Era difícil predecir un ganador, los dos equipos habían tenido una buena clasificación y quizás lo más lógico era el empate. Pero cuando Keisuke Honda soltó un trallazo a 100 kilómetros por hora que dejó inmóvil al guardameta Barry, los pronósticos se deshicieron y las apuestas por Japón parecían la única lógica posible.
Con Yaya Touré anulado en el mediocampo, Costa de Marfil tenía el esférico pero no sabía qué hacer con él. Muchos toques verticales y poca profundidad; cuando lograban acercarse al área de Kawashima y crear algún peligro, siempre aparecía la pierna de un defensor o la mala puntería de sus delanteros se hacía patente. En un momento, el dominio africano fue tal y las oportunidades falladas tantas, que se hacía difícil comprender cómo una selección con delanteros de tan alto nivel podía ser tan inefectiva.
Japón apostaba por el contraataque, pero apenas lograba retener el balón en par de jugadas; no obstante, cuando Honda pisó los linderos del área rival, la zaga de los elefantes temblaba; pero en líneas generales, los de Zacharoni no concreatron el plan que debió castigar la infectividad africana.
En el segundo tiempo el panorama no cambió mucho. El técnico italiano dio entrada a Yasuhito Endo, uno de los pilares de este mediocampo en sustitución de Makoto Hasebe, en busca de más profundidad, de un cambio de actitud en su equipo, pero apenas se notó la sustitución. Entonces llegó la sustitución que desequilibró la balanza: Didier Drogba entró al campo. Para muchos era inexplicable la ausencia del delantero en el once titular, pero a fin de cuentas la jugada le salió perfecta al seleccionador Sabri Lamouchi. Más que una reacción en los suyos, la entrada del ex blue infundió terror a los de la tierra del sol naciente.
No pasaron cinco minutos y Costa de Marfil ya había revertido el resultado. Par de cabezazos a centros de Aurier marcaron la diferencia: el primer de Bonny, inalcanzable para Kawashima y el segundo de Gervinho, balón que se tragó el guardameta nipón.
Fue el final del encuentro. De ahí en adelante los africanos se preocuparon más por "robar" tiempo que por aumentar la renta y los japoneses carecían de armas para buscar el empate. Acorralaron a los de Lamouchi en su área, pero no crearon peligro ni ocasiones de gol.
Con esta victoria, Costa de Marfil lo tiene muy fácil para clasificar, mientras que Japón, está obligado a derrotar en sus próximas salidas a Colombia y Grecia, dos tareas bien complicadas si tenemos en cuenta el juego de ambos en el primer partido de la jornada.
Ficha del Partido
2. Costa de Marfil: Boubacar Barry; Serge Aurier, Didier Zokora, Souleymane Bamba, Arthur Boka (Constant Djakpa, m.75); Die Serey (Didier Drogba, m.62), Ismael Tioté; Salomón Kalou, Yaya Touré, Gervinho; y Wilfried Bonny (Konan Ya, m.77). Seleccionador: Sabri Lamouchi.
1.- Japón: Eiji Kawashima; Atsuto Uchida, Masato Morishige, Maya Yoshida, Yuto Nagatomo; Hotaro Yamaguchi, Makoto Hasebe (Yasuhito Endo, m.54); Shinji Okazaki, Keisuke Honda, Shinji Kagawa (Yoichiro Kakitani, m.86); y Yuya Osako (Yoshito Okubo, m.67). Seleccionador: Alberto Zacheroni.
Gol: 0-1, m.15: Honda. 1-1, m.64: Bonny. 2-1, m.66: Gervinho.
Árbitro: El chileno Enrique Osses amonestó a Yoshida, Bamba, Zokora y Morishige.
Incidencias: partido de la primera jornada del grupo C jugado en el estadio Arena Pernambuco, de Recife ante unos 42.000 aficionados.
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