La célebre serie Los Soprano muestra cómo el gran negocio por el que los mafiosos de New Jersey estaban dispuestos a matar era la recogida de basura en la ciudad. Lo he recordado al ver que la prensa cubana ha destacado la firma de un acuerdo que canaliza un donativo japonés por diez millones de dólares que “ayudará a optimizar la recolección y la disposición final de los residuos sólidos en La Habana”.
Convertir en energía y materias primas recicladas los desechos orgánicos de la capital cubana requiere un capital que el país no posee. A inicios del año pasado se informó que una delegación del Ministerio de Energía y Minas de Cuba visitó las dos principales plantas de reciclaje de desechos sólidos de la ciudad de Viena, en Austria, donde se genera energía eléctrica para esa ciudad, y, según me informaron los compañeros de la Unión de Recuperación de Materias Primas en un intercambio al que me invitaron a partir de mi artículo “Un tesoro en el que nos va la vida” —que aborda este asunto al que me he referido reiteradamente— existe un proyecto de inversión extranjera con ese objetivo pero al parecer, aún no se han concretado esos propósitos y, mientras tanto, la basura junto a los problemas que genera, como el dinosaurio de Monterroso, sigue ahí.
En particular, la situación de La Habana dista mucho de ser satisfactoria en ese aspecto. Además de las carencias materiales, faltan regulaciones que respondan a nuevas realidades y enfrenten de manera definitiva las violaciones de la higiene comunal. Sin embargo, en otras ciudades cubanas, proporcionalmente con menos recursos materiales, la situación es bastante diferente.
Más recursos, en este caso, carros colectores y equipos para los vertederos, sin modificar de forma radical los demás factores aliviarán la situación temporalmente para poco después regresar a la realidad anterior, e incluso empeorarla. Más y mejor equipamiento no es siempre sinónimo de desarrollo, hace pocos años la entrada de ómnibus dotados de audio y video para el transporte público, lejos de significar la elevación de calidad de vida y una oportunidad para mensajes de bien público, convirtió la transportación metropolitana e interprovincial en un espacio de difusión de lo peor en términos culturales y de estímulo a la barbarie. Tampoco son aprovechados adecuadamente en la promoción de salud los televisores instalados en muchos de nuestros hospitales.
¿Cómo invertimos los crecimientos del ingreso por reciclaje de plástico, aluminio y papel y cartón para mejorar la vida de la ciudad? ¿Cómo erradicar de una vez y por todas el “buceo” entre la basura y que ese panorama no se nos convierta en escena cotidiana de nuestra ciudad?
Muy lejos de organizar la entrega segura de los desechos reciclables a las personas que los recolectan por los establecimientos gastronómicos y comerciales que los generan antes de que lleguen a los contenedores de basura, además de suministrarles medios de protección, ropa e instrumentos de trabajo y transporte a un precio en relación con sus ingresos, y conveniar con las organizaciones de la comunidad los lugares para entregarlos, como antes ocurría en las farmacias con los frascos de medicamentos, se ha confiado la organización solo a “la mano invisible del mercado”, lo que no ha tardado en mostrar sus nada agradables consecuencias.
A mediados de 2016 el diario “Granma” publicaba que en el proceso de rendición de cuentas de los delegados del Poder Popular “los debates sobre las indisciplinas sociales, los microvertederos, la contaminación sonora y el maltrato a la propiedad social se mantenían como cuestiones fundamentales en los encuentros”. Al cierre de 2017 la higiene de las ciudades en Cuba también se reconoce como uno de los asuntos de mayor preocupación, tanto para cubanos como para visitantes extranjeros.
Un estremecedor discurso del presidente Raúl Castro tres años antes había denunciado que “se ha abusado de la nobleza de la Revolución, de no acudir al uso de la fuerza de la ley, por justificado que fuera, privilegiando el convencimiento y el trabajo político, lo cual debemos reconocer no siempre ha resultado suficiente”. Pero tales métodos no fueron acompañados de una estrategia efectiva de enfrentamiento y comunicación social capaz de revertir el modo en que una minoría ejerce de manera impune sus preferencias y comportamientos barbáricos en detrimento de la mayoría. ¿Sabe alguien de cuánto es la multa por maltratar un contenedor para los desechos sólidos o arrojar basura en la vía pública? ¿Cuántas se aplican? ¿Y más allá de la multa, no puede sancionarse a tiempo de trabajo comunitario para que de alguna manera se aprendan lecciones? Por otra parte, ¿están creadas las condiciones en la vía y lugares públicos para coadyuvar a la cultura necesaria? ¿Qué se establece y cómo se cumplen las regulaciones para que las personas puedan evacuar materiales de construcción u otros ya inservibles que no tienen cabida en los recolectores? ¿Reconocemos con respeto a los inspectores para estos fines como figura del orden público? Puede que todas estas respuestas estén claras en el Servicio de Comunales, pero ¿cómo comunican y cómo se demuestra socialmente que son efectivas?
Con el surgimiento de nuevos negocios, como cafeterías, hostales y restaurantes, o de las construcciones para edificarlos, cabe la interrogante: ¿se han garantizado contratos diferenciados para la evacuación de desechos sólidos, tal como ocurre con el gas manufacturado, la electricidad y, el alcantarillado?
Teniendo las organizaciones comunitarias y la estructura del Poder Popular disponibles para ello, un proyecto de nuevas regulaciones adecuado a las realidades del presente y que desestimule las violaciones de la higiene colectiva debería ser objeto de debate y propuestas de participación popular, donde todos nos involucremos para, con la fuerza del consenso, lograr un cambio en el panorama social. Una parte de la inversión social del 1 % de las ganancias en las comunidades para su desarrollo próspero y sostenible podría destinarse para tales fines.
Cada recurso que invierte el país en un proyecto de beneficio social implica también modificaciones en la gestión y organización de una actividad para convertirlos en oportunidades para el desarrollo humano integral, porque los japoneses nos podrán donar el equipamiento, y otros extranjeros podrán aportar el capital para las plantas de reciclaje, pero la organización y la disciplina solo las podemos poner los cubanos.
senelio ceballos
8/3/18 8:35
Para el equipo de cubahora.cu!!!...Bravo!! muy buen articulo....Articulos como este, que tocan aspectos internos [juridico-economicos] deben cada dia aparecer en estos espacios de la web.......Si algun dia tienen uds la oportunidad de charlar [sin corbatas ]...Con lo turistas que regresan desde Cuba...veran en sus observaciones, muchas cosas buenas de nuestra islita amada, en su ojos y frases.... PERO...pasados unos minutos de charlas...observaran, tambien a muy pesar nuestro..FRASES MUY NEGATVAS..sobre todo de los servicios adauneros en aeopuertos y puertos...Sobre la basura por donde quiera, chicas vendiendose en cualquier lugar etc.... Cada pais tiene cosas buenas y malas..ASI es el mudo que nos ha tocado vivir....PERO..no creo que para resolver este ...PROBLEMA de la basura debemos esperar como dicen...HASTA EL 2030!!!!!!!!!!!....La ciudad de Barcelona resolvio ese problema en pocos annos!!..Uno de los paises mas limpios de europa es Austria y sus sistemas de recogida de basura trabajan ideal.....Cientos de cubanos viven y trabajan Viena i.....Nos pueden dar notas y experiencias desde alli..INTERSANTES........POR MI PARTE....Les dire que en Barcelona, donde conozc muy bien el sistema....El sistema--casa-selecciones de basura-tanques-transporte -fabrica de quema- obtencion de ENERGIA...funciona como un reloj !!!!!.....Existen mas de 6-8 tanques en cada punto de recogida ...LIMPIOS, PINTADOS, ORGANIZADOS...para cada material...Cartones y papel...botellas plasticas....vidrios y botellas de vidrio etc... hasta caca de perros y gatos!! jajajaja
Nelson
22/2/18 13:30
La recogida de basura es un gran negocio con muchas empresas y corporaciones interesadas en ello. Si el estado cubano no puede con la recogida de basuara en la Habana porque no lo pone dentro de la cartera de negocios para futuras inversiones. Y veran que rapido aprarece el dinero. Recuerden los Sopranos....
cubana
22/2/18 12:03
No los japoneses no pueden organizar la falta de disciplina que hay en nuestras calles.
Noel Montes de Oca
21/2/18 22:38
El fenómeno es complejo y forma parte de la pérdida de valores en la que se ha visto envuelta la sociedad cubana a partir del periodo especial. Han dejado de funcionar las instituciones correctamente. Todos nos quejamos de los malos servicios y de la indisciplina social y a la vez todos somos parte de esas aristas. Casi todo funciona mal y en casi todo estamos casi todos nosotros, el Pueblo. El que se queja porque alguien bota basura en la calle, a lo mejor derrocha agua, el que se queja del derrochador de agua, quizás pone la música alta y así sucesivamente. Los salarios no alcanzan y es verdad que hay que producir primero y con eficiencia para crear la riqueza que va a permitir que el salario crezca, pero sucede que los productores tienen que emplear parte del tiempo de trabajo en buscar lo que el salario no les pone en la mesa. Los presupuestos de los gobiernos como el del país, no alcanza para cubrir todas las necesidades, entonces hay que dar prioridades. El tema de la basura es una de esas prioridades. Hay que ver los microvertederos que hay por ahí, caldo de cultivo para la proliferación de roedores y enfermededades asociadas. Nos podemos estar quejando toda la vida, como hacemos continuamente, pero necesitamos respuestas concretas. Hay que comprometer a la población, es una obligación de todos cuidar por el bienestar de todos. Cada pedacito de este país, cada techo, cada herramienta, cada útil de trabajo, tiene que tener un responsable. Nada se puede quedar a la deriva. Tendremos que comprar los contenedores nuevos y que los vecinos, los Cederistas, se responsabilizen por los mismos y los cuiden en sus guardias nocturnas. (Alguien dirá que ya no se hacen guardias, pues que se hagan). Si Comunales no tiene carro para recoger la basura que lo hagan los carretoneros, supervizados, controlados. Si no les alcanza el presupuesto para pagar a los carretoneros, que se cobre un precio módico por familias para contribuir al salario de los carretoneros. Que el Poder Popular les quite una parte del presupuesto a alguna partida que sea menos importante que la recogida de basura para que también contribuya. (hablando del Poder Popular, sería tan dificil publicar en el semanario provincial un desagrego del uso del presupuesto para que la población sepa en que se gastó?) A los inspectores, que se les estimule, salarial (quizás puedan cobrar en efectivo un porciento de las multas que apliquen,eso se puede estudiar) y moralmente por su buen trabajo y que se publique y se realce la figura del mismo en la prensa, en la radio, en la televisión y que estos mismos medios se utilicen para desacreditar con nombre y apellidos a los infractores sean quienen seas, incluidos los propios inspectores cuando se demuestre que se han dejado sobornar. Un bochorno público a veces es más efectivo que una multa, aunque los dos hacen falta. Estimados lectores contribuyamos con propuestas de como mejorar nuestro país ante cada problema que tengamos. Cubahora, gracias por publicarme
olegario
21/2/18 13:08
Mientras haya impunidad, permisibilidad y tolerancia no resolveremos ni trayendo a los japoneses junto con los camiones. En nuestro país lo que hace rato está faltanto es respeto por las leyes, pero por los mismos que deben hacerlas cumlplir, de ahí el precedente que se crea, la basura es lo que hace bulla, pero el transito, los mercados, los horarios de cierre y apertura de establecimientos y servicios públicos, la impunidad reinante en los edificios multifamiliares, el irrepeto por cualquier tipo de propiedad privada.En fin creo sinceramente que para restablecer la disciplina y la decencia en nuestro país hay que hacer otra revolución.
IGlez
21/2/18 12:28
La ideosincracia de un japones y la de un cubano difieren sustantivamente, esto ha sido, es y sera como el titulo de la pelicula de Titon -Tomas Gutierrez Alea- "UNA PELEA CUBANA CONTRA LOS DEMONIOS", hecha ya hace muchos años, y en el caso q nos compete los DEMONIOS estan ganado la batalla, porq les hemos dejado el campo para q ellos hagan lo q quieren.
En la medida q nuestra sociedad (los CDR, la DC, la ANPP, la FMC, la ANAP, el PCC, la UJC, los organismos de administracion central del estado (OACE), el MINFAR, el MININT, las multiples organizaciones no gubernamentales del pais q tienen diversas sociedades cientifico tecnicas, el Consejo Nacional de Iglesias, y los trabajadores por cuentas propia y todas sus entidades asociadas), se preocupen real y objetivamente en hacer un trabajo de educacion ambiental con las jovenes y menos jovenes generaciones con todos los recursos disponibles a su alcance, se podra ir desarrollando una CONCIENCIA AMBIENTAL de la importancia de cuidar nuestro entorno para las presentes y futuras generaciones, no solo en las inmediaciones de nuestros tanques de basura, vertederos legales e ilegales de desechos, en donde el papel de las autoridades -entiendase: PNR, cuerpos de inspeccion estatal, etc.- es vital, para ganar en poder de persuacion, y dar facilidades para q los ciudadanos tengan las vias y los medios para facilitar no convertir nuestra ciudad en un vertedero de desechos publicos de todo tipo, y apoyado con una politica de multas, penalidades, impositivos, para q los realizadores de estas agresiones al medio ambiente no las ejecutren, NO se podran lograr avances en estos propositos.
Tambien es necesario divulgar los resultados logrados, y como se palpan en materia economica, de salud, etc.; porq srs., si yo no veo una mejora, para q me voy a preocupar, mejor seguimos como estamos, eso es lo q hasta ahora ha sucedido y tenemos q cambiar definitivamente esta apreciacion facilista, por la otra q se ha mencionado, ahi es donde esta la clave del EXITO.
En lo personal yo no aspiro a ser igual q un japones desde el punto de vista mi comportamiento, pero SI hay q ganar en organizacion, disciplina, y lo mas importante q aun aqui no se dice, en SISTEMATICIDAD de estos propositos, sino aunque nos gastemos los millones q nos done Bil Gates, o los cuentos de Aladino y la Lampara maravillosa, nunca podremos lograrlos.
Equipo Cubahora
21/2/18 10:23
Buenas interrogantes, Enrique. Y ojalá que los que deben atender estos temas no solo estén al tanto de Cubadebate, la Mesa Redonda o Granma. Y también comiencen a dialogar, a rendir cuentas a la población por esta vía. Por nuestra parte, a partir de sus comentarios, volvemos sobre el tema, profundizando en el asunto. Gracias por comentar en Cubahora.
ENRIQUE
21/2/18 8:18
DE ACUERDO CON EL ARTICULO, PERO ES LLOVER SOBRE LO MOJADO. HAY QUIENES VIOLAN LO REGULADO Y HAY QUEINES DEBEN HACER CUMPLIR LO REGULADO, PERO CASI NUNCA ESTO ULTIMO SUCEDE Y CUANDO SUCEDE NADIE SE ENTERA.
LA BASURA ES SOLO UN EJEMPLO; ESTA EL VENDER PRODUCTO ALIMENTICIOS SIN LA DEBIDA HIGIENE, CRUZAR LA CALLE INDEBIDAMENTE Y LA MUSICA ALTA PARA O EL ESCANDALO PUBLICO SOLO CITAR CUATRO EJEMPLOS, PERO PARECE QUE LOS QUE TIENEN QUE PONER MULTAS ESTAN DE VACACIONES O QUE TIENEN MIEDO A CUMPIR CON SU TRABAJO (POR EL QUE RECIBEN UN SALARIO). PERO, SUPONGAMOS QUE ESTO ES RESPONSABILIDAD DE FUCNIONARIOS DEL NIVEL MUNICIPAL Y ENTONCES HABRÍA QIE PREGUNTAR ¿QUE HACEN LOS FUNCIONARIOS DEL NIVEL PROVINCIAL QUE NO SUPÈRVISAN Y CONTROLAN?
MIENTRAS SE MANTENGA LA INDISCIPLINA SOCIAL Y LA FALTA DE CONTROL, SERA MUY DIFICIL AVANZAR HACIA EL DESARROLLO PROYECTADO EN LOS LINEAMIENTOS HASTA EL 2030.
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