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lunes, 25 de noviembre de 2024

¡Grande, muy grande es el poder del saludo!

Hay personas que inspiran a evitar saludarlas aunque uno quiera...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 05/01/2024
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Los saludos
Existen quienes causan rechazo desde que responden un gesto de acercamiento. (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Hay excepciones, pero a la mayoría nos hacían saludar cuando éramos niños, lo cual es una costumbre universal desde tiempos inmemoriales para mostrar respeto, establecer confianza y ser un gesto inicial de comunicación entre individuos o comunidades.

Las maneras han evolucionado hasta nuestros días, y si usamos la imaginación, podríamos creer que en la antigüedad se levantaba o mostraban las manos de algún modo para saludar, lo cual indicaba que no se portaban armas

Cualquier gesto corporal amistoso, sobre todo a través del rostro, hasta puede evitar expresiones verbales y otros protocolos formales que obedecen a necesidades esenciales de relaciones sociales que comienzan por reconocer la presencia del prójimos.

Los saludos adquiren características de acuerdo con las culturas y situaciones, pues no es lo mismo estar en una fiesta que en un encuentro casual, breve o en un momento en el que se atraviesa por sufrimientos en hospitales o funerarias.

Sin embargo, no debe faltar la amabilidad y el respeto con frases que pueden incluir "hola", "buenos días/tardes/noches", "¿cómo estás?", "¿qué tal?" y por la premura responder hasta con la misma pregunta que se hace, pues lo importante es que armonice con el contexto.

Por supuesto que también el saludo se hace de acuerdo con la relación existente con la persona a la que te diriges, aunque siempre hay que mostrar consideración y cortesía, sobre todo si queremos agradar y no causar rechazo.

En la mayoría de las veces si alguien saluda con "¿cómo estás?", espera una respuesta cortés y generalmente positiva, como "bien, gracias" o algo similar, pero está apareciendo una tendencia extraña que no es para nada un chiste ni siquiera de mal gusto.

Los graciosos que siempre han existido y no desaparecerán, responden "estoy de pie", "estoy caminando" o cualquier otra expresión imaginativa con el propósito de establecer una relación a partir del humor.

Otra cosa muy diferente es acentuar en el rostro los gestos de amargura reforzados con los del cuerpo en  general, y soltar descarnadamente: "estoy vivo que ya es bastante", "¿que cómo ando? ya casi ni ando, pero ahi vamos hasta que se pueda...".

Es natural que se compartan preocupaciones con amigos cercanos o familiares, pero es importante considerar el contexto y la relación con la persona que pregunta, pues al caso concreto que nos estamos refiriendo es el de una persona solvente, pero con un problema que lanzó inmediatamente con la pretensión de que era generalizado.

Al quedar librados de la presencia de la quejosa, quien la saludó con un amable ¿cómo estas? me confió: Oí a su vecina diciendo lo que ella necesita y lo eché en la cartera para dárselo, pero con ese saludo me mató los deseos de resolverle.

En este caso, se trataba de  una situación informal donde dos conocidos se encontraron casualmente en la cola del pan, lo adecuado hubiera sido responder positivamente y si se trataba algún tema adverso, no entrar en detalles personales negativos y mucho menos pretender que era común para todos.

Y tampoco se trataba de una relación íntima y cercana porque aprecié que llevaban varias semanas sin hablarse, y la portadora de la solución confesó conocerla de la calle y no haberse visitado nunca, y aún así advirtió:

"Con las preguntas que me has hecho estoy pensando que vas a escribir sobre esto, pero te pido que no me identifiques porque se me quitaron los deseos de volver a saludarla, pero le voy a mandar la medicina con su vecina y no quiero ni que sepa que se le mandé yo."


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.


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