Yulimar, al infinito y más allá

Yulimar Rojas ha ganado el título mundial en la prueba de triple salto. La tercera corona de su carrera en este tipo de torneo. Lo ha hecho con un salto de 15.74m, que es récord del mundo.

Atrás quedó el 15.43m que había logrado en Madrid, y los 15.67 que nos regaló en Tokio 2020. Inessa Kravets y aquel encantador registro de 15.50m que hizo en el año de nacimiento de Rojas, y que anduvo vigente por un cuarto de siglo, son ahora polvo en el viento.

Es la grandeza de la venezolana, que nos acelera el ritmo cardiaco cada vez que inicia carrera en busca de la tabla. Que nació en Caracas, pero parece haber venido de otro mundo.

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Hoy habría ganado con cualquiera de sus intentos válidos. Todos sobre 15 metros; todos descomunales.

Yulimar Rojas ha nacido para desafiar los límites, y lo está haciendo. Ella va a salta 16 metros. A estas alturas, la locura sería dudarlo.

La ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk se fue hasta lo mejor de su vida y con 14.74m se aseguró la medalla de plata, en tanto la jamaicana Kimberly Williams, con 14.59 m (marca personal indoor), se quedó con el bronce.

Liadagmis Povea fue la mejor ubicada de las cubanas. Se hizo con la quinta posición en una competencia marcada por la estabilidad de su secuencia. En definitiva, 14.45m fue su mejor resultado, habiendo saltado por encima de los 14m en sus seis tentativas. Povea llegó a Belgrado con 14.08m y en la Stark Arena se ha superado.

Leyanis Pérez quedó lejos de sus mejores prestaciones; su salto de 13.99 metros le dejó oncena entre las 16 mujeres que tomaron parte. Diez atletas saltaron por encima de 14m en esta jornada, confirmando el bonito espectáculo que se puede esperar en cada concurso global de esta especialidad.

De esta forma Cuba culmina su participación mundialista con una medalla, el comentado oro de Lázaro Martínez en el triple salto.