Una casa, una historia

Quienes han tenido el privilegio de visitar el municipio de Encrucijada, en Villa Clara, seguro se han detenido en la casa marcada con el número 1 en la calle Primera del Este, que aunque data de la década de 1920, aún se conserva tal y como era.

Construida al estilo vernáculo del siglo XX, es de madera y tejas. El piso en el interior es de mosaicos, en el exterior de cemento. Cuenta con portal, 3 cuartos, sala, saleta, comedor, cocina, baño, una carpintería, un cuarto de desahogo y un lavadero. Al lateral de la parte derecha había un patio jardín que incluía árboles frutales y maderables.

La casa es hoy una institución considerada Museo Municipal desde el 29 de mayo de 1983, porque no solo conserva los recuerdos de la familia, sino también los hechos históricos asociados a ellos y la historia del municipio de Encrucijada, desde su fundación hasta la etapa revolucionaria.

Amparo Vila Hernández, técnico museóloga de la institución comenta a Cubahora que el valor histórico del inmueble radica en que en esta casa vivió la familia Santamaría Cuadrado y, por supuesto, nació Abel Santamaría —quien fuera el segundo jefe del movimiento revolucionario que en 1953 asaltó a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y uno de sus principales organizadores—, junto a Haydée Santamaría, donde vivieron desde 1931 hasta 1947, fecha en que Abel parte para La Habana en busca de mejores oportunidades de trabajo, y es cuando conoce a Fidel Castro.

Según refiere la técnico, las investigaciones confirman que aquí —y no en otro lugar como también se ha dicho—, nació Abel el 20 de octubre de 1927, a las 7 de la noche, en el primer cuarto de la vivienda.

Allí se conserva todo lo relacionado a su brillante trayectoria revolucionaria. De cuando comenzó a laborar en la textilera Ariguanabo y después pasa a trabajar en la agencia de autos Pontiac. Es cuando alquila el apartamento, en O y 25, en el Vedado, a principios del año 1952, y trajo a vivir con él a su hermana Haydée.

Actualmente la institución cuenta con tres salas dedicadas a la familia Santamaría Cuadrado, y cinco a la historia del municipio. Además de una de exposiciones transitorias y otra para la realización de actividades.

Las salas dedicadas a la familia atesoran objetos personales tanto de Abel como de Haydée, entre ellos fotos personales de diferentes etapas de sus vidas, y familiares; un juego de muebles de mimbre perteneciente a la joven revolucionaria, dos sillas de madera y una mesa de la época confeccionada por el padre, quien era carpintero; un radio y un reloj de pared perteneciente a la familia, entre otros.

Llama la atención a los visitantes —asegura Vila Hernández— un secreter (objeto para guardar papeles secretos), usado por Haydée, que cuentan era de su abuela, junto a una silla mecedora que fueron donados al Museo luego de la muerte de la revolucionaria.

Actualmente trabajamos —dice— en la búsqueda de otros objetos perteneciente a la familia Santamaría Cuadrado y en particular los correspondientes a Abel y Haydée, como es el caso de un juego de cuartos (localizado) que perteneció al joven y por trabas en la gestión no ha sido posible recuperar.

La figura de Abel, segundo jefe del Movimiento que participó en el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes el 26 de julio de 1953, está tan intensamente ligada a la Revolución, a su historia, a su presente creador, que se hace vital hoy más que nunca conservar su legado.

Cada año el museo convoca al concurso “Abel entre nosotros”, en el cual los estudiantes pueden participar en diferentes manifestaciones artísticas como composición literaria (Historia), poesía, artes plásticas, pintura y dibujo. También se desarrollan eventos científicos, exposiciones, charlas, comentarios y conferencias. Todas relacionadas con la historia de la localidad y la vida de estos dos mártires.

La figura de Abel Santamaría Cuadrado perdurará en todas las generaciones de cubanos, por eso el Museo Casa Natal Abel Santamaría se mantiene estrechamente vinculado a la comunidad. Es visitado no solo por quienes se interesan en conocer la historia de esa familia revolucionaria o la del municipio, sino por quienes además confirman la premisa de que en Encrucijada existe una casa que forma parte indisoluble de la historia de la Revolución, porque allí nació uno de sus hijos.