El matancero Ronaldo Almeida es de pocas palabras. Con solo 19 años de edad es uno de los laterales derechos de la preselección nacional de balonmano. Prefiere que hable su compañero Hanser Rodríguez, al que le ve dotes de periodista. No busca los reflectores, pero trasmite mucha seguridad fuera de la cancha.
La energía del colchón la trasladó al tabloncillo, y siempre piensa en grande. Sus compañeros lo molestan con su tamaño, porque cuando comenzó en el deporte era pequeño.
Quizás por eso se fije tanto en un gigantón europeo. Los Juegos Panamericanos Juveniles de Cali serán su segunda prueba de fuego, antes de recalar en el balonmano del Viejo Continente, Cubahora conversó con Ronaldo para conocer detalles de su carrera deportiva.
—¿Cómo fueron tus comienzos en el deporte?
—Llegué tarde al balonmano. Era luchador y en séptimo grado un profesor me vio habilidades. Me sugirió que me pasara a este deporte. Ni sabía que existía, y por curiosidad fui a probar. Y hasta el día de hoy.
—Háblame del Mundial de Naciones Emergentes Georgia 2019
—Ese torneo me aportó mucho como balonmanista, aunque no tuve mucha participación, porque fui muy joven. Había jugadores con más desarrollo deportivo que yo, pero pude captar lo mejor de cada uno.
—Cali 2021: otro reto importante. ¿Cómo ha marchado la preparación?
—Estoy muy orgulloso de formar parte de este equipo. Es joven, pero tenemos muchas ansias de victoria. Hemos entrenado fuerte en el poco tiempo de preparación. Con muchos contratiempos, como la falta de tabloncillo, pero eso no impedirá que el balonmano cubano tenga buenos resultados en Cali. Esa es la mentalidad del grupo.
—¿Que representa para ti un contrato con el Sporting de Portugal, a pesar de tu juventud?
—En primer lugar muy contento por ir a un club con mucha reputación. Y, sobre todo, muy agradecido por la oportunidad que nos ha dado el Sporting a los cubanos, para que sigamos avanzando en este deporte. El objetivo es aumentar nuestro nivel, y también ayudar con nuestra experiencia a los que se queden en Cuba, y que podrán salir a contratos, al igual que nosotros.
—¿Ídolos como jugadores?
—De Cuba, Alexis Borges, que juega en Portugal, y en el mundo, Dainis Kristopnas, un extremo zurdo de Letonia que juega en el PSG, y mide 2,15 metros. Es mi referente en la posición.
—¿Balonmano cubano en este ciclo olímpico?
—Nuestra selección nacional tiene a muchos jugadores jóvenes. Tenemos que trabajar poco a poco sobre las deficiencias. Pero, lo más importante son las ansias de victoria. Creo que podemos soñar con París 2024. El balonmano triunfará en todo lo que viene. Es una deuda pendiente que tenemos con el país.
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