El vice primer ministro y titular de Economía y Planificación (MEP), Alejandro Gil Fernández, comenzó su comparecencia en la Mesa Redonda comentando acerca de la situación de la economía mundial y cómo impacta en la de Cuba.
Hay un impacto directo de la actual situación por la COVID-19 en la economía mundial. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) hizo una primera previsión para la región que, de un crecimiento inicial de 1.3 %, pasará a una contracción del producto interno bruto de 1.8%.
La Cepal ha alertado que el desempleo se incrementará en 10% en medio de una situación compleja, mientras que el número de pobres alcanzarán los 220 millones de personas, el 35% de la población.
De acuerdo con Gil Fernández, se presenta una situación inusual en las economías internas, pues las ofertas se paralizan, así como las fábricas, las industrias y el transporte. Por otra parte, hay un déficit del ritmo de producción y aumenta la demanda. Los clientes suelen comprar por encima del ritmo habitual, lo que se llama “compras de pánico”.
¿Cómo impacta de manera particular en Cuba? Gil Fernández recordó que nuestro país tiene una economía abierta, en constante intercambio con el mundo mediante exportaciones e importaciones.
Además, se presenta una restricción de ofertas de determinadas importaciones, pues países a los cuales Cuba compra están reduciendo sus ventas o se encuentran paralizados. “El comercio internacional no está teniendo el ritmo habitual”, apuntó.
Al mismo tiempo, se presentan dificultades para el acceso a fuentes de financiamiento externo y de créditos, y la contracción de la economía mundial se refleja en la economía interna. Por tanto, hay una disminución de los niveles productivos del país, del sector estatal y el no estatal, incluida la inversión extranjera.
“Estamos expuestos, al igual que el resto de los países, a un escenario no previsible y al cual hay que responder con una estrategia organizada, no con improvisación, sino con un conjunto de medidas y decisiones que permitan enfrentar esta pandemia con el menor costo económico posible y recuperarnos a la mayor brevedad”, afirmó el ministro cubano de Economía y Planificación.
Uno de los elementos más inciertos es cuánto durará esta situación. “Cuando te enfrentas, por ejemplo, a un huracán, por duro que sea, tienes una apreciación, puedes estimar los costos y el período de recuperación. En la situación actual, tenemos que prepararnos para ver cómo la podemos enfrentar”, dijo el vice primer ministro.
En este caso, el tiempo de duración incorpora un nivel de incertidumbre, y el tema de la economía va más allá de la enfermedad. “Es decir, cuándo habrá un control de la pandemia, cómo impacta en la economía y cómo esta comienza a dar signos de recuperación”.
A este contexto se suma el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE.UU., cuyo Gobierno arreció este año las medidas con el objetivo de ahogar la economía nacional.
“No hay flexibilidad, se mantienen las presiones para que el país acceda a financiamientos”, a lo cual se añade la persecución a compañías y tanqueros para evitar el suministro del combustible a Cuba.
El ministro de Economía y Planificación se refirió a un grupo de fortalezas con que cuenta el país para contrarrestar el escenario que plantea la pandemia, además del sistema de salud gratuito:
- Economía planificada centralmente, que ha sido cuestionada, pero es una fortaleza porque los recursos no son asignados por el mercado ni van a donde estos tengan más rentabilidad. En un escenario como este es una fortaleza adicional, porque permite tomar decisiones en favor del pueblo.
- Soberanía en el manejo de los recursos presupuestarios, lo cual no significa irrespetar los límites establecidos por la política fiscal y monetaria, ni emitir dinero en circulación sin respaldo productivo, etc., pero no rendimos cuentas a ningún organismo internacional, sino al pueblo.
- Política social inclusiva, nadie sobra. Tenemos que sumar a todos para encontrar soluciones en esta situación.
- Experiencia en medidas de ajuste, por ser una economía asediada durante más de 60 años
Sobre la creación del grupo temporal de trabajo y las acciones encaminadas a enfrentar la COVID-19, Gil Fernández aseguró que las medidas son iniciales y se aplican con gradualidad, porque el actual contexto no tiene un período definido.
Esas acciones iniciales se irán incrementando y ajustando en su implementación, apuntó, y agregó que la mayoría de las cuestiones coinciden con las 12 prioridades para el año 2020 y las 40 medidas aprobadas por la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En cuanto a la producción nacional de alimentos, en el contexto actual se va a priorizar la producción agropecuaria con los recursos disponibles (combustibles, fertilizantes y divisas).
Gil Fernández llamó a no confiarse en la situación internacional, pues todo el mundo está bajo una situación excepcional y hay factores que inciden en la esfera económica que no se pueden manejar internamente.
Serán priorizados la agricultura urbana, suburbana y familiar y los cultivos de ciclo corto, y se aprovecharán al máximo los recursos nacionales disponibles para ello.
Dentro de este contexto se destinarán los recursos materiales y financieros prioritariamente a las producciones de arroz, plátano, frijol, maíz, huevos y carne de cerdo, que presentan déficit. “No significa tener abundancia ni satisfacer la demanda en estos renglones, pero sí concentrar los recursos en esos productos básicos para la alimentación del pueblo”.
Igualmente, a la hora de ubicar los recursos se priorizará a los productores que obtengan los mayores rendimientos. “Vamos a respaldarlos con el combustible que haga falta para la agricultura”.
El ministro de Economía y Planificación dijo que se reajustará el plan de combustible, y el correspondiente a un grupo de actividades que se paralizan será reasignado a la agricultura y la zafra.
Añadió que se llevan “a punta de lápiz” las importaciones de productos básicos para la población como el arroz, el trigo y el aceite, así como el maíz y la harina de soya para alimento animal.
Para el mes de abril, por los arribos ya contratados, se garantiza una disponibilidad razonable de tales renglones, y se trabaja en los planes de mayo para ir concretando las posibilidades.
Gil Fernández destacó la pertinencia de potenciar el autoconsumo y las producciones locales, así como de reorientar hacia el comercio –por distintas vías– las producciones e inventarios de actividades que han sido reducidas o paralizadas, como el turismo y la educación.
Para dar una libra de determinado producto por la libreta de abastecimiento a cada persona –explicó el ministro–, hay que disponer de no menos de 5 200 toneladas de ese producto, porque en Cuba hay más de 11 millones de consumidores.
“Lo que seamos capaces de producir, lo distribuiremos lo más equitativamente posible, pero no podemos distribuir lo que no tenemos en disponibilidad”, aclaró.
Por otra parte, el inventario del turismo no alcanza para repartirlo por la canasta familiar normada, porque son niveles totalmente diferentes.
Una de las opiniones reiteradas por la población ha sido la posibilidad de normar los productos de primera necesidad por la libreta, para lograr una distribución equitativa, un tema al que también se refirió el ministro de Economía y Planificación.
Se priorizarán los recursos para cumplir el plan de la economía en las producciones de líneas de aseo, fundamentalmente el jabón, el cloro, el oxígeno medicinal y los medicamentos.
“Van a estar afectadas un grupo de exportaciones, tendremos menos ingresos en divisas, y con lo que tenemos hoy debemos prepararnos para enfrentar este escenario”, dijo Gil Fernández.
Se ajustará el plan de inversiones del país. Aunque su nivel es bajo, se priorizarán los recursos para el consumo. Por tanto, se ralentizarán o disminuirán aquellas inversiones que no se han iniciado o están en fase prematura de ejecución, y tendrán mayor apoyo otras más avanzadas, que pueden concluir este año o el próximo.
En ese sentido, el ministro explicó que se mantendrán y priorizarán algunas inversiones estratégicas en ejecución como las vinculadas con las fuentes renovables de energía, la alimentación del pueblo y la ampliación de la capacidad para producir cemento, clave para el desarrollo del país. No se iniciarán nuevas inversiones.
Otras medidas relacionadas con el sector de los servicios enunciadas por el ministro de Economía y Planificación fueron:
- En el sector del transporte se reordena el balance de cargas y pasajeros ante la disminución de la actividad, para utilizar los equipos más eficientes y paralizar los menos eficientes. “Este período se aprovechará para dar mantenimiento y reponer el parque automotor, además de implementar otras medidas orientadas a crear condiciones para la recuperación”.
- En el turismo, además de reorientar los inventarios, se laborará en la recuperación de las habitaciones de la planta hotelera y la jardinería y otras áreas en las instalaciones turísticas paralizadas.
- En el transporte público se ratifica el uso obligatorio del nasobuco.
- Se suspende temporalmente el despacho de cargas y paquetería enviadas por las personas con carácter comercial y que muchos ciudadanos del resto de las provincias vienen a La Habana a buscar.
“Estamos llamando a la población a evitar los traslados, el tránsito interprovincial. No se aplicarán decomisos o recargos por dejar la carga en los almacenes, hay una moratoria en ese sentido, pero en estos momentos es preferible suspender todo lo que no sea absolutamente imprescindible. Lo más importante es la salud de las personas”.
- Ajuste en el balance de combustibles en el país para priorizar las actividades productivas como la agricultura, la zafra, la producción de alimentos, acero y cemento.
- En cuanto al comercio minorista, se establecerá, dentro de las disponibilidades del país, la venta controlada y regulada en el mes de abril de una nomenclatura de productos alimenticios y de aseo a la población con el objetivo de lograr un acceso más equitativo.
“No todo se podrá poner por la libreta de abastecimiento, pero habrá una combinación de productos racionados y otros liberados pero con regulación. Se trata de una medida en la que todos debemos contribuir, para evitar aglomeraciones. No ir con niños a las tiendas, o a las colas”, fueron cuestiones remarcadas por Gil Fernández.
- Se potencia la reubicación y el trabajo a distancia; la interrupción laboral, como última opción. “El país tiene que producir, pues su vitalidad se logra produciendo, generando riquezas, por lo que se debe buscar, donde sea posible, que las personas trabajen desde sus casas”.
Gil Fernández reiteró algo que fue aclarado en la Mesa Redonda del jueves: En el caso de aquellos que están trabajando desde sus casas, a distancia, no interruptos, se mantiene el estipendio de alimentación, equivalente a 15 pesos o 60 centavos en CUC.
- Implementar medidas de protección a los trabajadores; evitar reuniones, y que estas, si son necesarias, sean reducidas y se mantenga la separación entre las personas.
- Se ha orientado hacer levantamiento de servicios públicos en el país y definir cuáles se pueden suspender temporalmente; solo dejar los absolutamente imprescindibles, con el objetivo de evitar las aglomeraciones. Se tomarán medidas para que ningún trámite caduque y sus plazos se extiendan.
- Se han establecido medidas de apoyo tributario al sector no estatal, ya informadas, como la suspensión de cuotas tributarias y reducción de impuestos.
- En cuanto al sector empresarial estatal, el titular del MEP recordó la modificación implementada a inicios de este año en los sistemas de pago por resultado, la cual establece que para acceder a ese pago se debe tener en cuenta el crecimiento de la utilidad con respecto al año anterior o con respecto al plan del 2020.
Ante el escenario actual, se suspende esta condición; en lo adelante, se pagará donde se generen utilidades. En el caso de las pérdidas, el propósito es reducirlas. “Hay que buscar alternativas; no es interrumpir el personal y ver quién financia esa pérdida. Aquí nadie puede mirar para ‘arriba’. Nuestra reserva, nuestra potencialidad, están en lo que podamos producir nosotros”.
- Las unidades presupuestadas deberán contener los gastos. El ministro aclaró que no se prevé quitar de manera obligatoria el 10 ó 15% del gasto presupuestario. “Llamamos a la racionalidad, porque ese recurso hace falta para cosas priorizadas. Hay que reducir todo lo posible los gastos, hacer lo imprescindible”.
- Por último, hay que vigilar los precios. “No es el momento para incrementar los precios, ni en el sector estatal ni en el no estatal. Se mantendrá el control de precios. No es política del Gobierno subir los precios. Lo dijimos desde septiembre, en medio del arreciamiento del bloqueo.
Gil Fernández acotó que “se mantiene un sistema de control sobre el cumplimiento de las medidas y se evalúan otras, en dependencia de la situación y en respuesta al contexto que estamos enfrentando”.
En otro momento de la Mesa Redonda, la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, explicó que Cuba mantiene la prioridad sobre la canasta familiar normada, un grupo de insumos que cada mes llega a 12 767 bodegas en todo el país. Esos establecimientos le brindan servicio a 3 809 000 núcleos familiares que agrupan a 11 150 000 cubanos.
Según la ministra, las bodegas son ahora mismo entidades priorizadas, porque se encuentran en los barrios y su funcionamiento permite que las personas no se desplacen a grandes distancias.
Significó que una distribución a la población total de una libra de cualquier producto demanda de 5 129 toneladas de ese producto; y para media libra se requieren 2 565 toneladas.
Respecto al registro de consumidores de estos sitios, explicó que distinguen zonas urbanas, cabeceras provinciales o municipales, zonas rurales y aquellos dentro del Plan Turquino.
La ministra confirmó que se mantienen los productos priorizados para algunos grupos etarios, y llamó a buscar alternativas para incrementar otros destinados a las personas mayores de 65 años, uno de los sectores más vulnerables frente al nuevo coronavirus.
“Para el mes de abril está asegurada la canasta familiar normada con todos sus productos", afirmó la titular de Comercio Interior.
Se garantizan los siguientes productos:
Arroz: Se asegura el percápita actual de la canasta familiar normada.
Granos: Se mantienen las 10 onzas normadas de frijol, y se adicionan 10 onzas de chícharo. (En los meses anteriores en varios territorios se había entregado chícharos en lugar de frijol por el déficit de este grano debido a la plaga que atacó la producción nacional).
Pastas Alimenticias: Se distribuirán según programa en las provincias de Artemisa, Granma, Santiago de Cuba y La Habana.
Proteínas: Huevos, embutidos, picadillo y pollo. Todas controladas y reguladas. Se mantienen los percápitas actuales de la canasta familiar normada. Para el Plan Turquino se asegura la carne en conserva hermética.
Se incrementa una libra percápita de pollo para su venta controlada, a precio sin subsidio, o sea a 20.00 cup la libra; a través de las carnicerías.
Aceite: Se mantienen los 250 militros percápitas actuales (media libra)
Sobre los pedidos de la población de colocar los productos en las bodegas y normar su compra con la libreta de abastecimiento, Betsy Díaz explicó que no es una medida posible en su totalidad, porque en algunos casos no existe cobertura de mercancías para llegar a cada persona.
No obstante, confirmó que los productos que no forman parte de la canasta básica serán distribuidos de manera organizada en las 3 482 unidades de la red de Cimex y Tiendas Caribe. Asimismo, recalcó el papel de la población en el combate popular para evitar el acaparamiento y la reventa.
Respecto a las diferencias entre venta controlada y regulada, la ministra explicó que la primera de esas variantes implica anotación en la libreta de abastecimiento y tener definida una cantidad per cápita de distribución.
La segunda modalidad consiste en regular de acuerdo con la disponibilidad de productos y la cantidad a vender por cada persona, lo cual es responsabilidad de las administraciones de los establecimientos.
“Esa última modalidad será la que emplearemos en los mercados. La idea es que exista una tablilla para informar la cantidad de productos que podrá comprar cada persona. Estas mercancías no estarán subsidiadas”, dijo.
Asimismo, se decidió respaldar el abasto de productos como el huevo, la harina o el azúcar para los trabajadores por cuenta propia, teniendo en cuenta que muchos de ellos aportan también a la alimentación del pueblo.
Sobre los cambios en algunas entregas de los alimentos normados, la ministra informó que a través de las carnicerías se incrementará una libra per cápita de pollo, a precio sin subsidios. Además, se asegura el aceite y se incorpora de forma controlada la venta de viandas y hortalizas, siempre buscando que la distribución responda a una cantidad establecida para cada persona.
Otros anuncios fueron la decisión de potenciar la venta de pan, su venta será regulada de acuerdo con la producción. La papa, que ahora es cosechada en varios puntos de Cuba, llegará a todo el país.
Sobre los productos de aseo, Betsy Díaz explicó que las producciones actuales permiten distribuirlos para toda la población. En tal sentido, fueron creados siete módulos que responden a una cantidad para cada núcleo familiar, siempre en dependencia de la cantidad de sus integrantes.
Entre esos insumos se encuentran los jabones de lavar y de baño, la crema dental y la lejía, con la particularidad de que la venta de esta última continuará en los puntos habituales.
“Las cantidades de crema dental y detergente líquido no nos permiten llegar al 100% de las personas. Por tanto, decidimos distribuirlos en períodos de tres meses. En abril estimamos llegar al 33% de nuestros consumidores”, precisó.
Las cantidades mensuales de estos productos serán entregadas a las administraciones de cada provincia, que serán las encargadas de distribuirlas de acuerdo con el estado epidemiológico de los territorios.
Otra de las decisiones anunciadas en la Mesa Redonda tiene que ver con la voluntad de que todo lo que se produzca se venda en el sistema de comercio. Otra medida es que todo sea comercializado en los territorios donde se produzca. En tal sentido, la ministra aseguró que ese autoabastecimiento permitirá incrementar las ofertas a la población.
Sobre la venta de hipoclorito de sodio y lejía de cloro, la titular de Comercio Interior explicó que en solo nueve días se duplicó en el país la cantidad de puntos de venta para estos productos.
“Hoy funcionan 823 establecimientos dedicados a esta función y seguiremos buscando espacios para elevar las ofertas al pueblo. Tenemos la obligación de controlar que cada producto se venda con las concentraciones establecidas”, explicó.
Respecto a la producción de nasobucos, Díaz Velázquez anunció que 171 atelieres asumen esta función. Sus entregas se unen a las de decenas de hombres y mujeres que desde los barrios también aportan a esta tarea.
“Otra cuestión priorizada es la atención a las personas de la tercera edad. Para ellos pretendemos acercar cada vez más los servicios a sus hogares y ya tenemos 1 434 unidades dedicadas a la venta de comidas a domicilio o listas para llevar. Aún nos quedan reservas que tenemos que explotar”, apuntó.
Finalmente, la ministra recalcó que se prorrogan por 180 días las dietas médicas que vencían en los meses de marzo y abril, mientras se extiende por tres meses el registro central comercial que las entidades estatales deben mantener actualizado.
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