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lunes, 11 de noviembre de 2024

La estimulación no es asunto del pasado

Una cosa es el cambio natural y otra lo que se debe cambiar para estar a tono con el devenir de la vida...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 06/09/2024
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Estimulación
Todo cambia, todo cambia, pero… (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Al escuchar aquella melodía “Todo cambia” compuesta por el chileno Julio Numhauser, en Suecia en 1982, durante su exilio e interpretada por Mercedes Sosa, trajo a los recuerdos un asunto de la actualidad cubana, aunque no fue el motivo que inspiró aquella canción.

A propósito de la referencia en un anterior post a los autos que obsequiaban y que vendían como estímulo a personas destacadas en su actividad, varios lectores comentaron directamente con el autor, opiniones como la de que debían volver o que es asunto del pasado.

Por obra y gracia de las nuevas tecnologías, uno de ellos nos hizo escuchar la melodía en su celular con datos móviles, y aún más, buscó la letra de la canción y la leyó, pero haciendo observaciones en cada línea.

Hoy escribo por encargo de esos colegas, colaboradores que piden el anonimato y que hasta llegaron a advertirme que si uso algunas de las respuestas que me dan en Facebook y rebelo sus identidades, dejarán de comentar.

Al menos admitieron que diga que se trata de mis vecinos, que en esta ocasión propusieron debatir El Foro semanalmente cuando nos encontremos en la cola de la bodega llamada La Segunda, en el reparto Escambray de Santa Clara.

Dos de ellos estuvieron a favor de la desaparición total de aquellos repartos por estimulo en las secciones sindicales porque lo consideran un motivo de desunión en el colectivo laboral, y además, ya no hay recursos para esos premios.

Los restantes reconocieron que hubo hasta fraudes de personas que se adjudicaron más horas voluntarias de las trabajadas, otros que cumplían una norma y se la “donaban” al tramposo aspirante a obtener alguno de los premios.

Sin embargo, luego de admitir los desaguisados y hasta sorprenderme con una situación desagradable en mi propio ámbito laboral y que ya había olvidado, consideraron que al ser humano hay que estimularlo y no solo castigarlos o hacer silencio ante sus acciones sobresalientes.

Aceptaron la situación de escaseces de todo tipo, y que no ven de inmediato un cambio favorable como para que retorne en pocos meses la abundancia de la década de los 80 del siglo pasado, cuando ocurrió el punto culminante de un incremento de bienes materiales iniciados en la primera mitad de los años 70.

Expusieron que no hay automóviles como los recordados en un anterior post, para reconocer a macheteros y a otros trabajadores que iban a la vanguardia, pero -enfatizaron- sí hay cosas para dar, no hay, pero sí hay muchas cosas.

De lo que se daba antaño, enumeraron una larga lista que empezó por relojes soviéticos despertadores y de bolsillo, pasaron por todos los equipos electrodomésticos que se producían en la INPUD de Santa Clara (cafeteras, ventiladores, ollas de presión, refrigeradores, cocinas Pike, fregaderos…) y concluyeron con los televisores Panda y las bicicletas de las últimas reparticiones por vías sindicales.

No quedaron fuera las vacaciones que incluyeron las mejores playas del país, con las modalidades de una oferta a precios muy módicos de comida y bebida para elaborar por parte de los beneficiados, o donde todo había que pagarlo, pero también con muy poco dinero.

Los que expusieron los cambios que impiden dar estímulos, solicitaron una mención aunque fuera en una corta lista, de lo que puede otorgarse en un contexto de inflación como premio a un trabajador con sus familiares.

Los favorables a restablecer la estimulación material no monetaria, argumentamos que al cambiar de la abundancia a estrechez iniciada 1990, debió también haber una adecuación a las condiciones del momento para no dejar de entregar reconocimientos a los destacados.

Se expuso dar un trato preferente en los centros donde hubiera comedores, destinarles una mesa separada a la cual le llevaran los platos sin que hicieran cola, y con esta filosofía, todo cuanto no implicara absolutamente ningún recurso.

No obstante, en cuanto a los bienes materiales, la lista pudiera ser extensa si en vez de querer que sea homogénea en todo el país, fuera con objetos de la propia entidad, de la comunidad donde vive el trabajador, o de la localidad y provincia, sin desconocer que se pudieran hacer intercambios.

El turno para comprar el pan obligó apresurar el final del debate, cuyo resultado final, por unanimidad, fue lo conveniente de la estimulación material, atemperada a estos tiempos.

 

Todo Cambia

(Mercedes Sosa)

Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo

Cambia el clima con los años
Cambia el pastor su rebaño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño

Cambia el más fino brillante
De mano en mano, su brillo
Cambia el nido el pajarillo
Cambia el sentir un amante

Cambia el rumbo el caminante
Aunque esto le cause daño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño

Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia

Cambia el sol en su carrera
Cuando la noche subsiste
Cambia la planta y se viste
De verde en la primavera

Cambia el pelaje la fiera
Cambia el cabello el anciano
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño

Pero no cambia mi amor
Por más lejos que me encuentre
Ni el recuerdo, ni el dolor
De mi pueblo y de mi gente

Lo que cambió ayer
Tendrá que cambiar mañana
Así como cambio yo
En esta tierra lejana

Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia

Pero no cambia mi amor
Por más lejos que me encuentre
Ni el recuerdo, ni el dolor
De mi pueblo y de mi gente

Lo que cambió ayer
Tendrá que cambiar mañana
Así como cambio yo
En esta tierra lejana

Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia

Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.


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