El 1ro de enero de 1959, Fidel desde el Parque Céspedes afirmó: “Al fin hemos llegado a Santiago. Duro y largo ha sido el camino, pero hemos llegado”
Mientras el día 8, tras recorrer victorioso toda Cuba en la Caravana de la Libertad, significó de manera profética desde el polígono de Columbia, hoy Ciudad Libertad: “Creo que es este un momento decisivo de nuestra historia: la tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil”
Dos momentos trascendentes de la Historia de Cuba cuando cuatro siglos de dominio colonial y neocolonial quedaban derrumbados, y la Revolución, que tanta sangre había costado, triunfaba por vez primera.
Fueron días de intensa emoción. Una Caravana de la Libertad con jóvenes barbudos que de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, recorrieron la Isla de Oriente a Occidente, dándole al pueblo de Cuba la tan ansiada esperanza de redención y cambio.
Fidel multiplicó el tiempo para hablar en cada cabecera provincial, y en cuanto sitio tuvo la oportunidad para departir con los miles y miles de cubanas y cubanos que lo vitoreaban en su paso victorioso hacia la capital de la República.
En Santiago de Cuba, alertó: “La Revolución empieza ahora, la Revolución no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros”; al tiempo, que elogiaba la contribución de la ciudad del levantamiento del 30 de noviembre de 1956 al triunfo que acababa de conseguirse: “No se trata de halagar demagógicamente a una localidad determinada, se trata, sencillamente, de que Santiago ha sido el baluarte más firme de la Revolución.”
Luego la Caravana de la Libertad iría a Bayamo adonde arribaría el 2 de enero pasadas las 11 de la noche. En la madrugada del día 3, Fidel les habló a los bayameses desde el Ayuntamiento. Y ese propio día, en Holguín, concedió una entrevista a los enviados de la revista Bohemia.
Fidel casi no duerme en esas horas febriles después de la huída de Batista, en las que el Golpe de Estado organizado desde la embajada de Estados Unidos, pretendía escamotear el triunfo de los rebeldes de la Sierra.
Desde Camagüey, en encendido discurso, ratifica ante el pueblo lo dicho en la Historia me Absolverá, cuando definió el programa de la Revolución, una vez llegada al poder. Así dijo Fidel: “Vamos ahora a lanzar una ofensiva contra la corrupción, contra la inmoralidad, contra el vicio, contra el juego y contra el robo, contra el analfabetismo, contra las enfermedades, contra el hambre”.
El día 5 de enero, elogia los espirituanos en discurso pronunciado desde el Parque Serafín Sánchez: “Si las ciudades valen por lo que valen sus hijos, si las ciudades valen por lo que se han sacrificado en bien de la patria, si las ciudades valen por el espíritu y la moral de sus habitantes, por el fervor de sus hijos, por la fe y el entusiasmo con que defienden una idea, Sancti Spíritus no podía ser una ciudad más”.
El 6 de enero de 1959, entra como nuevo rey mago al Parque Vidal de Santa Clara con el regalo de la libertad a los villaclareños. Desde la sede del Gobierno Provincial, anuncia lo que después sería la Campaña de Alfabetización: “Aquí hay que lanzar un programa de alfabetización. Aquí no debe estar nadie, ningún maestro tranquilo mientras haya un ciudadano que no sepa leer ni escribir, porque es una vergüenza.”
Esa propia noche está la Caravana de la Libertad en Cienfuegos, y el 7 de enero en Matanzas. Fidel está exhausto, pero no desaprovecha la posibilidad de hablarle a los matanceros: “Aún nos queda algo de energía y de voz para saludar al pueblo de Matanzas”, fueron sus primeras palabras, para después significar que a partir de ese momento sería el pueblo quien mandaría en Cuba:
“Ahora pueblo quiere decir algo, porque hacía mucho tiempo que el pueblo no contaba para nada en nuestra patria. Todo el mundo hablaba en nombre del pueblo, todo el mundo se sacrificaba por el pueblo, todo el mundo quería al pueblo, todo el mundo quería el bien del pueblo y todo era hablar de pueblo; pero nadie se acordó nunca del pueblo, ni tuvo en cuenta al pueblo”.
El 8 de enero entró la Caravana en La Habana. Camilo Cienfuegos se le suma desde el Cotorro y al llegar al campamento de Columbia vuelve Fidel a encender al pueblo con su oratoria vibrante. Una paloma blanca se posa en el hombro del joven rebelde, quien necesitado de confirmar sus palabras se voltea hacia el comandante de la eterna sonrisa, y le pregunta ¿Voy bien Camilo? para de inmediato, recibir la confirmación: “Vas bien, Fidel”
Así llegó la Libertad a Cuba en forma de Caravana. Una caravana similar a la se reeditaría casi seis décadas después, también con Fidel al frente, pero ahora en sentido inverso, hacia Oriente, hacia Santiago de Cuba, hacia la Cuna de la Revolución; hacia la inmortalidad...
Fue el momento irrepetible en que el pueblo de Cuba le ratificó a Fidel, al eterno joven rebelde, la disposición a derramar hasta su última gota de sangre y hacer el mayor de los sacrificios por la Revolución.
La misma promesa que le hiciera hace ahora exactamente 59 años.
Maji
9/7/21 17:18
Gracias a todos por este esfuerzo. En memoria de un pasado lindo y ojalá un mejor futuro pronto. Seguro juntos vamos palante parar que los sacrificios y los logros serán siempre defendidos. Gracias Papá Fidel por todo y a todos lo que han y todavía obran para aliviar los sufrimientos que nos imponen La Casa Blanca y sus la
cayos que intentan a cada vez destruir la revolución y sus logros. Pero aquí estámos y quédaremos siempre de pie a defender nuestra patria ósea de dentro como de fuera. Patria o muerte venceremos. Para nosotros siempre 26 hoy mañana como ayer. Nuevamente gracias a ustedes por este esfuerzo. Muy apreciado saludos.
Maji siempre26
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