Luis Enrique Charadán es uno de los mejores árbitros de Cuba. Lo demuestra su designación como el mejor de nuestro deporte en 2021, misma distinción que había conseguido dos años antes.
Y asombra debido a su labor en un deporte tan poco mediático como el bádminton. Pero el jefe de Reglas y Arbitraje de la Federación Cubana y de la Confederación Panamericana de Bádminton ha demostrado su calidad en innumerables escenarios.
Cubahora pudo conversar con el reputado juez, quien ofreció detalles de su carrera.
—¿Cuándo comenzó en el arbitraje?
—Comencé como árbitro en 1995. Ya en 1998 fui invitado a una evaluación para hacerme árbitro continental en un campeonato panamericano juvenil en México. En ese torneo logro la categoría de árbitro panamericano acreditado. Posteriormente, en el año 2000, consigo la categoría de árbitro panamericano certificado, que es la máxima categoría a nivel continental.
—¿En qué radican estas diferencias?
—En el bádminton hay categorías continentales para el área, y categorías internacionales, o sea de nivel mundial. Ya en 2004 logro la categoría mundial. En ese momento se llamaba árbitro IBF por las siglas de la federación internacional (International Badminton Federation), luego en 2006 la federación cambia a Badminton World Federation, por lo que la designación cambia a árbitro BWF. Fui árbitro mundial hasta 2012, que por edad no pude continuar.
—¿Qué otra función cumple dentro del arbitraje, a partir de este momento?
—Paralelo a mi categoría de árbitro mundial, también era referee continental certificado desde el 2006. Y después de retirarme como árbitro, me dedico solamente a ser referee. En el año 2015 logro la categoría de referee mundial. Esto me permite organizar eventos al máximo nivel.
—¿Cuáles son las diferencias entre árbitro y referee?
—El árbitro es el encargado de conducir un partido de bádminton, mientras el referee es el encargado de organizar y dirigir toda la competencia.
—¿Hábleme de su experiencia internacional al máximo nivel?
—He participado en varios eventos importantes, pero los juegos olímpicos han sido los más grandes. Estuve en los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016, en función de juez, mientras en Tokio 2020 estuve en los Juegos Paralímpicos como referee. Un alto honor haber sido seleccionado como referee, ya que el parabádminton debutó en Tokio dentro del programa paralímpico. Y fui uno de los tres referees de la competencia.
—¿Qué representa para usted la designación como el mejor árbitro de Cuba en 2021?
—Realmente es un compromiso. Es un reto para seguir trabajando arduamente por el deporte, tanto dentro de Cuba como fuera del país. Sé que había colegas con muchos méritos, pero los encargados decidieron que fuera yo, y me honra mucho la designación.
—¿Cómo ve el futuro Luis Enrique Charadán?
—En el futuro vienen nuevas competencias, nuevos retos. Continuar trabajando para mejorar el bádminton en el continente, y en la federación mundial, como miembro del comité de oficiales técnicos. Soy el presidente de la comisión de reglas y arbitraje en el continente, lo que me permite ser miembro de esa comisión. Mucho trabajo en la superación, actualización y conducción de torneos en todo el mundo.
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