Con la educación vial, ganamos (+Fotos)

“Los almendrones son los dueños de las calles y hacen barbaridades”, “Las mujeres, caramba, ¡no saben manejar!”, “Allá los choferes, son ellos los que tienen que cuidarse y cuidarnos en la calle”.

Frases como esas podemos escuchar a diario y luego de intercambiar con especialistas de la Dirección Nacional de Tránsito, podemos también desmentirlas.

Sí, porque si bien es cierto que abundan los taxis particulares más conocidos como almendrones, y que no siempre transitan con las condiciones técnicas requeridas, las estadísticas de accidentes de tránsito demuestran que son los vehículos que menor participación tienen en estos siniestros.

Los autos modernos, de mayor confort y con un tiempo de explotación de hasta cinco años, sin embargo, están implicados en el 20,2 por ciento de los ocho mil 523 accidentes entre enero y agosto del presente año.

La mayoría de estos vehículos pertenecen al sector estatal, asegura la teniente coronel Teresa Albentosa, jefa del Departamento de Educación Vial de la Dirección Nacional de Tránsito, quien agrega: “Se toma más confianza en la vía a partir del buen estado del vehículo, se exceden los límites de velocidad y protección y tienen lugar mayor cantidad de accidentes”.

¿Los accidentes de tránsito tienen que ver con el sexo de los usuarios de la vía? La respuesta a esta interrogante desmiente también la segunda afirmación, que asocia a las mujeres con incapacidad para conducir. De los 491 fallecidos en el citado período del presente año, solo el 24,2 por ciento son mujeres.

“Aunque a nivel nacional la mayoría de las víctimas de accidentes son choferes, uno de cada tres fallecidos es un peatón, la mayoría personas de 70 años o más que salen a la calle sin compañía”, apunta el teniente coronel Mario Ríos Labrada, jefe de la Dirección Nacional de Tránsito.

En todos los casos, es el factor humano el que condiciona la ocurrencia e incremento de los accidentes de tránsito, afirma la teniente coronel Teresa. “Ahora transitan más vehículos por nuestras calles, pero somos nosotros los responsables de lo que en ellas suceda, a partir de nuestro comportamiento más o menos irresponsable.”

La pérdida del control del vehículo —añade—, el respeto al derecho de vía, el exceso de velocidad y la ingestión de bebidas alcohólicas son, entre otras, las causas principales de los accidentes, cuyas víctimas tienen como promedio entre 20 y 49 años de edad.

“No son pocos los accidentes masivos que ocurren porque los vehículos no tienen las condiciones técnicas requeridas y porque los choferes incumplen las condiciones para transportar pasajeros. También hay insuficiente control administrativo sobre los vehículos en el sector estatal, responsable del 42 por ciento de los accidentes”, sentencia Ríos Labrada.    

“Nuestro trabajo de prevención es permanente y llega a su máxima expresión durante la Jornada Nacional por la Seguridad Vial, que este año será del 3 al 17 de noviembre y una vez más estará dirigida a influir en la conciencia individual y colectiva, a fin de reducir los accidentes y sus fatales consecuencias. En tal sentido, nuestro objetivo estratégico es reducir a cinco la tasa de mortalidad por cada cien mil habitantes, para el año 2020.

“Necesitamos del concurso de todos, no solo en este Decenio de Acción para la Seguridad Vial, sino todo el tiempo. Todos transitamos por la vía y corremos similares riesgos, incluso los peatones. La educación vial desde la familia, la escuela, el centro de trabajo, la comunidad, es vital para un trabajo exitoso. No tenemos otra opción, con la educación vial, ganamos”, aseguró Yania Plá, jefa del grupo permanente de trabajo de la Comisión Nacional de Seguridad Vial.