DOS DÍAS fatídicos ha vivido la Federación Internacional de Pesas (IWF, por sus siglas en inglés). El martes falleció a los 96 años de edad el austríaco Gottfried Schödl, su presidente honorario; y hoy ha pasado al retiro (y dimitido de su cargo) el veterano mandamás Tamas Ajan.
En un primer comunicado, el ente mundial lamentó el deceso de quien dirigió sus destinos entre los años 1972 y 2000, y de una figura mundial que integra su salón de la fama y mereció la Orden Olímpica.
Hoy han trascendido los primeros resultados de una reunión online de la junta ejecutiva de la IWF, y sobresale la aceptación de la renuncia de Ajan, quien dedicó 43 años al deporte de las alzadas.
«La IWF agradece a Tamas Ajan por más de cuatro décadas de servicio al levantamiento de pesas, y más notablemente por su trabajo en los últimos años para garantizar un programa antidopaje que cumpla con los estándares del Comité Olímpico Internacional (COI) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA)», dijo el presidente interino Ursula Papandrea.
«Ahora podemos comenzar el trabajo de determinar un nuevo camino hacia el logro de todo el potencial de nuestro deporte», agregó el dirigente.
La junta señaló además que una investigación independiente, realizada por el profesor Richard McLaren, está en curso para analizar las acusaciones formuladas hace varias semanas por la televisión alemana ARD.
Esa estación aseguró a inicios de año que la IWF y su presidente Tamas Ajan estaban involucrados en el encubrimiento de sistemas de dopaje y corrupción.
Según ARD, muchos levantadores de primer nivel no fueron controlados regularmente hasta 2017 y algunos federativos antidopajes recibieron dinero para manipular muestras.
La reacción del organismo no se hizo esperar tan temprano como el 7 de enero: «La IWF expresa su conmoción y consternación por el programa, ya que contiene muchas insinuaciones, acusaciones infundadas e información distorsionada, y niega categóricamente las acusaciones sin fundamento y muy serias hechas por el programa».
Al dar a conocer la salida inmediata de Ajan, la IWF publicó sus primeras impresiones: «Ofrecí lo mejor de mi vida a nuestro amado deporte. Cuando las circunstancias de salud relacionadas con la pandemia lo permitan, celebrar elecciones permitirá a una nueva generación comenzar a trabajar lo antes posible para garantizar un futuro brillante para el deporte que amamos».
Ajan, de 81 años de edad, fungió como secretario general de la IWF entre los años 1975 y 2000, cuando asumió su máximo liderazgo. Ese propio año y a lo largo de una década se desempeñó como integrante del COI.
La junta ejecutiva del IWF se mantendrá activa en las venideras jornadas para discutir los ajustes al sistema clasificatorio olímpico, entre otros temas.
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