Desde los inicios de la vida humana, el hombre ha ejercido su acción dominadora sobre la naturaleza, lo que le ha permitido sobrevivir y desarrollarse hasta alcanzar el nivel actual. Mientras su influencia fue pequeña sobre el Medio Ambiente, no provocó daños significativos en el equilibrio natural. Sin embargo, aparejado a esta evolución de la sociedad humana, y como resultado de la explotación indiscriminada a la naturaleza, comenzó el deterioro de elementos vitales.
Tal es el caso de la Capa de Ozono, la cual, al reducir la radiación solar dañina que llega a la Tierra, protege la vida de forma general.
Buscando aunar fuerzas a nivel mundial para eliminar gradualmente las sustancias químicas que agotan a la también llamada “escudo de la vida”, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 16 de septiembre como el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono.
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La fecha escogida tiene una significación preponderante, pues ratifica la firma, en 1987, del Protocolo de Montreal -uno de los acuerdos medioambientales más exitosos-, que tiene como prioridad responsabilizarse con todas las sustancias nocivas relacionadas con los gases refrigerantes, las espumas y aerosoles, que destruyen la Capa de Ozono. De esta forma, no solo garantiza frenar el cambio climático, sino también impulsa la eficiencia energética en el sector de la refrigeración contribuyendo, además, a la seguridad alimentaria.
En este sentido, el primero de enero de 2019 fue puesta en vigor una nueva Enmienda a ese Protocolo, la Enmienda Kigali, que defiende la reducción del consumo de hidrofluorocarbonos (HFC), potentes gases de efecto invernadero, que al ascender y ser destruidos por la radiación solar, liberan cloro, que destruye al ozono atmosférico. Asimismo, este apéndice legal promueve el uso de alternativas con baja capacidad de calentamiento global.
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A ambos supuestos se dedica en este 2021 la celebración del 16 de septiembre, bajo el lema Mantenernos frescos a Nosotros, a Nuestros Alimentos y Vacunas, pues precisamente, las nuevas alternativas que reemplazan a los HFC están enfocadas en el rediseño de los aires acondicionados y la refrigeración usando menos energía, lo cual permite ampliar la eficiencia y la cadena de frío, sin aumentar los impactos climáticos.
Esa combinación de resultados incide de forma positiva en la protección de la Capa de Ozono y en las economías en desarrollo, al mismo tiempo que combate la pérdida de alimentos y vacunas, posibilitando que lleguen a más personas en buen estado de conservación, según datos ofrecidos por el Centro de Gestión de la Información y Desarrollo de la Energía (CUBAENERGIA).
Dentro de los países signatarios del Protocolo de Montreal y de la Enmienda Kigali, se encuentra Cuba, comprometida a reducir paulatinamente los HFC, proteger el medio ambiente y la Capa de Ozono.
Con ese fin, la Oficina Técnica del Ozono (OTOZ), bajo la asesoría del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ha implementado en el país diversos proyectos de inversión, transferencia de tecnología, fortalecimiento institucional, educación y sensibilización, fundamentales a la hora de proteger la Capa de Ozono.
Sobresalen en esa labor ambientalista la presentación del PNUD ante el Comité Ejecutivo del Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal, en nombre de la nación caribeña, del proyecto Plan de Eliminación de los Hidroclorofluorocarburos (HCFC), en Cuba. También el Plan Nacional de Eliminación de los HCFC, centrado en la reconversión del sector productivo a través de soluciones técnicas sostenibles a largo plazo, con un reducido impacto en el cambio climático.
La modernización industrial, la sustitución de sustancias perjudiciales por otras alternativas con casi cero y nulo potencial de calentamiento terrestre, forman parte de esas acciones dirigidas –concienzudamente- a salvar la Capa de Ozono, y con ello, preservar la vida en nuestro planeta. A esos avances se suman 17 entidades comprometidas con la eliminación definitiva del empleo de Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO).
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Por otra parte, en el contexto del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, varias institucionales cubanas reciben un reconocimiento nacional por haber logrado suprimir el uso de las SAO.
Otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), le es conferido a los hoteles: Hotel Las conchas I y El Caney, el Floreale, San Basilio, San Feliz y Enramada, del complejo Hotelero Ciudad.
De igual forma son laureados el Hospital Pediátrico Provincial de Holguín Octavio de la Concepción y de la Pedraja, la Empresa Mecánica del Níquel Comandante Gustavo Machín Hoed de Beche, la Empresa de Servicios Ingenieros Hidráulicos Este (ESIHE) Cauce y la Empresa de Servicios Comandante René Ramos Latour; así como la Empresa de Periódicos UEB Gráfica, la Agencia Gráfica Offset del MINFAR, la Fábrica Palma Soriano de la Empresa Mixta Compacto Caribe S.A y los campismos Yacabo Abajo, Cajobabo, Yunque y Duaba.
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