Cuando había seis provincias, en Las Villas, el 9 de agosto de 1964 circuló el primer número del periódico Vanguardia con un reportaje en lo más destacado de la primera plana sobre la cooperativa pesquera de Casilda, y al graduarme como periodista en 1972 quise darle seguimiento a esa noticia, pero no pude y ahora mismo veo que las causas se mantienen.
Por haber nacido en esa comunidad del sur de Trinidad, en la actual provincia de Sancti Spíritus, tuve interés en ese tema, pero me abstuve de escribir siquiera una simple nota informativa porque otros periodistas hacían observaciones que me desestimularon a escribir sobre los únicos pescadores cubanos de langosta que lo hacen a pulmón.
- Consulte además: De agosto en agosto hasta 52
Aquellos colegas ya no están y no podrán ejercer el derecho de réplica, me atrevo a decir que hoy volverían a decir lo mismo sobre publicar acerca de actividades cuyos resultados son para exportar y no para el consumo nacional, pero tal vez agregarían más argumentos propios de estos momentos.
Daban ideas sobre las reacciones que tendrían los lectores, pero en broma aludían a que por vivir en ese caserío, seguramente yo sí podía degustar las langostas de manera constante y que era la razón por la cual insistía tanto en publicar sobre el tema, lo cual no hice a pesar de que se trataba de trabajadores que eran mis amigos de la infancia.
Una temporada tras otra eran los más destacados del país en la llamada corrida de la langosta, lo cual logran por ser todavía los únicos de Cuba que se sumergen con una careta y patas de rana, a pulmón, conteniendo la respiración para en las profundidades marinas manipular las trampas y extraerlas.
En una fecha olvidada por mi, les hicieron llegar trajes isotérmicos con lo cual al menos lograron resguardarse de las frías aguas donde suelen manifestarse las langostas, y al fin se hicieron nacionalmente más visibles, pues antes la prensa solo les dedicaba una breves líneas incluidas en informaciones sobre la pesca en general.
Hoy, a mediados de la segunda década de este siglo 21, guiarnos por lo que abunda o escasea para hacer reconocimientos públicos a los protagonistas del cumplimiento de algún plan de producción o servicios, está llevando a enrarecer la situación, pues como mismo no podía hablarse de la langosta, tampoco puede mencionarse a los que realizan proezas laborales en el sector eléctrico.
- Consulte además: Así era la emulación
Por este camino no está importando que una termoeléctrica con varios años de funcionamiento por encima de lo estimado por sus fabricantes esté logrando cumplir una cifra de generación que si bien no es la capacidad original de diseño, sí rebasa los cálculos para establecerle una meta según sus actuales condiciones.
Puede ser cualquiera la proporción a favor o en contra de que se haga público el éxito de cumplir con antelación el plan de generación de electricidad del año, pero lo cierto es que todas las opiniones deben atenderse, y hay una verdad irrebatible que es la necesidad del reconocimiento público y ojalá que también pudiera ser material en mayores proporciones para quienes con calidad rebasan los planes.
En cualquier país existe la práctica de premiar, por eso hay que valorar por el camino que vamos de convertir protagonistas en innombrables si alguien rechaza elogiar un centro como la central termoeléctrica Antonio Guiteras de Matanzas por cumplir su plan del año en un contexto de apagones como mismo también había desacuerdos en que hablara de los únicos que pescan langosta a pulmón porque ese plato es raro hallarlo.
Dolorosamente hay muchas carencias, pero afortunadamente en todos los casos de déficits hay innombrables que están dentro de una muchedumbre, como rostros anónimos de personas que trabajan y trabajan bien al igual que colectivos de centros laborales como la Guiteras o aquellos langosteros de Casilda.
En última instancia, si no podemos o no sabemos los modos correctos para nombrarlos una cantidad de veces suficientes, al menos hay que abogar por combinar los reconocimientos materiales e inmateriales a esos hombres y mujeres que en la medida de las posibilidades crean bienes y servicios de manera destacada, aunque no alcancen a satisfacer mayorías.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.