El mal aliento o halitosis se caracteriza por un desagradable y mal olor bucal. Habitualmente está provocada por bacterias y es muy frecuente presentarlo al despertar por la mañana, después de varias horas de sueño, cuando las estructuras de la boca han estado en reposo con una escasa producción de saliva. Este desagradable olor que emana de la cavidad bucal, en todos los casos provoca un mismo resultado: una incómoda y muy desagradable sensación olfatoria para quienes rodean al afectado y un bochorno para quien lo sufre después de recibir un discreto y tal vez indirecto aviso.
CONSECUENCIAS DEL MAL ALIENTO
Tener un mal aliento pertinaz, un desagradable tufo bucal, puede conllevar a situaciones incómodas, como el alejamiento social, el fin de relaciones románticas, la soledad y hasta llegar a estancar el crecimiento profesional dentro de una empresa.
Y es que convivir con un portador de halitosis resulta muy incómodo y hasta insoportable; y por juzgar vergonzoso señalarle a una persona que sufre mal aliento, la sociedad a menudo discrimina en silencio a estas personas. Y como los que sufren halitosis no sienten su propio aliento, desconcertados, no saben la razón del rechazo. Las personas que tienen consciencia de que sufren de halitosis hablan poco, ponen la mano en la boca cuando hablan, hablan de lejos o hablan con la cabeza baja.
FRECUENCIA DE LA HALITOSIS
Tiene una gran presencia en la población general, afectando a más del 25 % de ella y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 60 % de la población mundial sufre o ha sufrido de halitosis en algún momento de su vida, siendo más frecuente en quienes tienen más de 50 años de edad.
SUS CAUSAS
Pueden ser diversas las causas de un mal aliento. Desde una pobre higiene bucal, hasta enfermedades tan graves como el cáncer de pulmón, pasando por la gastritis crónica o el tabaquismo, aunque la gran mayoría tienen su origen en la propia boca. El tratamiento efectivo de la gastritis crónica alivia o cura este síntoma. Existen otras múltiples causas fisiopatológicas que alteran el aliento, como es por fármacos que provocan la disminución de la producción de saliva y sequedad bucal, lo que es sinónimo de mal aliento; la diabetes descompensada, algunas afecciones hepáticas o renales y el estrés son otros desencadenantes de la halitosis. Los ayunos prolongados activan la gluconeogénesis y producen un olor desagradable en nuestro aliento, pues son facilitadoras de cierto grado de acidosis al igual que las dietas hiperproteicas. También puede haber mal aliento por prótesis dentales mal higienizadas, enfermedades en las encías, sinusitis, infección en la garganta o los pulmones y por la ingestión de alimentos muy condimentados.
MECANISMOS DE PRODUCCIÓN DE LA HALITOSIS
La fetidez en la boca se genera, en la mayoría de quienes la padecen, por descomposición bacteriana de restos de alimentos dejados entre los dientes, de saliva, de células de la mucosa oral o de sangre; en esto casos se producen sustancias volátiles como ácidos grasos simples como los llamados ácido butírico, ácido propiónico, ácido valérico y componentes de sulfurados derivados de las proteínas como la putrescina y la cadaverina.
Debido a esta producción de sustancias, más del 85 al 90 % de las halitosis tienen su origen en la cavidad bucal y es por escasa o ineficiente higiene de esa parte del cuerpo.
PREVENCIÓN DEL MAL ALIENTO
El tratamiento del mal aliento, no resultante de las enfermedades y situaciones anteriormente mencionadas, tiene distintas posibilidades de ser resuelta. De todas maneras, para prevenir o eliminar una halitosis, conocida gracias a la oportuna información de un familiar o amistad cercana, se debe evitar el tabaco, el alcohol, el café y alimentos de intenso sabor u olor como el ajo y la cebolla, que potencian los alientos cargados y mal olorosos.
Se debe ingerir abundante agua, recomendando beber entre uno y dos litros al día para favorecer la producción de una adecuada cantidad de saliva.
El uso de seda dental para eliminar los restos de comida incrustados entre los dientes debe realizarse después de las comidas y antes del cepillado dental.
Cepillarse esmeradamente los dientes debe hacerse como mínimo tres veces al día o después de cada comida principal y, sobre todo, nunca olvidarlo antes de ir a dormir por la noche. Debe efectuarse en todas las caras dentales y también debe incluir el dorso de la lengua, así como realizar gargarismo para limpiar esa zona, recomendándose un cepillo dental suave si sangran las encías. Al cepillar los dientes, no olvidar que también se deben cepillar las encías y reemplazar el cepillo una vez cada mes o mes y medio. Quien no tiene la posibilidad de cepillarse los dientes tras la comida, al menos enjuagarse la boca con agua. Con las prótesis dentales se debe seguir el mismo procedimiento que con los dientes y darles un enjuague aparte del dental, siguiendo los procedimientos habituales con los productos fabricados para su blanqueamiento y desinfección.
Los colutorios bucales, especialmente los que contienen agentes antisépticos, deben realizarse tras el cepillado o entre ellos, pues su eficacia es transitoria y no deberían sustituir al cepillado dental sino complementarlo.
En caso de mal aliento comprobado, se debe acudir a un estomatólogo para que explore la cavidad bucal, todas las piezas dentarias y las encías, pudiendo ser posible que aconseje la llamada tartrectomía para eliminar el sarro y la placa bacteriana, que trate las piezas dentales con caries o extraiga las que ya se encuentran en muy mal estado sin posible reparación.
FACTORES EXTERNOS QUE PUEDEN CAUSAR HALITOSIS
Entre los alimentos capaces de provocar o intensificar el mal aliento se encuentra la cebolla, sobre todo la cruda, pues gracias a sus elementos sulfúricos posee un olor bastante intenso que no se desprende fácilmente; el ajo, que a pesar de todos los beneficios que aporta a nuestro organismo, desprende unos sulfatos contribuyentes al mal aliento, aunque una buena higiene bucal ayuda a subsanar el problema; cuando huele mal el aliento conviene tener cuidado con la cafeína, pues provoca deshidratación y convierte al organismo en un foco propicio para las bacterias, induciendo además la disminución de saliva y provocando halitosis. Por eso se debe beber agua cuando se tome un café para evitar este problema; la proteína lactosa de los lácteos puede acumular aminoácidos y otras bacterias en la cavidad bucal que, de no llevar a cabo una correcta higiene, se convierten en elementos sulfúricos capaces de provocar halitosis; el jugo de piña por su contenido en fructosa, o sea, azúcar, y su acidez favorece la aparición de bacterias en la boca si no hay una correcta higiene bucal; las legumbres cuantas menos especias y cocción complicada se aplique en ellas, mejor. Lo recomendable es prepararlas en platos como las ensaladas, pues los guisos conllevan sabores más fuertes; el brócoli, al igual que la col, es un alimento rico en azufre, culpable del mal aliento. Alguno recordará cómo alguien le ha dicho en la intimidad que su aliento ‘huele a pescado’ varias horas después de haberlo comido, y es que la comida de mar, por naturaleza, cuando se oxida se vuelve amarga y emite un olor fuerte que empeora cuando se almacena en latas metálicas y oscuras, como es el caso del pescado en conserva.
LOS MEJORES REMEDIOS CONTRA EL MAL ALIENTO
Desde el punto de vista alimentario se deben seleccionar aquellos que ayuden a preservar un buen aliento como el té verde, lechugas o berenjenas, pues poseen componentes naturales con cierta capacidad de anular las bacterias de la cavidad bucal. Se pueden probar algunos remedios caseros para ayudar a evitar el mal aliento, como es masticar un trozo de limón con cáscara durante unos minutos después de cada comida o no permaneciendo mucho tiempo sin ingerir algún alimento; entre comidas se puede comer una fruta o una zanahoria.
También se puede preparar una infusión, hirviendo durante diez minutos una cucharada de hierbabuena en una taza de agua, y tomarla después de comer. Con el mismo fin, se pueden poner a hervir varias ramitas de perejil con dos o tres clavos de olor enteros en dos tazas de agua, revolviendo la mezcla mientras se está enfriando, colarla, y emplear el líquido, ya frío, para enjuagar la boca varias veces al día. Además del perejil, hay otras muchas hierbas cuyas propiedades aromáticas las hacen idóneas para evitar la halitosis, como la menta, el eucalipto, el tomillo, la salvia o el romero, con las que se pueden hacer infusiones hirviéndolas durante 15 minutos con una cucharada pequeña de cada una en una taza de agua o mascar directamente algunas hojas.
De vez en cuando se pueden mascar unas ramas de apio, pues refresca la boca y combate el mal aliento.
RECETAS DE JUGOS NATURALES CONTRA EL MAL ALIENTO
Para actuar en el origen del problema, es decir, acabar con las bacterias que producen ese mal olor bucal, lo mejor es consumir alimentos que posean propiedades antimicrobianas. Los antimicrobianos son sustancias naturales y orgánicas que inhiben el crecimiento de los microorganismos, y están presentes en productos de consumo diario como la canela, el comino, el tomillo y la cúrcuma.
El efecto desodorizante de la clorofila ayuda a mitigar el mal aliento, al igual que la menta o la hierbabuena. El perejil, el aguacate, las espinacas o la lechuga son solo algunos de los alimentos que incluyen esta sustancia en su composición.
Los compuestos fenólicos son orgánicos y captan los gases y los transforman en sustancias solubles, disipando así aquellos que producen el mal aliento. Al tratarse de uno de los grandes grupos de micronutrientes presentes en el reino vegetal, es parte importante de la dieta humana y los alimentos que disfrutan de su presencia son también muy abundantes, como las hojas de té y las naranjas, pues poseen taninos y flavonoides, los compuestos fenólicos más generosos.
Jugo de manzana, naranja y espinaca
Ingredientes:
-Media manzana.
-1 naranja.
-1 manojo de hojas de espinacas
Preparación:
-Primero lavar todo y pelar y cortar en trozos la manzana, extraer el jugo de la naranja y picar las hojas de las espinacas.
-Batir todos los ingredientes hasta que se hayan mezclado correctamente.
Se puedes beber este jugo tres veces por semana.
Jugo de remolacha y pepino
Ingredientes:
-Media remolacha.
-1 pepino.
-1 vaso de agua.
Preparación:
-Lavar, pelar y cortar las verduras.
-Colocarlas en la batidora y batir por unos minutos, colar.
Beber este jugo una vez a la semana.
Jugo de zanahoria, espinaca y pepino
Ingredientes:
-250 gramos de zanahoria
-125 gramos de hojas de espinacas
-125 gramos de pepino
Preparación:
-Batir todos los ingredientes y beber medio vaso después de las comidas.
Batido para combatir el mal aliento
Ingredientes:
-250 gramos de zanahoria
-125 gramos de hojas de espinacas
-125 gramos de pepino
-Medio vaso de agua
Preparación:
-Lavar y cortar en pedazos los ingredientes.
-Batir y colar.
Otras comidas para evitar el mal aliento
-Frutas y verduras, principalmente las que tengan un alto contenido de vitamina C, como el brócoli, los pimientos rojos y frutas cítricas, que crean un ambiente hostil para el desarrollo de las bacterias causantes del mal aliento.
-Yogures, sin azúcar. Según un estudio realizado por un grupo de investigadores japoneses, tomar 100 gramos de yogur dos veces al día reduce la producción de compuestos sulfurados. Además, el yogur contiene vitamina D, que ayuda a reducir la cantidad de bacterias.
-Hierbas y especias ricas en clorofila, a las que se les atribuye un efecto desodorizante que ayuda a mitigar el mal aliento. Entre las hierbas más populares están el perejil, la albahaca y el cilantro, y entre las especias los clavos de olor, el anís o el hinojo.
-Otra opción también utilizada popularmente es tomar infusiones que refrescan la boca, como la menta o la hierbabuena, pues la clorofila siempre es algo que ha estado asociado al aliento fresco.
Receta con salvia
Las propiedades antiinflamatorias de la salvia roja pueden ayudar a aliviar las encías inflamadas o sangrantes. Gracias a esto, los enjuagues con su infusión contribuyen a eliminar el mal olor de la boca.
Ingredientes:
-2 cucharadas de salvia (30 g)
-2 tazas de agua (500 ml)
Preparación:
-Verter las cucharadas de salvia en un recipiente con las tazas de agua.
-Luego, ponerlo a hervir, a fuego bajo, durante 5 minutos.
-Finalmente, filtrar el líquido con un colador y dejarlo reposar.
Realizar gárgaras durante 2 minutos, 3 veces al día.
Receta con perejil
Ingredientes:
-2 ramas de perejil
-1 taza de agua (250 ml)
-2 clavos de olor enteros
Preparación:
-Incorporar todos los ingredientes en una olla y dejarlos hervir 5 minutos.
-Luego, colar la bebida.
-Hacer buches con la preparación durante 3 minutos y repetir su uso 2 o 3 veces al día.
Receta con bicarbonato de sodio
Debido a sus propiedades alcalinas, regula el pH de la saliva y disminuye el crecimiento de bacterias. A su vez limpia los dientes y elimina los residuos de comida.
Ingredientes:
-1 cucharada de bicarbonato de sodio (15 g)
-½ taza de agua (125 ml)
Preparación:
-Verter el bicarbonato de sodio en media taza de agua tibia.
-Enjuagar la boca con la preparación al levantarse y antes de acostarse.
Receta de perejil contra el mal aliento
Ingredientes:
-1 ramito de perejil fresco
-1 lima en rodajas
-1 pedazo mediano de jengibre
-500 ml de agua
Preparación:
-Lavar y desinfectar el perejil.
-En una olla pequeña agregar el agua y permitir que hierva, posteriormente agregar un puñado de hojas de perejil fresco, agregar la lima en rodajas y el jengibre.
-Hervir por 3 minutos y apagar la candela dejando en reposo por 10 minutos.
-Colar y consumir después de cada comida.
* Máster en Ciencias y profesor consultante, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende. La Habana, Cuba
Raul
25/10/20 17:28
Nada complejo, un ciclo de metronidazol y adiós mal aliento por años
Pupo
26/10/20 10:42
Raul que tiene eso de científico?
Qué función hace eso, recomendar algo, debe ser usted médico...
Rizo
21/10/20 5:41
Al que le ofrezcan un caramelo o un chicle dismimuladamente, ya puede ir pensando que en la boca tiene un cloaca
Elio
23/10/20 9:56
Rizo, me gustaría verte la cara cuando te hagan ese regalo en la forma en que piensas, no te das cuenta que esas personas sufren, y para millones de ellas que hay en el mundo, no se resuelve con eso, deben vivir toda la vida con eso, y quedarse solos. Porque en muchos casos no es caries ni nada bucal, la ciencia no tiene respuesta para eso y muchas cosas más que nada tiene que ver con ese tema. Nadie puede hablar de dolor hasta que no lo sufre.
Zoraida
19/10/20 10:56
Me encantó el tema, la verdad que no es muy tratado, pero cuantas veces no he sufrido este mal y por verguenza no me animo a ver el especialista ya que nunca tienen respuesta, tengo buena higiene, soy cuidadosa en ese sentido, pero no me explico porque a veces mi aliento desprende un olor a heces, nadie me dice nada pero lo percibo por el comportamiento de mis compañeros, he tratado de hacer varios remedios pero no noto resultados.Esto interfiere en mi vida sentimental y me siento triste porque hago de todo para que este mal se erradique, mejora algunos dia y luego vuelve, en fin, que no se que hacer.
Pupo
19/10/20 12:50
Pienso yo que todo esta muy sencillo pero cuando se trata de pulmones, riñón, hígado, también puede ser vejiga y falta unos de los más importante esófago y los intestinos, así no es tan fácil. Hay millones que lo padecen en el mundo, me he topado ese tema en Internet. Compadezco el que este en esa situación. Los intestinos son muy importante mirese la lengua y es el reflejo de los intestinos.
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