Con generosidad, la naturaleza supo repartir sus encantos en Sancti Spíritus, provincia de Cuba dotada de singulares elevaciones y exuberante vegetación. Allí, oculta en la densidad de la geografía de Topes de Collantes, crece una planta singular que, aunque no es autóctona, podría contribuir a la tan demandada sustitución de importaciones en el país.
Se trata del ratán, originaria de las selvas asiáticas y de algunas regiones de África ecuatorial y destacada por ser de los materiales naturales más antiguos utilizados para la fabricación de muebles.
Esta especie de palma, muy espinosa, se caracteriza por un tallo perfectamente cilíndrico, de gran solidez y flexibilidad, que permite confeccionar muebles y objetos artesanales muy perdurables y gran variedad de diseños.
El sector turístico, sobre todo de países caribeños, ha sido uno de sus principales consumidores. Y es que los muebles construidos con esta madera, además de duraderos, destacan por su extraordinaria belleza y naturalidad.
CASO CUBA
De los 13 géneros y alrededor de 600 especies que componen el ratán, ninguno está incluido en la flora del continente americano.
Fue en 1993 cuando en Cuba surgió la idea de comenzar los estudios de introducción y evaluación de adaptabilidad de diferentes especies de esta planta, a través del Instituto de Investigaciones Agroforestales y su estación experimental en Topes de Collantes.
Según recuerda el especialista Jorge León Acosta, (en la foto) uno de los investigadores del Instituto implicados en el proyecto, "se introdujeron cuatro especies, dos provenientes de Vietnam, una de Malasia y otra de Indonesia".
—¿Por qué Topes de Collantes?
—Primero que todo, los ratanes son propios de suelos ferralíticos como el de Topes. Son plantas que viven a la sombra de los bosques, que no crecen en lugares abiertos porque demandan mucha humedad para su desarrollo.
"En Topes, por ejemplo, la unidad relativa de humedad en el aire es casi siempre por encima del 85 por ciento y caen alrededor de dos mil milímetros de lluvia cada año.
"No obstante, tenemos la intención de hacer algunas pruebas en zonas de la Sierra Maestra y del macizo Sagua-Baracoa".
—¿Qué resultados han logrado luego de más de una década de investigación?
—Hasta ahora hemos obtenido semillas viables de tres de las cuatros especies, con posibilidad de reproducción en otros escenarios. Es decir, las hemos sembrado y han nacido nuevas plantas. Estos resultados nos convierten en el único banco de germoplasma de ratán de América Latina.
"La especie Daemonorops pierei Becc, por ejemplo, es capaz de fructificar a los seis años de sembrada, de forma similar a como lo hace en su hábitat natural.
"Sin embargo, una de las especies nunca ha echado frutos y no sabemos por qué. Esa no la consideramos adaptada pues, aun cuando ha crecido y se ha desarrollado, no es capaz de reproducirse. Ese tipo de ratán, lamentablemente, es el más importante en el sector comercial debido al grosor de su tallo.
"Las otras tres constituyen una materia prima que actualmente Cuba está importando para la industria de muebles y artesanía. Aunque existen piezas de distintos diámetros, según la especie de que se trate, como promedio una caña de tres metros cuesta cuatro dólares.
"Por tanto, el desarrollo de estos tres tipos de ratán puede significar la supresión total de dichas importaciones. Podríamos también exportar semillas para aquellos países que quieran establecer plantaciones de prueba.
"Representa, además, la obtención de un nuevo producto forestal no maderero, con la consecuente creación de nuevas fuentes de empleo en la montaña. Las abejas van a esas nuevas plantas a buscar la flor para producir miel. También obtenemos de ellas resina, carbón… Es un producto más que podemos lograr del bosque.
—¿Cree que Cuba, además de materias primas y semillas, algún día pueda exportar muebles hechos con esta madera?
— Lo mejor del ratán es que la confección de muebles es muy sencilla. Fundamentalmente se hacen de forma manual, gracias a técnicas de vapor que permiten doblar con facilidad las cañas. En la Isla tenemos al menos una fábrica importante, en la ciudad de Trinidad, que actualmente hace maravillas con los ratanes importados.
"En la medida en que esta industria se desarrolle, podrían exportarse muebles a Barbados, Dominica, o cualquier otro país turístico del Caribe. El primer paso sería que la industria avale que el ratán cubano es bueno. Porque la misma caoba que crece en la Ciénaga de Zapata, por ejemplo, no tiene características idénticas a la que crece en Topes de Collantes o Santiago de Cuba, debido a que las condiciones climatológicas no son exactamente las mismas. De la misma forma, el ratán cubano no es idéntico al vietnamita.
"Las especies estudiadas han logrado adaptarse desde el punto de vista biológico. Ahora la industria debe decirnos si en la conformación de los muebles nuestro ratán es tecnológicamente apto también. Porque a lo mejor a la hora de doblarlo se parte, por no tener elasticidad suficiente.
"En estos momentos tenemos abundantes reservas de semillas como para que la industria haga las pruebas pertinentes con varios prototipos. Lo que no queremos es equivocarnos y convencer de empezar a plantar ratán sin el aval industrial. Ese sería un error imperdonable.
"Una vez que esto suceda, sería factible extender las plantaciones con fines propiamente productivos, teniendo en cuenta que se trata de un recurso totalmente renovable, de rápida reproducción. Es como una areca. Cortas el tallo más maduro y los hijos le nacen enseguida".
—¿Qué falta para hacerlo?
—Como la industria está fuera del sector de la agricultura, las personas no se han enamorado e implicado totalmente con la idea. Ahí es donde se nos ha trabado un poco el proyecto, porque no ha existido la motivación suficiente como para hacer los prototipos necesarios.
—¿Es el ratán una planta resistente? ¿No demandaría muchos recursos a la hora de combatir plagas y enfermedades?
—En las condiciones nuestras no ha tenido ningún problema y en su hábitat natural tampoco es común. Es una planta muy rústica, resistente a las enfermedades, que además crece en un medio muy natural donde las posibles plagas tienen muchos enemigos, como los pájaros.
"Sin dudas, constituye una iniciativa muy prometedora, un proyecto científico y a la vez económico, con grandes perspectivas hacia el futuro, ahora que el país tanto lo necesita".
Jesus M. Iglesias-Gómez
15/1/18 15:02
Hola, en la estación experimental Indio Hatuey estamos interesados en adquirir semillas del ratán Calamus manan. como sería eso posible?. Me podrían poner en contacto con el colega Jorge León?
Un saludo afectuoso
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