La verdad, modestia aparte, es que lo vi, entre otros muchos deportistas, como a media cuadra de distancia. Pero eso, vamos a aclararlo rápido, no es tampoco mucho mérito. Ni que no deba quizás aumentar ya la graduación de mis espejuelos.
¿Cómo no distinguir al luchador cubano Mijaín López, si mide 1.91 metros de estatura, pesa un poquito más de 130 kilogramos, y casi todo el que pasaba por su lado lo saludaba y lo felicitaba? Es, por supuesto, el súper campeón de la división máxima en el estilo grecorromano.
Lo anterior ocurrió a la salida de un acto con la delegación cubana que asistirá a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, México (14 al 30 de noviembre).
Las felicitaciones, como muchos habrán notado, es por ser de nuevo el abanderado de nuestra comitiva a un certamen multideportivo.
Y cuando pasamos por su lado quisimos hacer sin demora una muy pequeña necesaria precisión periodística, la búsqueda del dato exacto, como tanto priorizaba al gran escritor colombiano Gabriel García Márquez: “Sí, es la cuarta vez que me escogen para ser el abanderado”, dijo para los lectores de Cubahora.
“Me siento muy contento. En nuestro país hay muchos deportistas de gran calidad que hubieran podido llevar nuestra enseña nacional”, agregó.
Las otras tres ocasiones en las cuales le tocó tal responsabilidad fueron para los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, y los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y Londres 2012.
¿Hace falta escribir que de todos ellos regresó con las medallas de oro? Casi no. Pero García Márquez lo hubiera recordado.
Y, como a veces al Premio Nobel de Literatura le gustaba exagerar, para deleite de nosotros sus lectores y alumnos, pues quizás hubiera escrito algo más… ¡Qué Mijaín podría ser campeón en Veracruz incluso si le amarraran un brazo a la espalda!
Discúlpeme Gabo, pero desde donde quiera que esté nos sigue inspirando a tratar de vencer el miedo a la pantalla en blanco de la computadora…
APLICANDO LA LÓGICA
Los éxitos del fornido pinareño parecen sacados de una película deportiva.
No estamos recordando solo sus dos coronas olímpicas, ¡lo cual sería más que suficiente para estar toda una vida hablando de eso!
Es que también tiene cinco medallas de oro en campeonatos mundiales, los de Budapest 2005, Bakú 2007, Herning 2009, Moscú 2010 y Tashkent 2014. Y no es todo: dos de plata, en los de Guangzhou 2006 y Estambul 2011.
En esas dos ocasiones, vamos a recordarlo, perdió con dos estelares como el ruso Khassan Baroev, y el turco Riza Kayaalp. Pero la vida le dio la oportunidad de la revancha ante ellos, incluso en Juegos Olímpicos, y lo sucedido sobre los colchones puede haberlos dejado con pesadillas permanentes a la hora de poner la cabeza sobre sus almohadas (¿le habría gustado un poquito este párrafo al Gabo?)
Ha llegado la hora de recordar una curiosidad: a pesar de su extraordinario palmarés, Mijaín López nunca ha ganado unos Juegos Centroamericanos y del Caribe. Vamos… ¡tampoco ha perdido! ¿La explicación? Cuba no asistió a las citas de San Salvador 2002 ni Mayagüez 2010. Y en la de Cartagena 2006 no hubo en su división el número de competidores requerido.
Luego de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, se acogió a un año de semidescanso, para alargar su carrera deportiva hasta los de Río de Janeiro 2016. Volvió a la escena en el mundial de Tashkent 2014. Y pese al año fuera… ¡resultó demoledor!
Como soy optimista confío en su victoria en Río, porque no parece existir un contrario capaz de detenerlo, y menos después de que ya no deberá ajustar su peso a la antigua división de los 120 kilogramos, sino a la actual de los 130.
Y también pienso que si se lee este trabajo no le desagradara. Pero tengo muchísimas dudas en el caso de que lo hubiera podido tan solo ojear Gabriel García Márquez…
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