Vivimos días de gloria en esta fecha de conmemoración de la contundente victoria en las arenas de Playa Girón, hace ahora 61 años. No solo por lo demostrado en aquellas jornadas de combate, en las que en menos de 72 horas se derrotó la brigada mercenaria entrenada y subvencionada por el gobierno de los Estados Unidos, sino porque continuamos inclaudicables por la misma senda emprendida desde el 16 de abril de 1961, cuando Fidel proclamó el carácter socialista de la Revolución.
Rememorar aquellos días de abril de 1961 es recordar sucesos heroicos de un pueblo que decidió dar su vida por mantener lo alcanzado desde el 1.o de enero de 1959, como el caso del joven miliciano Eduardo García, quien moribundo por la metralla del artero ataque enemigo a los aeropuertos cubanos de San Antonio de los Baños, Ciudad Libertad y Santiago de Cuba, el 15 de abril de 1961, escribió con su sangre el nombre de Fidel.
Representa igualmente volver a estar en la esquina de 23 y 12, en el sepelio de las víctimas por los bombardeos mercenarios, y escuchar a Fidel, afirmar: “Esta es la revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes. Y por esta revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida”.
Fecha esa del 16 de abril de 1961 doblemente gloriosa, pues además de proclamarse el socialismo nació el actual Partido Comunista de Cuba, heredero legítimo del Partido Revolucionario de José Martí, de 1892, y del primer partido marxista-leninista fundado por Carlos Baliño y Julio Antonio Mella, en 1925.
Y significa no olvidar los hechos de valentía escenificados en las arenas de Girón, donde el imperialismo y los mercenarios de la Brigada 2506 querían crear una cabeza de playa y proclamar desde allí un gobierno provisional, y lo que consiguieron fue morder el polvo de la derrota.
En Fidel: Días de Girón se recogen en detalle los partes de guerra de esos tres días (17-19 abril de 1961), las órdenes emitidas por el Comandante en Jefe y la comparación que estableció el máximo líder de la Revolución con los derrotados mercenarios:
“¿Cómo se comportaron los mercenarios? Como tenían que comportarse: como ratas, según ha dicho un hombre de pueblo. La Revolución los trató de manera generosa. No porque lo merecieran, sino porque esos son nuestros principios”.
Ahora esos hechos de Girón, de Bahía de Cochinos, como le llaman los enemigos, serán de nuevo utilizados como farsa para desvirtuar la verdad y volver con el sueño imperial de derrotar a la Revolución Cubana, pues, según agencias de noticias, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, se reunirá con la “gusanera” miamense el miércoles 17 de abril y anunciará nuevas medidas contra Cuba.
Sin embargo, esa y cualquier otra maniobra anticubana chocará con el escudo de ideas y convicciones patrióticas de un pueblo que acaba de proclamar una nueva constitución y reafirmado su voluntad de seguir construyendo y perfeccionando el socialismo como sistema socioeconómico.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la clausura de la sesión extraordinaria del Poder Popular, el pasado sábado 13 de abril, afirmó: “La historia nos enseña que cuando hay una estrategia correcta, cuando existe unidad de objetivos y sentido de nación, todos los obstáculos pueden ser derribados. (…) La estrategia es trabajar sin descanso con alternativas, ya diseñadas, sin abandonar ni uno solo de los objetivos planteados en función de un mayor bienestar para nuestro pueblo”.
Bajo ese llamado, convencidos de su certeza, Cuba continuará el camino elegido de manera voluntaria en los días del preludio de la invasión mercenaria.
Y cuando llegue el 19 de abril, por demás, primer aniversario de la designación de Díaz-Canel como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, será momento oportuno para recordar a Fidel, quien al evaluar la dimensión histórica de Girón, significó: “Porque, dígase lo que se diga, a partir de Girón todos los pueblos de América fueron un poco más libres”.
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