Garantizar la defensa de la Patria

Cumplir las órdenes del mando superior, con el fin de garantizar la defensa de la patria, es la principal misión del capitán de corbeta Yoel del Toro Aguilera. La otra, igual de importante, es dirigir a jóvenes oficiales de la Marina de Guerra Revolucionaria y a quienes pasan el servicio militar, por uno o dos años, en la base naval de Cabañas, provincia de Artemisa.

La preparación de los más nuevos —comenta a Cubahora—consiste en lograr que adquieran los conocimientos técnicos necesarios para emplear correctamente el armamento y que estén siempre listos para cumplir las tareas de última hora.

“Uno les aporta día a día la preparación general que los forma como los oficiales que requieren hoy nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias: capaces, exigentes, esforzados... La constante preparación política y combativa es vital en la defensa de la patria”.

Con más de diez años en la Marina, Del Toro es graduado de la Academia Naval Granma, institución docente de nivel superior que forma oficiales de cubierta e ingenieros para distintas especialidades de la Marina de Guerra Revolucionaria, de las Tropas Guardafronteras y otros organismos.

Cuando se graduó, le pidieron quedarse allí como profesor, pero antes de dedicarse a impartir clases decidió poner en práctica todo lo aprendido, en la base naval de Cabañas, con el primer objetivo de convertirse, a sus 24 años, en comandante de una lancha cohetera.

“Ahora que he adquirido mayor experiencia con los barcos, pienso que me sentiría mucho más útil si en un futuro cercano retornara a la academia”.

De lo que significan para él los años que lleva en la Marina de Guerra Revolucionaria, asegura:

“Es lo más grande que me ha pasado. Vivo orgulloso de pertenecer a la Marina porque ha contribuido a mi preparación como revolucionario y como ser humano, y puedo también aportar conocimientos a los jóvenes oficiales, contribuir a su formación y aportarles experiencias. Si volviera a nacer, elegiría nuevamente esta profesión.”

UN POCO DE HISTORIA NAVAL

El 5 de septiembre de 1957, en plena tiranía de Fulgencio Batista, miembros de la Marina de
Guerra del régimen lideraron una rebelión en la ciudad de Cienfuegos, al centro sur de Cuba, con el apoyo masivo del pueblo y del Movimiento Revolucionario 26 de Julio.

El alférez de fragata Dionisio San Román y el alférez de navío Dimas Martínez estuvieron entre quienes perecieron en la acción insurreccional o fueron asesinados por la dictadura, cuyas tropas ametrallaron y bombardearon los barrios, y causaron también numerosos muertos y heridos entre la población civil.

La rebelión no tuvo el éxito esperado por sus protagonistas, pero sí gran repercusión en todo el país, pues por casi 24 horas Cienfuegos estuvo bajo control revolucionario. Además, puso en evidencia las fisuras de la supuesta unidad de las fuerzas armadas de Batista.

Cada año, la Marina de Guerra Revolucionaria celebra ese día el valor de sus hombres, para que no caiga jamás en el olvido el recuerdo de quienes lucharon por la independencia de la patria.

En honor a los caídos en el alzamiento se escogió la fecha para conmemorar el Día de la Marina de Guerra Revolucionaria (MGR), aunque fue en realidad el 3 de agosto de 1963 cuando surgió, con la Revolución ya en el poder, esta entidad militar.