma digital de Contenidos Unificados para Búsqueda Avanzada (CUBA) y se han creado otras como la red social La Tendedera y Reflejos, para la creación de blogs personales, las cuales han tenido gran aceptación entre los cibernautas.

Además han creado Mi mochila, un paquete que contiene audiovisuales, libros, películas, muñequitos, videojuegos, cursos y aplicaciones informáticas, que elaboran de conjunto con el Ministerio de Cultura y el Instituto Cubano de Radio y Televisión, entre otras entidades. Además continúan con la Red Cuba, que permite desde casi todas sus instalaciones acceder a las páginas punto cu., y trabajan en la red de microblogging Pitazo, la hipermedia El Visor y el Estanquillo, un sitio para la lectura de revistas y periódicos en versión web.

Igualmente se han unido a la iniciativa de producción de videojuegos, a partir de la creación en 2005 de los Estudios de Videojuegos y Materiales Audiovisuales. Hasta la fecha se han elaborado ocho, entre ellos Gesta final, Comando Pintura, Los Bumbots y Beisbolito, con acceso en todas los JCCE. Otros cinco están en desarrollo. Mediante la interactividad, todos tienen el fin de estimular la curiosidad y motivación por el aprendizaje, y la inteligencia.

Con la política del cobro de los servicios, al poner precio al tiempo de máquina a las personas naturales, que ya se ha extendido a casi todo el país, también con la venta de la Licencia del Segurmática Antivirusy el acceso a sus actualizaciones, se busca garantizar la sostenibilidad económica de esta organización, que desde su creación ha sido subsidiada íntegramente por el Estado cubano.

A esos dos servicios — en dependencia de las condiciones económicas y materiales de cada momento—, se unirán la asesoría e implementación, desarrollo e implementación de aplicaciones, asistencia informática y alquiler de computadoras. El único servicio que se mantiene de forma gratuita es el de los cursos que se ofrezcan para las personas naturales. En el caso de las jurídicas, deben abonar 15 CUP por hora.

Según el cronograma previsto, la organización deberá reordenarse para iniciar el 2016 cobrando todos los servicios. Por ello, durante el resto del año en curso y el venidero coexistirán servicios gratuitos y cobrados. Sin embargo hoy el estado técnico de los equipos y las condiciones de muchas instalaciones no son las más favorables, camino a este propósito.

Como explicaba Raúl Vantroi Navarro Martínez, director general de los JCCE, actualmente siguen trabajando pese a que un 25 por ciento del equipamiento está roto, lo que indica una obsolencia tecnológica de alrededor del 70 por ciento. La organización, que dispone hoy de más de 10 000 medios electrónicos, incluidas las computadoras, presenta actualmente dificultades por roturas en equipos climatizadores y máquinas, debido al calor y la elevada explotación.

En toda la infraestructura tecnológica, material y económica, se debe pensar a la hora de seguir expandiendo sus servicios, pues aunque muchos pudieran pensar que no, estas instalaciones —en las que en Cuba existe una por cada 18 000 habitantes—, ha resistido años de intenso trabajo. También el uso de manos inexpertas, de quienes no saben, los caprichos de la electricidad y también de los ciclones que han afectado a Cuba.

Vale recordar que cuando nacieron los JCCE, ellos eran los únicos que tenían computadoras en el país. Sin embargo, actualmente las escuelas tienen laboratorios de informática, así como muchas entidades estatales tienen ordenadores. También los hay en 439 000 casas de familias, según arrojó el Censo de Población y Viviendas 2012, lo cual posibilita que ya el acceso a las tecnologías no sea exclusivamente desde ellos.

No obstante fueron ellos, quienes fueron un punto, un hito, una arrancada…para interactuar con las nuevas tecnologías de la información, las comunicaciones y la electrónica,y hoy les da mas argumentos y seguridad para emprender su nueva política y unirse a los procesos de informatización que desarrolla Cuba, convencidos de que como Fidel: […] “Llegará el día en que millones de cubanos se comunicarán por Internet con millones de personas en el mundo”.