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viernes, 15 de noviembre de 2024

Del podio tunero y otros ajustes pandémicos en pelota

Junto con la clasificación de los Leñadores se supo que la final será sin refuerzos...

Norland Rosendo González en Exclusivo 05/03/2021
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Las Tunas vs. Santiago de Cuba-Béisbol
Las Tunas a la semifinal, tras conseguir su tercer éxito seguido ante Santiago de Cuba.

Lo que nadie podía imaginar antes de empezar la temporada 60 del béisbol cubano, era que iba a terminar pareciéndose más a aquellas series de 90 juegos con play off y un campeón puro, que a lo previsto, excepcionalmente, para un campeonato signado por el impacto de la COVID-19.

Este jueves se consumó la clasificación de Las Tunas a la semifinal, tras conseguir su tercer éxito seguido ante Santiago de Cuba tras la reanudación el sábado pasado de su serie de cuartos de final, empezada el 26 de enero y con un larguísimo paréntesis por el contagio de varios jugadores indómitos con el SARS-CoV-2.

La victoria aseguró al conjunto de Pablo Civil su cuarto podio en línea y le da además la posibilidad de ir por la revancha ante Matanzas, elenco que en la campaña pasada los doblegó en la semifinal en un duelo entre el campeón vigente de entonces y el que iba a ceñirse la corona.

Sin embargo, no es la única noticia del día en la serie nacional. Casi al mismo tiempo que celebraban los Leñadores su clasificación a la siguiente fase, se confirmaba lo que ya era un secreto a voces: la final se va a jugar sin refuerzos.

El contexto impuesto por la pandemia ya había servido de marco para modificar el reglamento: cero refuerzos para la semifinal, juegos en sedes burbujas, una semifinal antes que concluyera otra de cuartos de final, ajustes de los calendarios, a veces de manera imprevista como el Granma-Pinar del Río anunciado con muy pocas horas antes del play ball, y otros cambios que tuvieron siempre la intención de garantizar que la postemporada pueda concluir sin más contratiempos.

Desde la temporada 52, cuando Villa Clara conquistó su quinta y última corona, los refuerzos han sido protagonistas en todos los campeonatos. Unos tomados en medio de la serie, otros solo para play off, pero hasta ahora hubo blindajes en nueve justas seguidas.

El último campeón puro, léase sin refuerzos, había sido Ciego de Ávila, elenco que empezaba así su historia dorada bajo las riendas de Roger Machado y cuyas dos coronas siguientes lograría también bajo el nuevo formato.

Mucho se ha hablado de los sistemas de competencias empleados durante 60 series nacionales y uno que cuenta con un amplio respaldo es el 90 juegos con play off, pero sin refuerzos, utilizado entre las ediciones 35 y la 51, con algunas modificaciones, pero sin perder las esencias: mucho juego y espectáculo para decidir el campeón.

Ahora quiso la pandemia que se celebrase un torneo de 75 partidos con postemporada desde cuartos de final, y a última hora el propio virus obligó a prescindir del proceso de selección de cuatro refuerzos para, entre otros beneficios, evitar que fuera convocado algún atleta contagiados con el SARS-CoV-2 y que estuviera asintomático.

Al respecto, ya Carlos Martí, timonel de Granma, único equipo clasificado para la final, había declarado a la prensa su opinión al respecto: preferiría jugar sin refuerzos, a pesar de que en los dos campeonatos ganados en el último quinquenio por los Alazanes había gran aporte de ellos.

Quedan en competencia los tres últimos campeones, equipos que nunca han ganado, con esos nombres, sin la valiosísima contribución de los «importados». Ahí tenemos, pues, otra expectativa para este epílogo de la Serie Nacional 60.


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Norland Rosendo González

Vivo de aprender todos los días a contar historias. Ya voy por el prescolar en la escuela de la vida. Me escapo del mundo para ver un juego de béisbol.


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