El sistema educativo cubano desempeña un papel fundamental en la prevención del consumo de drogas entre los jóvenes, integrando estrategias formativas. Desde edades tempranas se promueve una educación basada en la conciencia social, la salud colectiva y el desarrollo integral de los estudiantes.
Hace muchos años las escuelas incluyen entre las estrategias de prevención espacios para abordar temas relacionados con los riesgos del consumo de drogas, explicando los efectos nocivos de las sustancias adictivas en la salud física y mental. Las sociedades científicas y círculos de interés son los ejemplos más conocidos para desarrollar los intercambios.
Asimismo, se fomenta el debate en clases, con un enfoque científico y crítico, para que los estudiantes comprendan las consecuencias individuales y sociales del narcotráfico y la drogadicción. En ello desempeñan un rol fundamental la Federación Estudiantil de la Enseñanza Media (FEEM) y la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), organizaciones que además de desarrollar campañas, charlas y talleres con especialistas en salud mental y adicciones, a través de sus actividades habituales del ámbito cultural y deportivo pueden fomentar la recreación sana en los jóvenes.
En el enfrentamiento al consumo de dorgas ilícitas también la familia y la comunidad deben realizar aportes. En este sentido, las instituciones educativas mantienen una estrecha vinculación con las familias a través de las Reuniones de Padres y los Consejos de Escuela, donde se abordan temas preventivos. Una práctica recurrente en los últimos tiempos son los barriodebates, donde los habitantes de una determinada comunidad reciben información de médicos, enfermeras, y personal especializado.
Cuba mantiene una política de tolerancia cero al tráfico y la distribución de estupefacientes. En las escuelas se enfatiza el respeto a las leyes y el rechazo a cualquier forma de delito asociado a las drogas.
A partir de este enfoque multisectorial, Cuba exhibe una de las tasas más bajas de consumo de drogas en América Latina. Sin embargo, en un contexto global marcado por el aumento del narcotráfico, el sistema educativo junto a otros sectores de la sociedad redoblan esfuerzos para mantener la vigilancia y la educación preventiva, especialmente frente a nuevas amenazas como las drogas sintéticas y los riesgos en entornos digitales.
La prevención en Cuba consiste fundamentalmente en formar ciudadanos conscientes, con proyectos de vida sólidos y comprometidos con el bienestar social. La escuela, junto a la familia y las instituciones, es un pilar esencial en esta labor.
Podcast realizado por estudiantes del Diplomado de Periodismo del Instituto Internacional de Periodismo José Martí .
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