Que la ciencia sea aún más determinante en el desarrollo del país es el objetivo de la nueva política para el reordenamiento de las entidades de ciencia, tecnología e innovación, que ha quedado reflejada en varias normas jurídicas publicadas este viernes en la Gaceta Oficial Extraordinaria no.37.
Se trata de un Decreto Ley y tres Resoluciones que vienen a dar respuesta a lo acordado por el Sexto Congreso del Partido cuando en varios de sus lineamientos abogó por elevar el impacto económico, social y ambiental de la ciencia que se hace en Cuba, todo ello en correspondencia con la proyección estratégica de desarrollo de la nación.
Así lo consideró en entrevista con Granma, José Fidel Santana Núñez, viceministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), quien precisó además que estas recientes normativas buscan articular mejor el potencial científico con las entidades dedicadas a la producción de bienes y servicios.
Actualmente en el país existen 232 entidades de ciencia e innovación, concentradas principalmente en el Ministerio de Salud Pública (44), el CITMA (40), el Ministerio de Educación Superior (33), el Ministerio de la Agricultura (19) y BioCubaFarma (20). El 97,5% son financiadas por el presupuesto del Estado, de ellas 70,2% operan de forma totalmente presupuestada; mientras el 27,3% son presupuestadas con tratamiento especial.
En cuanto a los campos de la Ciencia que abarcan, el 29,3% se dedica a las Médicas, el 26,3% a las Naturales, el 15,1% a las Técnicas, el 12,7% a las Agrícolas, el 9,3% a las Sociales y el 7,3% a Humanidades.
Sin embargo, un diagnóstico determinó que el número de estas entidades no se corresponde con los niveles de aplicación de la ciencia y su impacto en el desarrollo de la Isla. Además, los resultados que se generan no siempre se han orientado a resolver los problemas fundamentales del país o no han sido bien considerados por los potenciales beneficiarios. Y, contradictoriamente, las ciencias técnicas y las agropecuarias no han sido las más favorecidas, aun cuando son las que más debieran impactar en nuestro desarrollo.
A ello se suma que el sistema de reconocimiento a la actividad de la ciencia, tecnología e innovación ha sido insuficiente, tanto en el aspecto moral como en el económico.
De ahí que el Decreto Ley no. 323 que esta mañana se da a conocer, con firma del Presidente cubano Raúl Castro Ruz, tenga como objeto establecer las disposiciones para la organización y funcionamiento de las entidades de ciencia, tecnología e innovación, y asegurar una gestión más integral, económicamente sostenible, estable y permanente.
ESENCIAS DEL REORDENAMIENTO
Comentó Santana Núñez que “el reordenamiento de las entidades de ciencia deberá realizarse con racionalidad y sustentabilidad económica; y será conducido de forma gradual por el CITMA, defendiendo siempre el trabajo del científico, del investigador, del personal altamente calificado, así como todos los proyectos priorizados para el desarrollo del país”.
Según el documento jurídico, “la creación, fusión, escisión, traspaso y extinción de las entidades de ciencia, tecnología e innovación se propone por el organismo de la Administración Central del Estado, los órganos locales del Poder Popular, las entidades nacionales u organización superior de dirección empresarial a la que se subordinen, estén adscritos, integren, agrupen o atiendan”. Todo ello previo dictamen del CITMA para su aprobación por la autoridad competente.
El viceministro del CITMA explicó que a partir de ahora dichas entidades se clasificarán como Centro de Investigación, Centro de Servicios Científicos y Tecnológicos y Unidad de Desarrollo e Innovación. En el Decreto Ley se detallan la misión, las formas de financiamiento, así como todos los requisitos que deberán cumplir para pertenecer a una u otra denominación, agregó.
Concretamente en el Capítulo II se especifican los principios generales de las entidades resultantes del proceso de reordenamiento, las cuales deberán responder a las necesidades de desarrollo de la economía y la sociedad; priorizar la ejecución de los encargos estatales; no cumplir funciones estatales; integrarse con personas naturales o jurídicas; reconocer y estimular el potencial humano dedicado a la ciencia, sobre la base de criterios que garanticen su preservación y favorezcan un mayor impacto de los resultados.
Apuntó el entrevistado que actualmente se trabaja en la conformación de los procedimientos que posibiliten a las entidades y el personal que labora en estas actividades participar de los beneficios económicos que genere la aplicación de los resultados de sus investigaciones.
La normativa jurídica recién publicada dispone además que las entidades que tributen sus resultados a la producción de bienes y servicios, pasan a formar parte del sistema empresarial en todos los casos que sea posible. En tanto, se fusionarán las que tributen a objetivos similares. Por otro lado, el Consejo de Ministros, a propuesta de la Ministra del CITMA, aprobará la integración a formas de gestión no empresariales de las entidades que por su naturaleza no cierren ciclo con la producción de bienes y servicios.
Resulta importante señalar que “la actividad de ciencia, tecnología e innovación podrá ser financiada por el sistema bancario y financiero del Estado, a partir del análisis de riesgo y las garantías que procedan, contando con el respaldo financiero del Estado en cualquiera de sus modalidades”.
Precisó Santana Núñez que lo dispuesto en el nuevo Decreto Ley “es de aplicación también para las universidades y sus entidades, teniendo en cuenta su doble función de docencia e investigación”.
A la par del nuevo Decreto, se dieron a conocer tres Resoluciones del CITMA que lo complementan. Una de ellas, la no. 166, actualiza la norma para el funcionamiento del Fondo Financiero de Ciencia e Innovación. Además, la Resolución no. 164 establece el Reglamento para la organización y funcionamiento del Registro Nacional de las Entidades de Ciencia, Tecnología e Innovación, el cual oficializará los procesos de creación, fusión, traspaso, escisión y extinción de las entidades del sector. Y finalmente, el Reglamento para el Consejo Científico de las Entidades de Ciencia, Tecnología e Innovación que se recoge en la Resolución no. 165.
Todo este cuerpo jurídico, concluyó el viceministro del CITMA, “contribuirá a incrementar el aporte de la Ciencia al desarrollo del país, utilizar al máximo el potencial científico desarrollado por la Revolución y alcanzar una gestión más integral y económicamente sostenible”. Que la ciencia impacte definitivamente en el bienestar de los cubanos es el motivo que impulsa las nuevas normas jurídicas que como buenas nuevas aparecen publicadas esta mañana en la Gaceta.
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