Desconozco qué vocablo utilizarán los psicólogos para denominar a los directores técnicos que siempre buscan ganar todos los títulos en los certámenes de lucha grecorromana. En las peñas deportivas los denominan ambiciosos y consideran esa palabra como una manera de identificarse con su proceder y expresarle su admiración.
Entonces, asimismo podría denominarse a Pedro Vals, principal estratega de la selección nacional de lucha, estilo grecorromano, pues durante un diálogo nunca ofrece margen a otro tipo de actuación:
“Abrimos este cuatrienio con cero medallas en el campeonato mundial de Hungría, porque decidimos probar a jóvenes talentosos. Muy pocos debut han sido color de rosa. En este 2014 cambiaron las cosas, porque clasificamos a los seis muchachos para los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe; y en el Festival Panamericano a cinco para la justa multidisciplinaria continental que acogerá Toronto, Canadá, en 2015”.
“En el mundial de Tashkent, los tres atletas tuvieron actuaciones adecuadas. Mijaín López fue el más destacado al conquistar su quinta corona, pero Ismael Borrero (quinto) y Pablo Shorei (15) ofrecieron demostraciones adecuadas ante rivales de notable aval”, acotó.
Repaso
Vals accedió a repasar la relación competitiva de sus alumnos con los de otros continentes. Después de la desaparición de la Unión Soviética surgieron nuevos estados. “Todos esas selecciones son muy difíciles, pues sus luchadores son capaces y las federaciones le dedican muchos recursos a su preparación. La representación más fuerte es la de Rusia. Le sigue las de Kazajastán y Georgia.
Nuestros gladiadores acuden a situaciones delicadas cuando encuentran en el organigrama de la liza a los procedentes de los países árabes. Vals explicó: “Nos cuesta trabajo ganarle a los iraníes. Son difíciles de batir, porque ganan muchas habilidades al programar, reiteradamente, competencias. Ese es su deporte nacional. Además, los deportistas del primer nivel son exageradamente dedicados”.
Trabajo en el piso
Hace algunos años fue cuestionado el desempeño de los cubanos en el piso durante los combates. Ahora Vals sentencia: “Hemos mejorado mucho a la defensa y por eso nos marcan pocos puntos en la posición de cuatro puntos. De pie es diferente. Enseñamos fortaleza, porque realizamos muchos topes diariamente en casa. Podríamos ser más incisivos. Para ello debemos intercambiar más con los europeos”.
Los CAC
Cuba siempre impuso gran fortaleza en la añeja cita deportiva del área, instaurada en 1926. El estratega aclaró: “Nos favorece el resultado frente a los rivales de América, pese a contar esos colectivos técnicos con técnicos cubanos”
“Ganar todos los cetros en Veracruz es un objetivo, pero no un pronóstico. Lo lógico será liderar las divisiones de 59, 85, 98 y 130. Y obtener la presea de bronce en 66 y 75 kilogramos. Los adversarios más serios procederán de Venezuela, Colombia y los mexicanos por su condición de sede”.
El horizonte
Como todo ser humano, Vals camina por diferentes estadíos emocionales: “Una de mis frustraciones es no poder asistir a las competencias de primer nivel en el Viejo Continente.
“Mi mayor alegría: la clasificación de cinco muchachos para los Juegos Deportivos Panamericanos de Toronto, Canadá”.
“Mijaín será titular en la capital del estado mexicano de Xalapa, pero mi sueño es que alcance una medalla en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en 2016. Esa será una gran satisfacción”, argumentó el técnico.
A modo de despedida, envió un mensaje a la afición cubana: “Esperamos alcanzar también buenos resultados en el presente ciclo. Estamos optimistas. Esa es la caracterización de nuestro país en todas las esferas de la vida”.
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