Debieron sudar copiosamente y apretar el ritmo en los dos últimos combates. Pero a fin de cuentas, los Domadores de Cuba derrotaron con marcador global de 6-5 a Bakú Fires, de Azerbayán, y se agenciaron la corona de la IV Serie Mundial de Boxeo (WSB, siglas en inglés).
En el Centro Olímpico Serhedchi, el trance se decidió en una pelea extra, en los 69 kilogramos, en la cual el subcampeón mundial Arisnoydis Despaigne puso guantes, fuerza y corazón—ese que siempre le sobra a los cubanos—, para imponerse 3-0 (triple 49-46) a Yauheni Ramashkevich.
La pelea llegó igualada 29-28 al cuarto round, en el cual el santiaguero tiró golpes de todo tipo y por todos los ángulos, impuso el ritmo de pelea, e hizo acuciar el cansancio de su oponente.
El match se inició con la esperada derrota de Gerardo Cervantes, por 0-3 (45-50, 45-49, 44-50), ante el experimentado Elvin Mamishzada, quien fue más certero en su golpeo y aprovechó los fallos mostrados por el avileño.
Así se igualaba el match 3-3, pues Cuba había vencido ayer 3-2 en el primer cartel de esta gran final de temporada. Pero luego, el campeón mundial Roniel Iglesias (69), a pesar de no comportarse sobre el ring con su tradicional repertorio de golpes y velocidad para lanzarlos, se deshizo 3-0 (doble 49-46, 48-47) ante Mahamed Nurudzinau.
Después hubo par de victorias consecutivas del cuadro anfitrión. En los pesos ligeros, el titular mundial Albert Selimov se mostró más certero en sus combinaciones, defendió bien y sacó provecho del combate en la riposta ante el doble monarca del orbe Lázaro Álvarez, quien así perdió el invicto en esta WSB. El éxito de Selimov fue por 2-1 (49-46, 48-47 y 47-48).
Más adelante, el mastodonte Arslanbek Makhmudov (+91) fue claramente favorecido por los jueces en su pleito ante José Ángel Larduet. El santiaguero no creyó ni en tamaño ni en peso corporal menor, se pegó en la corta distancia, y conectó los mejores golpes ante un rival desprovisto del más mínimo ABC boxístico. El injusto premio fue un 2-1 (49-46, 48-47, 47-48).
Entonces, con el match favorable 5-4 de forma global a los anfitriones, el bicampeón mundial Julio César La Cruz sentó cátedra y dejó demostrado que, gústele o no al público, es un as de la riposta. Le dio con todo a Mikhail Dauhaliavets y no frenó hasta que los jueces le tributaron cota de 3-0 (triple 50-45).
Así, con la paridad 5-5, la escena quedó lista para la disertación de Despaigne.
Finalmente, los Domadores cerraron la justa con una cosecha de 63 victorias y 18 derrotas. Entonces, a esperar por la V WSB.
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