“Le traigo una noticia buena y otra mala”. Sí, de esa forma se presenta, chispeando humor, el cartero de nuestro popular programa televisivo Vivir del Cuento. Y entonces Pánfilo afina los oídos. Vamos a escribir ya de judo y nos acordamos de ello…
Lo explicaremos todo sin demora: se conoce que unos Juegos Olímpicos, y hace poco terminaron los de Tokio 2020, dejan un montón de tópicos interesantes en el tintero (como se decía antes en el viejo periodismo), o en el disco duro (como se dice ahora).
¿Se imagina el lector?, pensamos que no es difícil con un poco de imaginación, qué le diría el cartero de Pánfilo sí se acercara a un amante del judo que él supiera no pudo estar pendiente de lo ocurrido ahora en la justa nipona? Sí, no es difícil imaginarlo: “Le traigo una noticia buena y otra mala”.
LA BUENA
Vamos a empezar por lo que fue una buena noticia: la grandísima cubana Idalys Ortiz (división de más de 78 kilogramos), de 31 años de edad, se alzó con la medalla de plata a pesar de muchísimas dificultades que debió enfrentar antes de llegar a Tokio.
¡Su cuarta presea en Juegos Olímpicos!
Antes había ganado bronce en Beijing 2008, oro en Londres 2012, plata en Río 2016, y ahora, vamos a repetirlo, plata en Tokio 2020.
Había sufrido en noviembre la pérdida de su padre, a principios de este año ella padeció COVID-19, por lo que se perdió entrenamientos (“solo los pude hacer durante dos meses”), y una competencia como el Campeonato Panamericano, celebrado en abril, en Guadalajara, México.
Pero hay más: Hacía apenas poco más de un mes se fue sin medalla del Campeonato Mundial, en Budapest, Hungría, un quinto lugar desacostumbrado para ella. Y por primera vez en 18 combates previos cedió ante la brasileña María Suelen Altheman.
La conquista de esta medalla de plata ahora en Tokio, única medalla en esta ocasión para Cuba en este deporte, le permitió subir a la cima como nuestra judoca de mejores resultados en Juegos Olímpicos, pues la también grandísima y ya retirada Driulis González tiene una de oro-una de plata-dos de bronce =4.
Quiere decir lo escrito en el párrafo anterior es que la diferencia entre ambas es apenas por el color de uno de los metales: Idalys Ortiz (1-2-1=4) y Driulis González (1-1-2=4), quien es miembro del Salón de la Fama, como lo es también Héctor Rodríguez, nuestro primer campeón, allá en los ya lejanos de Montreal 1976.
CUBA SIGUE SEXTA
Y un dato antes de seguir intentando ippones: antes de Tokio 2021 nuestro país era el sexto mejor en la tabla de medallas en Juegos Olímpicos, con 6-15-16=37. El reajuste tras lo de Idalys Ortiz a 6-16-16=38 nos deja en el mismo escaño.
Los cinco primeros, según la actualización que hicimos con el viejo sistema de a punta de lápiz, son los siguientes: 1.-Japón (57-23-28=108), ganó nueve de los 15 títulos; 2.-Francia (18-16-31=65), 3.-Rusia (12-9-28=49), 4.-Sudcorea (11-18-20=49), 5.-China(8-3-11=22), sin ni siquiera un ascenso al podio esta vez.
¿Quiénes han ganado esas seis medallas de oro?, podrá querer recordar el lector sin que tenga que venir a contárselo el cartero de Pánfilo. Héctor Rodríguez (división de los 63 kilogramos), en los de Montreal 1976; Odalys Revé (66), Barcelona 1992; Driulis González (56), Atlanta 1996; Legna Verdecia (52) y Sibelis Veranes (70), Sídney 2000; Idalys Ortiz (+de 78), Londres 2012.
Bueno… ¿y cuál es la supuesta mala noticia del cartero de Pánfilo? ¡En Tokio 2020 tampoco ningún judoca cubano pudo llegar a lo más alto del podio!
¿Una cábala? Luego de las dos de oro en Sídney 2000 hubo dos ediciones sin coronas (Atenas 2004 y Beijing 2008). Ella le tocó a Idalys Ortiz en Londres 2012. Ahora llevamos dos sin lograrlas (Río 2016 y Tokio 2020). ¿La suerte cambiará en París 2024?
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