Cintio Vitier, nuestro Sol del mundo moral

Hace 103 años, un 25 de septiembre llegaba al mundo quien se convertiría en uno de los principales exponentes de los estudios martianos en Cuba. Nos referimos a Cintio Vitier Bolaños, hijo del destacado intelectual Villareño Medardo Vitier, quien supo inculcar a su hijo desde su nacimiento en Cayo Hueso, Estados Unidos, profundos sentimientos de amor a Cuba y a su Apóstol, José Martí.   

En Cuba, Cintio se vinculó desde su juventud al grupo Orígenes, donde se reunían los jóvenes que posteriormente formarían parte de lo que más brilló de la intelectualidad cubana. Si fuera necesario describir este grupo, sería como un conjunto de amigos nacionalistas, que no dejaron morir la herencia intelectual y cultural de los padres fundadores de la nación y, principalmente el legado del Apóstol.  

Nuestro Cintio siempre se sintió apegado a las doctrinas de Martí, no solo desde la literatura y la política, sino también desde su comportamiento cívico y familiar. De ahí que contrajera matrimonio en 1957 con una martiana de convicción y visión, como lo fue Fina García Marruz, poeta de una fructífera obra, miembro igualmente del grupo Orígenes.

Como Martí, encontró Cintio la pasión en el magisterio, dígase en la Escuela Normal de la Habana, o en cada faceta de su vida intelectual y su espiritualidad. De ahí que según Leonardo Sarría, en un artículo publicado en la Jabalina, bajo el título de Lecciones de Cintio Vitier, asegure que Roberto Fernández Retamar, otro ser de alma martiana, le había confirmado que: Cintio había sido su maestro.

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Tal fue su apego a Cuba, su historia y su cultura que en 1958 renunció a la ciudadanía estadounidense. Tras el triunfo de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959, Cintio comienza a ofrecer su sapiencia y cultura al nuevo proyecto social. En tal sentido realizó diferentes actividades, fundamentalmente relacionadas con el estudio y divulgación de la obra martiana.

No por gusto como escribió Yuris Nórido en el diario Trabajadores recordando las palabras de Retamar, sobre Cintio Vitier que incluso en momentos de incomprensión a su obra, continúo fiel al nuevo proyecto social, de ahí que afirma: Cintio y Fina eran apóstoles del Apóstol. Asimismo la Doctora Marlene Vázquez, directora del  Cetro de Estudios Martianos, lo reconoció como uno de los grandes cubanos del siglo XX, en un ser donde se combinaba la erudición, la sencillez y el humor de un hombre común. (Miguel Terry. Diario el Artemiseño)

Cuba lo honró con el cariño que solo la mayor de las Antillas es capaz de ofrecer y con las principales distinciones que se otorgan en el territorio nacional. Él honró a Cuba con cada día de su vida, marcada por las doctrinas del maestro. De ahí que durante más de diez años en el Centro de Estudios Martianos, estuvo al frente de la Edición Crítica de las Obras Completas de José Martí.  

Su labor literaria se puede dividir en: Poesía, Ensayo, Narrativa, Antologías, Ediciones Críticas, Traducciones y Compilaciones. Pero sobresalen sin duda alguna dos obras que se han convertido en los libros de cabecera de innumerables personalidades, nos referimos a Ese Sol del Mundo Moral publicado en 1975 y Resistencia y Libertad en 1999. Los que son una herramienta imprescindible para explicar la identidad y la espiritualidad del pueblo cubano en su decursar histórico. Demostrando la originalidad y autenticidad del pensamiento latinoamericano.