Destreza canina contra delitos

Camino por el Centro Nacional de Preparación y Adiestramiento del Ministerio del Interior (CNPA) y no puedo ser indiferente ante Coronel, un labrador color crema que fue el “descubridor” de las víctimas de un derrumbe acontecido recientemente en la ciudad. Salta mi vista ante Rambo, un pastor alemán distinguido que ha participado en más de 20 casos, aportando su “talento” para la resolución y acaricio a Jessy, una de las mejores reproductoras que se tiene allí, quien hace unos meses dio a luz a siete cachorros que seguramente serán tan buenos como su padre en el trabajo criminalístico.

¿Cuántas veces hemos escuchado que el perro es el mejor amigo del hombre? Sabemos que desde épocas antiguas, los canes han acompañado a los humanos y les han regalado muestras contundentes de fidelidad. Son múltiples las habilidades de estos animales y nuestra especie se ha servido de ellos para el trabajo en el campo, en el pastoreo de rebaños de ovejas y reses, en el cuidado de las propiedades o en el rescate en zonas montañosas.

¿Quién pudiera entonces ignorar la presencia de estos animales en el trabajo policial? Es la Técnica Canina una vía auxiliar para investigar los delitos con canes entrenados, en la que tiene relevante importancia el uso de la genética y la biología, para seleccionar a los mejores para la reproducción y para la captura de un malhechor, el descubrimiento de algún objeto o persona y el rescate y salvamento de víctimas de desastres.

En Cuba se inició este tipo de trabajo con los perros en 1961, cuando arribaron a la Isla 22 canes procedentes de Checoslovaquia. Fue creada la Técnica Canina en Santiago de las Vegas, el 24 de enero, a propuesta del Comandante en Jefe Fidel Castro, con el objetivo de que estos ejemplares patrullaran la zona del Escambray en la lucha contra bandidos y apoyaran el enfrentamiento a los primeros intentos de infiltraciones y salidas ilegales. Luego de 53 años de fundado, este órgano del MININT muestra éxitos en su quehacer diario, y dirige sus esfuerzos a elevar su categoría como Referencia Internacional.

Egresan del CNPA hombres y perros que pueden brindar sus servicios en circunstancias

relacionadas con el rastreo, rescate y salvamento, defensa y patrullaje en zonas urbanas y la detección de tabaco y de estupefacientes, y por ello podemos verlos en las estaciones de policía, en las brigadas especiales, en las terminales aeroportuarias, en los puntos de guardafronteras, entre otros espacios de acción de las fuerzas del MININT.

Son diversos los cursos que se imparten en este centro, de los cuales se egresa como instructor, técnico canino y figurante y, además, se brinda capacitación para el cumplimiento de misiones especiales, incluso en el exterior.

Todos los años se realizan las certificaciones operativas de las unidades cinófilas (hombre-perro) y los cursos de reciclaje para perfeccionar la preparación, en la que se utilizan lanchas, aviones, autos y todo aquello que nos permita recrear situaciones similares a las que se pueden enfrentar en el trabajo operativo, explica el capitán Víctor de Jesús Rodríguez, segundo jefe de la institución capitalina.

¿Quién determinó que Coronel trabajara con Augusto, y Rambo con Héctor David? Vale preguntar, porque si perro y hombre conformarán un binomio perfecto, deben ser especialmente escogidos.

Rodríguez apunta que en muchos casos se emplea el método de la selección natural, es decir, se observa entre un grupo de cachorros, cuál de ellos “elige” al hombre. En otras ocasiones, se le asigna el perro a un estudiante en dependencia de los resultados obtenidos en los diferentes tests de personalidad a los que se someten a ambos, con los que se puede saber cuán afines pueden ser uno y otro para el trabajo.

“El entrenamiento comienza luego del período de socialización y dura hasta que el can cumpla ocho o nueve años de edad, momento en el que se jubila del trabajo operativo y puede ser entregado a su técnico o instructor como recompensa al trabajo realizado”.

Es en el Centro Nacional de Cría del MININT y en sus homólogos en Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Camagüey, Holguín y Santa Clara donde se trabaja para la obtención de canes genéticamente aptos desde el punto de vista del carácter para el trabajo operativo y la realización de cruzamientos genéticos adecuados para el reemplazo de las reproductoras, afirma el teniente Abigail Dambay, jefe del centro. En Matanzas se tienen las razas pequeñas idóneas para el trabajo con sustancias y explosivos, las Springer y Cocker Spaniels, y en Camagüey se tienen bastantes ejemplares de la raza Labrador, ideales para el rescate y salvamento.

“Según el estándar de la raza y las cualidades físicas y psíquicas, elegimos los mejores ejemplares para la reproducción. En el caso de los que se necesiten para el trabajo operativo, realizamos diferentes tests de selección para intuir su conducta futura y trabajamos para incitar el temperamento en los más débiles y controlar los impulsos de los más fuertes”.

—¿Qué sucede con el can que, por razones físicas o de aptitud, no puede desempeñarse en el trabajo operativo?

—Cuando existen bajas por aptitud, el can es entregado para que pueda desempeñarse en otras tareas útiles en otras instalaciones del MININT, como puede ser la custodia del lugar. En caso de que presente algún defecto físico, también puede cumplir otras funciones, aunque no se utilizaría como semental o reproductora, para evitar la transmisión de ese “detalle”.

“No desechamos ningún ejemplar y continuamos perfeccionando los entrecruzamientos genéticos con importaciones de países como Venezuela, México y Rusia para que esto suceda cada vez menos, y los resultados son excelentes, por lo que también hemos colaborado en la línea de exportación con algunos países”.

Es la salud de los canes la máxima prioridad, asevera el doctor Armando Collera Sánchez, director de la Clínica Veterinaria Altahabana del MININT, unidad de mayor especialización a la que se adscriben las cinco policlínicas regionales del país.

Análisis coprológicos mensuales, hematológicos con una frecuencia trimestral, bioquímico sanguíneos cada seis meses y la realización de chequeos semanales a las reproductoras son de las acciones más frecuentes que realiza el personal veterinario.

Entre los canes son muy frecuentes las patologías asociadas a los hemoparásitos, por ejemplo, la garrapata, y las de la piel, el oído y en el caso de los adultos, los problemas osteomusculares. En casos necesarios, realizamos cirugías ortopédicas, oftalmológicas, abordajes abdominales y radiografías coxofemorales y de codo, pues un requisito indispensable para el desempeño de los canes es no poseer displasia de cadera, la que además es hereditaria, detalló el doctor.

Afirma Collera Sánchez que disponen de los medicamentos necesarios, y que mantienen sistemáticamente las campañas de inmunización. “Supervisamos el cumplimiento de los

requerimientos nutritivos en cuanto a calidad y cantidad de los canes y desde el punto de vista genético realizamos investigaciones para comprobar la calidad de la reproducción, los entrecruzamientos y valorar la introducción de nuevas líneas de sangre”.

Así, nos sentimos más seguros si caminamos y vemos en una esquina a un policía con su perro, o si en caso de robo o alguna otra situación similar denunciada, acuden los agentes del orden con sus “colaboradores”. Con ellos no puede haber errores, pues su olfato, su destreza, su actuar rápido y obediente garantizará siempre los mejores resultados, aunque depende del hombre en gran medida que así sea.