Ébola: estrategias para salvar la humanidad (+Infografía)

Como una emergencia sanitaria internacional se ha calificado el virus de ébola que ha surgido actualmente. Ante el riesgo de esa pandemia existe una gran preocupación, pues lo sucedido hasta ahora demuestra que este ha sido el mayor brote de la historia, que se ha expandido ya a Sierra Leona, Liberia y Nigeria, tres regiones de África Occidental, golpeadas por años de pobreza y ahora también por esta enfermedad.

La certeza de que es urgente frenar la epidemia y que en ello ha de contribuir mucho la cooperación y solidaridad entre las naciones se evidenció este miércoles cuando especialistas, directivos y autoridades de la salud de los países que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), se reunieron en La Habana.

Muchas fueran las experiencias y conocimientos que se pusieron a debate para contribuir a enfrentar esa enfermedad con la más absoluta prisa. Se trata de una epidemia que continúa creciendo, como explicó el ministro de Salud Pública de Cuba, Roberto Morales Ojeda, quién señaló que ya se reportan 10 487 casos, con 5 128 defunciones, y una tasa de letalidad del 48,9 por ciento.

Las naciones de mayor transmisión son Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakri, mientras otros países con baja transmisión son la República Democrática del Congo, Estados Unidos, España, Mali, Senegal, Nigeria. Por ello, durante los intercambios se proyectó una mayor movilización de personal de capacitación a las regiones más afectadas.

Tal como dijo el director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) del Gobierno de EE.UU para Centroamérica, Nelson Arboleda, este virus no conoce fronteras y hay una movilidad de población entre el mundo y las áreas afectadas. Fue por ello que aseguró que una rápida identificación de los pacientes y tener el personal capacitado para aislarlos y tratarlos ha demostrado ser una estrategia efectiva.

En ese sentido, destacó la respuesta en EE.UU. con los casos diagnosticados y añadió que “estamos aprendiendo muchísimo todavía en cómo manejar los pacientes y sobre la epidemiologia y evolución de la enfermedad”. Arboleda ratificó que junto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el CDC trabaja en mejorar las capacidades de respuesta de los países de la región y es importante estar dispuestos a ser flexibles en nuestras intervenciones, porque si bien contamos con habilidades restan muchas cosas que aprender.

Nadie debe olvidar como nos alertó el director de los CDC que la transmisión de esta enfermedad encierra un riesgo alto para los profesionales de la salud. “Por ello el enfoque debe ser no solo que tengan el equipo de protección adecuado sino que estén bien capacitados en su uso”.

Fue también la convocatoria del representante de la Organización Panamericana-Mundial de la Salud (OPS/OMS) para América Latina y el Caribe, José Luis Di Fabio, quien manifestó que la cooperación, complementariedad y solidaridad son premisas para el desarrollo de estrategias que nos ayuden a detectar fortalezas y debilidades en el enfrentamiento al virus del ébola y reverenció la necesidad de saber comunicar para actuar en el complejo contexto internacional que vive el planeta.

Mucho se reflexionó en el trabajo en comisiones, las cuales sesionaron en el Palacio de Convenciones de La Habana. La protección del personal médico que trabaja directamente en el enfrentamiento al virus, cómo llevar a cabo la adecuación de las infraestructuras hospitalarias al cuadro clínico que desarrollan los pacientes con ébola, la necesidad de fortalecer las normativas locales de prevención en pueblos vulnerables, y no solo reforzar los puntos de entrada y salida de personas hacia o desde el exterior.

Pero, no solo las naciones infectadas fueron objeto de análisis, también para aquellas que tienen casos sin reportar, pero vulnerables, se definieron estrategias. Entre ellas se refirió que deben poner en práctica, mediante simulacros y ejercicios, su sistema de respuesta y diagnóstico rápido ante epidemias de este tipo.

CUBA, ESTRATEGIAS

La Mayor de las Antillas ha implementado un plan de prevención y enfrentamiento, que tiene como objetivo evitar la introducción y diseminación del ébola, así como consolidar un conjunto de medidas sanitarias y de vigilancia, prevención, atención y bioseguridad, que posibiliten, con la participación de todos los sectores, la detección temprana de los casos y la implementación inmediata de acciones.

Ello se reiteró en la reunión de la ALBA-TCP cuando el doctor José Ángel Portal, vicetitular primero del Ministerio de Salud Pública expuso las principales estrategias de Cuba, las cuales se desarrollan de conjunto con el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, el resto de los Organismos de la Administración Central del Estado y sectores sociales. Además, anunció la constitución de un grupo de trabajo para monitorear y evaluar la situación nacional e internacional durante las 24 horas del día.

Se trata de un grupo dirigido a garantizar la protección de la frontera del país, en los puntos de entrada, para contener la introducción del ébola, mediante un reforzado control en aeropuertos, puertos y marinas, en correspondencia con el Reglamento Sanitario Internacional así como la organización de la atención médica para los diferentes niveles del sistema, desde el estado sospechoso, hasta la conclusión de la vigilancia epidemiológica, recalcó.

Incrementar las capacidades diagnósticas en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) desde el procesamiento de casos sospechosos de fiebres hemorrágicas, el aseguramiento logístico multilateral para el enfrentamiento a la epidemia y la capacitación a los recursos humanos de la salud, directivos y funcionarios en la prevención, diagnóstico y tratamiento del ébola, son algunas de las estrategias de La Mayor de las Antillas.

A ellas se suman la creación del Centro de Entrenamiento en el IPK para la formación en el tratamiento y control de la enfermedad, un programa integral de comunicación social, que oriente oportunamente a la población sobre los elementos básicos en la prevención y las medidas de protección a diplomáticos, colaboradores y otros residentes cubanos que se encuentran en países donde existe riesgo o transmisión de la enfermedad.

Valido es destacar que Cuba, como dijo nuestro Ministro de Salud Pública, mantiene las 32 brigadas médicas en África, con 4 048 trabajadores. Además, envío 256 profesionales de la salud especializados en el enfrentamiento a desastres y grandes epidemias, como parte de la respuesta médica de nuestro país. También se han enviado especialistas cubanos a Nicaragua para trabajar como asesores preparando a los expertos, y otro grupo arribará próximamente a San Vicente y las Granadinas, Jamaica y Guinea Ecuatorial.

Y, como abanderada en la lucha contra el ébola, Cuba recibió a través de Di Fabio, el mensaje de la directora de la OPS, Carissa Ettienne, que agradece la pronta respuesta dada ante esa epidemia: “La OPS felicita la inmediata respuesta de Cuba al enfrentamiento del virus con el envío de más de 200 profesionales de la salud a África Occidental. Los médicos cubanos no solo fueron a ayudar a los hermanos africanos, son también nuestra primera línea de defensa para evitar la entrada del virus en la región”.

También, el director de los CDC reconoció la respuesta de Cuba y valoró de positiva la convocatoria del Gobierno cubano a las naciones de la región para coordinar estrategias de lucha contra ese flagelo, y dijo que el personal médico cubano y el estadounidense en África Occidental tienen la oportunidad de trabajar en conjunto para optimizar la ayuda ante esta situación.

Lo sucedido este miércoles en La Habana y que se extenderá hasta hoy dando cumplimiento a la Declaración final de la Cumbre Extraordinaria del Alba contra el ébola, es un buen paso para afrontar las brechas en la preparación ante la posible entrada del virus, especialmente aquellas naciones que requieran cooperación externa para su solución.

Nadie puede dudar entonces que aquí se fortalecieron los propósitos de compartir información que ayude a mejorar el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, la vigilancia epidemiológica y el control sanitario internacional, así como la concepción de campañas educativas e investigativas más eficaces y la formación y capacitación de personal para encarar los numerosos desafíos que plantea el ébola a los sistemas de salud del área.