La Biblioteca del Congreso es la entidad cultural más antigua en EE.UU. Joya arquitectónica y reservorio patrimonial.
Constituye la entidad cultural más antigua en Estados Unidos. Se inauguró el 24 de abril de 1800 en Washington D. C. Como su nombre lo indica, sirve como la institución de investigación para el Congreso.
SU PATRIMONIO
Su patrimonio consta de una colección universal de más de 17 millones de libros y 95 millones de mapas, manuscritos, fotografías, películas, grabaciones de audio, grabados y dibujos, todo lo cual suma alrededor de 164 millones de documentos.
¿Qué valor atesora esa cantidad de información? Solo a modo de ejemplo, allí se encuentran:
- La mayor colección de publicaciones ibéricas e iberoamericanas (10 millones de artículos)
- La mayor colección de libros de derecho (2,9 millones de volúmenes)
- La mayor colección de material cartográfico (5,5 millones de mapas)
- La mayor colección de cine, televisión y grabaciones de sonido (6 millones de grabaciones y películas)
- La mayor colección de cómics (5000 títulos y 135.000 tiradas).
- La mayor colección de publicaciones científicas y técnicas (5 millones de artículos).
Por estar, está también el primer libro que se imprimió en América del Norte: el Bay Psalm Book de 1640.
En el 2003 anunció anoche la adquisición de la única copia que queda del primer mapa en el que se nombra a América por ese nombre y en el que aparece como continente separado de Europa y Asia. El documento se convirtió así en el más valioso tesoro de la institución.
En abril de 2010 se conoció que la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos decidió guardar cada uno de los mensajes públicos que lanzaron sus usuarios desde que Jack Dorsey, el fundador, puso el primer Tuit. Pero gestionar un flujo de 50 millones de tuits diarios si era un reto entonces, resulta incomparable con los más de 500 millones actuales. Es por ello que, tras 12 años de documentación completa, la biblioteca nacional estadounidense ha anunciado que a partir del 1 de enero de 2018 solamente guardara tuits de una forma selectiva, como ya hace a la hora de guardar sitios webs en sus colecciones digitales.
EL EDIFICIO
La instalación que ocupa hoy la Biblioteca del Congreso se considera la edificación más grande y costosa del mundo bibliotecario. Hay espacio actualmente para acomodar mil lectores simultáneamente.
El edificio más antiguo, el Thomas Jefferson, uno de los tres complejos que forman la Biblioteca está situado en la Colina del Capitolio
Los planos originales fueron trazados por lós Sres. Smithmeyer y Pelz, pero el edificio realmente fue construido y muchos detalles arquitectónicos detallados por el General Brigadier, Thomas L. Casey, Jefe del Departamento de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos y su ayudante principal el Sr. Bernardo Green. Después de la muerte del General Caseyen 1895, el edificio fue completado bajo la dirección del Sr. Green.
La magnífica serie de decoraciones murales y esculturas de la Biblioteca del Congreso ha contribuido mucho para colocarla entre los edificios públicos más notables de América. Por primera vez, en lo que se refiere a construcción de edificios públicos, el Gobierno ocupó un grupo selecto de pintores y escultores estadounidenses para decorar la Biblioteca Nacional. Se hicieron contratos con cerca de 50 artistas americanos prominentes y su trabajo que se observa en todo el edificio no sólo enriquece su arquitectura, sino que nos proporciona un estudio interesante del arte de ese país.
Sin embargo, el edifico ha sido destruido en dos ocasiones por incendios. El primero fue producido por el bombardeo de los ingleses al Capitolio. Reconstruído por la compra de la biblioteca del ex-presidente Jefferson, cerca de 7,000 volúmenes con un costo de $23,950. Parcialmente destruida por incendio en el Capitolio; 20,000volúmenes fueron salvados y la Biblioteca fue reorganizada con un gasto especial de $75,000.
¿Y quién dirige la Biblioteca del Congreso?
La Administración de la Biblioteca está a cargo del Bibliotecario del Congreso. Es nombrado por el Presidente y sujeto su nombramiento a la aprobación del Senado. Da cuenta directamente al Congreso sometiendo anualmente los presupuestos de dotación para el mantenimiento de la Biblioteca.
La División de Propiedad Literaria está bajo la administración general del Bibliotecario del Congreso y a cargo particular del Director de Propiedad Literaria.
Ser bibliotecario del Congreso es el broche de oro de una destacada carrera cultural y académica. Es este sin dudas, uno de los puestos más selectos del organigrama institucional de Estados Unidos pues mientras se renuevan presidentes y legisladores, el bibliotecario del Congreso permanece. En sus más de 200 años de existencia solo ha tenido 14 responsables. La ley no establece límites de mandato. Los cambios se han efectuado solo por jubilación o fallecimiento, en un símil con los jueces del Supremo.
Los bibliotecarios que más tiempo han ocupado el cargo son Herbert Putnam quien se mantuvo en él 40 años (1899-1939) y John Silva Meehan (1829-1861) durante 32. La función de todos ellos es cumplir con la “misión” oficial de la biblioteca: “Apoyar al Congreso en cumplir sus obligaciones constitucionales e impulsar el progreso del conocimiento y la creatividad en beneficio del pueblo americano”.
Pero no todo es oropel. En el 2015 el entonces director de la biblioteca, James H. Billington, con 86 años y casi 28 en el cargo, presentó su retiro por las polémicas surgidas desde varias agencias gubernamentales alertando de la mala gestión del centro y lenta aplicación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs).
Existe el temor de que el centro quede rezagado y pierda renombre que lo ha caracterizado. Solo una pequeña porción de libros se ha digitalizados y por tanto, afecta a la accesibilidad y preservación a largo plazo del caudal patrimonial que atesora.
Una auditoría determinó en 2013 que millones de recursos permanecían almacenados, algunos desde 1980, fuera del alcance del público. La última investigación gubernamental, difundida en marzo, acusó a la biblioteca de una “debilidad extendida” en la gestión de recursos tecnológicos y de falta de liderazgo.
Más del 80% de los bibliotecarios estadounidenses son mujeres, pero por doscientos años el rol de Bibliotecario del Congreso fue desempeñado exclusivamente por varones blancos. Carla Hayden es la primera mujer, y la primera afroestadounidense, en ocupar ese puesto.
Al juramentar su cargo expresó: “Como descendiente de personas a las que les fue negado el derecho de leer y ahora tener la oportunidad de liderar y servir en una institución que es un símbolo del conocimiento, para mí es un momento histórico”, destacó Hayden, quien fue nominada por Obama en 2014 y ratificada por el Congreso, luego de ser presidenta y directora ejecutiva por muchos años del Sistema de Bibliotecas de Baltimore, Maryland.
EPÍLOGO
La Visión Global de la IFLA para América Latina arrojó en su encuesta los siguientes resultados:
¿En qué destacan las bibliotecas?
- Preservación y conservación del patrimonio cultural y de la memoria
- Fomentar la investigación y la innovación
- Desarrollar y ofrecer servicios inclusivos
- Organizar la información y el conocimiento
- Ofrecer espacios no comerciales y seguros para individuos y comunidades
- Difundir y compartir información y conocimiento
- Proporcionar oportunidades de acceso a la información y al conocimiento
- Proporcionar acceso y apoyo en el uso de tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC)
- Contribuir al desarrollo socioeconómico
- Apoyar el aprendizaje, la alfabetización y la lectura
¿Qué deberían hacer menos las bibliotecas?
- Resistir y temer el cambio
- Tener un enfoque pasivo
- Duplicar
- Ser tímidas y modestas
- Tomar decisiones basadas en suposiciones
- Quejarse
- Trabajar de forma aislada
- Mantener servicios y colecciones obsoletos
- Basarse en las colecciones en lugar de en las necesidades de la comunidad
- Ser inflexibles, burocráticas e implementar demasiadas
Las bibliotecas públicas como celosos guardianes de la cultura de los pueblos a través del tiempo, pero la visión actual convoca a de salir de los templos para involucrarse más con la sociedad. Debe adaptarse a su gente e incorporar las novedades en beneficio de la población.
El futuro de las bibliotecas debe verse en el presente, como facilitadoras del aprendizaje humano a lo largo de la vida, centro de la comunidad y poder sacar el máximo provecho a la tecnología y los medios creativos. Un futuro de bibliotecas sostenibles y de profesionales altamente cualificados. Un futuro en el cual dejar volar nuestra imaginación y ver las utilidades de los avances tecnológicos dentro de las bibliotecas. Un futuro de bibliotecas flexibles y sociales, que cooperan entre sí, con nuevas estrategias de financiación, bibliotecas como el tercer lugar y que se adaptan a la realidad digital y social con estrategias innovadoras. Un futuro que hay que repensar siempre y del cual hay que aprovechar las oportunidades.
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