Bien lo dice la sabiduría popular: barriga llena, corazón contento; y tal vez esa es una de las premisas por las cuales los polos productivos se han convertido en áreas estratégicas en la oriental provincia de Granma, territorio en el cual la alimentación del pueblo y la sustitución de importaciones son objetivos claves.
Con esa finalidad se potencia desde hace algunos meses la producción de cítricos y plátanos en el polo productivo Jatía-La Yaya, una de las seis áreas fortalecidas para la agricultura en la provincia: cinco dedicadas a cultivos varios en las zonas llanas (Pilón-Media Luna-Niquero, Veguitas, Cautillo-Bejuquero, Cauto La Yaya y Cauto Cristo) y uno de montaña, que abarca los municipios Bartolomé Masó, Buey Arriba y Guisa.
PASITOS PARA UN GRAN PLAN
El territorio prevé rescatar las producciones de cítricos en la zona de Jiguaní, región que cuenta con 32 hectáreas sembradas de diversas variedades, según refirió Diósmedes Guevara Pérez, director de la Empresa Agropecuaria de ese municipio.
“El desarrollo de las plantaciones ha sido un éxito hasta el momento y este es solo el principio de un ambicioso programa que contempla la siembra de mil hectáreas de cítricos, tales como naranja, lima, limón y toronja, intercalados con frutales para contrarrestar las plagas en esa región”, aseguró.
La principal fortaleza de esa área de cultivo es que se encuentra regada con una máquina eléctrica de pivote central, la primera implementada en esas siembras en el país, por lo que constituye un proceso novedoso en constante estudio y supervisión.
Guevara Pérez refirió que en un período de cinco años debe implementarse totalmente la nueva estrategia, y a partir de ese momento se incrementará con la reposición de las plantas.
Si se obtiene un aproximado de 25 toneladas por hectáreas (suma prevista), pues para el año 2030 existirá una producción de 25 000 toneladas de cítricos, sería una cifra con la cual se cuadriplicarían las mayores cantidades recogidas en períodos anteriores.
Entre las acciones que se realizan para proteger las plantaciones se encuentran, además de la supervisión continua, la aplicación de productos biológicos, químicos, saneamiento, y otras implementadas desde la preparación de las posturas.
El director de la Empresa Agropecuaria de Jiguaní destacó que con las cosechas obtenidas de los frutales intercalados se ha podido costear la inversión en la producción de cítricos, por ejemplo, la siembra de frutabomba en uno de los cuadrantes de la finca aportó aproximadamente 18 000 quintales de esa fruta.
Otra de las estrategias para fortalecer el macizo productivo es crear en el territorio las semillas para los patrones, por eso ya se encuentra listo un banco con un aproximado de 14 variedades de las simientes, en las que se incluye desde la tradicional naranja agria hasta otras más sofisticadas.
En el programa diseñado también se implicarán los sectores cooperativos y campesinos, porque dentro de las mil hectáreas compactas que se sembrarán están incluidas varias Cooperativas de Crédito y Servicio, así como Unidades Básicas de Producción Agropecuaria.
Desde que se comenzaron las plantaciones, la idea fue encadenar las producciones a su destino final, o sea, a una industria donde lo procesarán y exportarán al extranjero; la estrategia se mantiene y al menos un 85 por ciento del producto tendrá esa finalidad.
En el proyecto futuro, pero no por eso lejano, unas 500 hectáreas se encontrarán bajo máquinas de riego de pivote, debido a que las condiciones del suelo no permiten implementarlas en todo el territorio, el resto estará cubierto por regadío localizado o de goteo, una modalidad tan sofisticada como la otra.
La Empresa América Libre, ubicada a 20 kilómetros del municipio de Jiguaní, será la encargada del procesamiento, pues cuenta con las condiciones y la capacidad suficiente para moler todas las producciones del macizo de cítricos.
Otro de los destinos será abastecer al turismo, sector al cual se han destinado las primeras frutas obtenidas, por ejemplo, la lima persa, el limón, la toronja y en los próximos meses la naranja; además un porcentaje de lo obtenido tiene como finalidad abastecer a la población.
FUFÚ Y MOGO PARA TODOS
La Empresa Agropecuaria de Jiguaní es una entidad muy diversificada, que como polo productivo tiene entre sus objetivos abastecer al municipio de igual nombre, y a otros territorios, para eso incluye entre sus estrategias la creación también de un macizo platanero.
Actualmente cuentan con 160 hectáreas sembradas de plátano, que junto al cítrico, se potencian a través de diversas tácticas para convertirlos en las principales producciones del polo productivo.
Entre las alternativas para llegar a las 500 ha de plátano se encuentra implementar otros tipos de clones para llegar a esa cifra con una amplia composición varietal que incluya las especies burro, vianda y fruta.
En los campos ya se aprecian las producciones de plátano vianda (en la variedad PV 0630), una de las más demandadas en el mercado por su calidad, y que presenta rendimientos superiores a otras especies, según explicó Guevara Pérez.
Añadió que también se encuentra plantado el cultivo conocido como enano guantanamero, del cual se esperan resultados de aproximadamente 800 quintales por hectárea, cifras muy alentadoras.
Uno de los objetivos principales de esos campos es conseguir las semillas para multiplicar los cultivos.
POLOS PRODUCTIVOS, IDEA CINCO ESTRELLAS
En el polo productivo Jatía-La Yaya, favorecido por las lluvias y el trabajo intenso de los obreros, se han logrado en lo que va de año importantes niveles de producción, los cuales han permitido abastecer a la población del municipio de Jiguaní de forma continua, además de otros territorios, muestra de las capacidades de esas áreas.
Hace tan solo cinco años la Empresa Agropecuaria de Jiguaní tenía ingresos de 1.4 millones de pesos, sin embargo, los resultados hoy alcanzan los 20 millones, cifras que demuestran un salto en la calidad y el trabajo sostenido.
Se está invirtiendo bastante en el desarrollo interno, el mantenimiento de las instalaciones, y la adquisición de tecnología, pero aun así se ven las ganancias.
Entre las claves para obtener esos resultados el directivo resalta la consolidación de un equipo de trabajo, la estimulación a los trabajadores, no solo desde el punto de vista salarial, y la recuperación de los sistemas de riego.
La mayor dificultad que enfrenta el polo productivo es la carencia de fuerza de trabajo, debido a su ubicación alejada de los asentamientos poblacionales, situación contrarrestada con un gran sentido de pertenencia por parte de los trabajadores y la creación de contingentes de apoyo.
Quienes trabajan allí son personas altamente calificadas, entusiastas, y sobre todo con un amplio universo juvenil, asegura Diósmedes Guevara Pérez, algo que favorece el avance sostenido de la empresa.
Criollov
29/8/18 10:46
Hola, interesante artículo. aún se pudiera hablar mucho más, pues las frustraciones de tantas cosas que parecían y no fueron son muchas. Periodista le sugiero actualizar la foto que acompaña el texto, los frutos frescos de nuestra agricultura ni en fotos de estudio se ven así, ja, ja, ja.
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