Con el último envío del relevista Yunieski García, el equipo de Artemisa levantó a más de un seguidor de los asientos del estadio 26 de Julio y de toda la provincia. Por vez primera la joven provincia exhibe una selección campeona en el mundo deportivo y el hecho de haber sido en la estrenada serie nacional de béisbol para menores de 23 años le concede un plusvalor al título.
Los conocidos Cazadores dispusieron 6-0 de los Ganaderos de Camagüey en el tercer juego del play off final, gracias a otra excelente labor del abridor local, Navid Luis Cosme, quien solo permitió un hit (en el primer episodio) en siete entradas de actuación, en tanto del resto se encargaron sus compañeros con el madero en ristre.
Otra vez vimos a unos serpentineros artemiseños muy concentrados, sin guía desde el dogout y con dominio total de la zona de strike, lo cual habla muy bien de la escuela de pitcheo que ha desarrollado esa provincia, cuna de grandes lanzadores como el propio Yadier Pedroso, fallecido en el 2013 en un accidente automovilístico y a quien le dedicaron el triunfo este joven conjunto frente a la gigantografía colocada en el estadio 26 de Julio.
Terminó así un campeonato que, después de años de reclamo, cumplió apenas en parte el propósito inicial. Más de 400 peloteros menores de 23 años pudieron jugar ahora un promedio de 30 desafíos, aunque el sistema por zona no resultó el más idóneo y dejó ver los engaños que puede acarrear, pues las dos selecciones que finalmente discutieron el título terminaron segundas en sus respectivos grupos.
Punto y aparte merece Artemisa, que al mando de Jorge Luis Machado mostró estabilidad y sobre todo, muchas ganas de ganar desde que salieron de la ronda clasificatoria. Ojalá este título, primero de la provincia en un deporte colectivo, se revierta en superar el sexto lugar del pasado año en la Serie Nacional, categoría elite.
Muchos de los jóvenes peloteros campeones de esta lid volverán al terreno en la 54 temporada del clásico nacional desde el 21 de septiembre, bajo el mando de Dany Valdespino, quien declaró al término del partido: “Artemisa vive su mejor momento del béisbol y saldremos por mejorar el sexto puesto de la campaña anterior”.
Un párrafo aparte merece Camagüey, territorio que hacía muchos años no figuraba entre los punteros del béisbol en ninguna categoría y que gracias a estos bisoños oxigena el futuro. El próximo mentor en la Serie Nacional, Esteban Lombillo, también dialogó con la prensa y aseguró que “el segundo lugar en la sub 23 nos compromete a darle al pueblo camagüeyano otro alegrón en la Serie Nacional, al menos clasificar para la segunda fase”.
A las autoridades del béisbol cubano le queda ahora analizar cualitativamente la calidad del joven torneo, necesitado de más vistosidad, de una concepción superior del espectáculo y de mejores dividendos en cuanto a defensa y bateo. Quizás las voces que piden realizarlo simultáneamente con la Serie Nacional (para subir y bajar jugadores) tengan razón, aunque se sacrifique su propia difusión.
De cualquier manera, la Diosa del béisbol para menores de 23 años es hoy Artemisa. Sus peloteros, sus entrenadores y sus seguidores pueden celebrar por una semana, aunque desde ahora todo será más difícil para ellos.
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