La travesía que cambió la historia de Cuba inició en Tuxpan, México, el 25 de noviembre de 1956, 81 compañeros liderados por Fidel Castro Ruz a bordo del yate Granma, rumbo a las costas cubanas. El dos de diciembre, siete días después, desembarcaron en una zona de manglares en Las Coloradas, apartado rincón de la actual provincia de Granma.
El trayecto del yate Granma se vio seriamente afectado por un mar tormentoso, fallos mecánicos, sobrepeso y la pérdida de un hombre por la borda, lo que retrasó su llegada a Cuba más allá de la fecha prevista del 30 de noviembre de 1956.
Este retraso impidió la coordinación con el levantamiento armado en Santiago de Cuba, dirigido por Frank País, que había sido organizado para distraer a las fuerzas del régimen batistiano y facilitar el desembarco clandestino.
Al frustrarse el plan de apoyo, los 82 expedicionarios fueron recibidos con una feroz emboscada por el ejército y la aviación de Batista. Tras sufrir bajas significativas en los primeros combates, los sobrevivientes lograron, con gran esfuerzo, reagruparse y alcanzar la Sierra Maestra.
Este núcleo de hombres se convertiría en la base del Ejército Rebelde. Desde estas montañas, llevarían a cabo la guerra de guerrillas que culminaría con el triunfo de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959.
Finalmente, los sobrevivientes de esta travesía formaron el núcleo fundacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), instituidas tras la victoria del triunfo revolucionario por el General de Ejército Raúl Castro, al integrarse las columnas guerrilleras con las milicias populares.
Sesenta y nueve años han transcurrido del desembarco de los expedicionarios del yate Granma y día de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Desde aquel bisoño ejército rebelde, las FAR, han acompañado al pueblo en cada etapa de la revolución consolidándose como firme trinchera en la defensa de la soberanía nacional y garantía de la paz. Los miembros del pueblo uniformado han mantenido como misión esencial combatir al agresor desde los primeros momentos y preservar las conquistas de la Revolución.
Su trayectoria está marcada por la constante búsqueda de la invulnerabilidad militar y el apoyo perenne a las tareas económicas y sociales de carácter estratégico para la dirección del país. La movilización ante la recuperación tras el paso de diversos eventos meteorológicos por la nación constituye ejemplo vivo de esa entrega. El apoyo al restablecimiento de servicios básicos y la protección de la vida de los ciudadanos.
Su presencia en las zonas más afectadas ha sido el compromiso de nuestras Fuerzas Armadas de estar siempre junto al pueblo en defensa de la vida y la tranquilidad ciudadana. Este nuevo aniversario constituye la continuidad histórica de un pueblo que no renuncia a su independencia y que reconoce en sus Fuerzas Armadas el escudo de la soberanía y la garantía de la paz. Desde el desembarco del Granma hasta las más recientes misiones de recuperación, las FAR han estado donde el país las ha necesitado, demostrando que su compromiso con Cuba es permanente y abarcador.
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