¡Vinieron por lana y salieron trasquilados! Así me comentaron muchos espectadores a la salida del Coliseo capitalino, una vez concluido el match entre Domadores de Cuba y Azerbaijan Baku Fires, por el grupo eliminatorio B de la IV Serie Mundial de Boxeo (WSB, siglas en inglés).
Sin dudas, aludían al triunfo del elenco anfitrión, que presentó sobre el ring a tres jóvenes debutantes, unidos a dos coterráneos de mayor linaje con sus puños.
Pero el pizarrón final les favoreció 3-2 ante un quinteto azerí que, conocedor de esta convocatoria cubana sin sus principales figuras en tres divisiones (52, 60 y +91 kilogramos), pensó «coger mango bajito» y se apreció en La Habana con un conjunto de mayor envergadura.
Para los técnicos cubanos, era necesario que alguno de ese trío inexperto en estas lides-todos fueron medallistas de bronce en el torneo nacional Playa Girón 2013-, se alzara con un triunfo. Y los chicos dieron la cara desde el mismo primer combate, cuando el habanero Leodán Núñez (52 kilogramos), herido incluso en el tercer salto, tiró golpes durante los 15 minutos del combate, no dio ni pidió tregua y venció por 3-0 (49-46, 49-46, 48-47) a Magomed Abdulhamidov.
Y ese éxito de Leodán, trilló el camino del triunfo, pues de ahí en adelante, sucedió todo lo que se esperaba.
«Agradezco a todo el pueblo de la capital que haya llenado el Coliseo para vernos pelear. A pesar de estar herido desde el tercer asalto, siempre fui en busca de mi rival. Yo no podía perder en esta instalación. Sabía que había perdido el cuarto asalto y por eso salí a dar el extra en el quinto. Y lo conseguí», comentó Leodán a Cubahora, tras concluir el combate.
En los pesos ligeros, el también citadino Pablo Vicente Carmona no creyó en el aval de Hurshid Tojibaev y lo fue a buscar todo el tiempo sobre el encerado. Pero el visitante mostró mejor defensa y fue efectivo en la pelea al contraataque. En el asalto final, el azerí estaba cortado en la frente, sangraba mucho y el árbitro debió detener el combate. Pero la merecida votación de 2-1 fue para el azerí: 48-47, 49-46 y 46-49, y el match se igualó 1-1.
No obstante, entre el tercer y el cuarto combates, el monarca olímpico Roniel Iglesias (69) y del recuperado bicampeón mundial Julio César La Cruz, cumplieron con su misión y pasearon la distancia sin grandes contratiempos ante sus respectivos rivales.
Iglesias, quien necesitaba pelear tras haber sido sancionado hace muy poco tiempo, combinó bien su jab de derecha con ganchos y precisos swinnes de izquierda, mantuvo la guardia siempre cerrada y ganó el duelo fácilmente por 3-0 (triple 50-45 ante Yauheni Ramashkevich).
Mientras, La Cruz (81) no creyó en el poco tiempo de preparación que tuvo después de ser intervenido quirúrgicamente, ni en el déficit de talla que tenía el bronce olímpico Teymur Mammadov. Le dio un recital de boxeo, en la corta y media distancia, dada la mayor estatura del oponente.
El camagüeyano es un especialista en el combate de contraataque, pero debió ir al ring con un nuevo diseño de pelea: pegarse más al rival. Y la estrategia funcionó durante todo el pleito, pues las boletas marcaron un triunfo unánime con votaciones de 50-42, 49-43 y 49-45.
Y ese éxito de La Cruz, sentenció el matcha a favor de los Domadores. Finalmente, el supercompleto Arslanbek Makhmudov, con más experiencia, alcance y peso corporal que el granmense Yoandris Maceo, impuso su ley y se llevó el veredicto de los jueces con marcadores de 50-43, 49-45 y 50-44.
De tal forma, queda a los Domadores cubanos una última presentación, que se concretará el próximo 12 de marzo frente a la escuadra de Rusia en las mismas divisiones que ahora pelearon en casa.
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