¿Cómo empezar a escribir de la quinta medalla de oro ganada este sábado en campeonatos mundiales por el luchador cubano Mijaín López? Hay muchas formas para destacar la proeza que lo consolida como uno de los mejores de la historia. Pero se nos ocurre hacerlo con un refrán: “Cuando el gato no se encuentra, los ratones están de fiesta”. Lo explicaremos...
Cuando el pinareño ganó su segunda medalla de oro en Juegos Olímpicos, los de Londres 2012, la cual unió a la de los de Beijing 2008, decidió tomarse un año de descanso. El objetivo es llegar lo mejor posible a los de Río 2016, en los que espera volver a subir a lo más alto del podio.
Esa estrategia lo llevó a ausentarse del Campeonato Mundial de Budapest 2013, donde se coronó el estonio Heidi Nabi, quien derrotó en la final al turco Riza Kayaalp, del que volveremos a hablar un poquito más adelante.
Pero en su ausencia deben haber sido pocos los que olvidaron sus dos coronas olímpicas. O los títulos en los mundiales de Budapest 2005, Bakú 2007, Herning 2009, Moscú 2010. O las de plata en los de Guangzhou 2006 y Estambul 2011.
El rey, con energía recuperada, y una nueva división creada de los 130 kilogramos del estilo grecorromano, la cual le conviene más que la anterior de los 120, regresó este sábado en Tashkent, Uzbekistán, y… ¡fue invencible!
SU NUEVO ANDAR
En su primer combate derrotó a Murodjon Tuychiev, de Tayikistán, por 10-2, en un duelo en que lo llamativo es que le marcaran dos puntos, porque… ni puntos deja marcarse. Y digo más: fue el único que pudo marcarle, pese a que no posee un expediente muy destacado. Quizás es que Mijaín llevaba mucho tiempo sin enfrentar a rivales del primer nivel mundial.
Luego lo hizo ante Eduard Popp, de Alemania, por 8-0.
Así fue calentando los motores… Ya en cuartos de finales se impuso por 6-0 al iraní Behram Mehdizadeh.
Entonces se colocó a las puertas de una pelea muy difícil, contra el ruso Bilial Makhov, en definitiva dueño de uno de los dos metales bronceados. La pizarra lo dejó ganador con un estrecho y batallado 1-0. Makhov era un librista, con bronce antes en Londres 2012, plata en Estambul 2011, Moscú 2010, Herning 2009 y Bakú 2010. Sí, un rival muy curtido…
Ahí quedó planteado entonces ya otro duelo contra el turco Riza Kayaalp, quien lo venció en la final de Estambul 2011, lo cual dejó a nuestro compatriota masticando rabia durante un año. Así estuvo hasta que pudo desquitarse, y de forma convincente, en una semifinal de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, una especie de final adelantada.
Y esta vez volvió a derrotarlo, con marcador de 2-0… “No me gana más”, me ha dicho varias veces desde Estambul 2011, y la verdad es que lo ha demostrado.
RECORDANDO…
La frase anterior la repitió hace unas semanas en una visita que hicimos al centro de entrenamiento Cerro Pelado, en la que nos describió la realidad actual y el futuro.
“Me estoy preparando lo mejor posible para los Campeonatos Mundiales… Sí, pienso que el turco debe volver a ser el rival más difícil, este año ganó el campeonato europeo”, comentó.
“Vuelvo a decir lo mismo: no me gana más. Yo pasé un año muy difícil, desde Estambul 2011 hasta Londres 2012, por causa de esa derrota. Las personas estaban encima de mí, preguntándome por ese rival, por aquella pelea. Eso ya quedó atrás. Ahora, después de mi descanso, el objetivo es seguir ganando competencias”, indicó.
Entonces lo pinchamos sobre cómo veía sus posibilidades en Tashkent, y sin pensarlo ni dudarlo contestó…“¡Oro!” La verdad es que no solo lo dijo, sino que cumplió.
Ha vuelto el gato, es decir, el rey, y los ratones ya no están de fiesta… Este domingo será la última jornada del mundial, en la que estará sobre los colchones el cubano Ismael Borrero (división de los 59 kilogramos), y es de pensar que se continúe hablando de las siete medallas ganadas por Mijaín López…
Anita
15/9/14 11:45
Felicidades!!!!!
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.