Si me preguntaran quién es el mayor conocedor del béisbol en esta provincia, no tendría que pensarlo dos veces… Diría que Pablo Darío Cid Wong.
Confío en que no levantaría susceptibilidades entre los excelentes entrenadores del territorio. Con la mayoría he conversado y siempre elogian los conocimientos de mi interlocutor en esta oportunidad, quien tampoco duda al nombrar los hombres que más incidieron en sus conocimientos.
“Tuve la suerte de trabajar con José Miguel Pineda. Creo que nadie lo superaba en saber qué era lo necesario en cada momento. Además, era una persona que se ganaba el respeto y el cariño de los atletas. Puedes preguntarle a cualquiera de los grandes peloteros que estuvieron con él y comprobarás cuánto lo admiraban”, expresó inicialmente.
“Del camagüeyano Roberto “Bebo” Marrero también aprendí mucho y qué decirte de Mario Salas, quien en esta materia fue como un padre para mí. Me ayudó cuando apenas iniciaba en estos trajines. Ahora bien, si de agradecimientos se trata confieso que Armando Arnaiz me enseñó a amar el béisbol y que el trabajo constante en el terreno era lo primordial para aspirar a resultados. No se debe omitir su figura en esta provincia”, agregó.
Darío, quien ha dirigido desde las filas escolares, confiesa que ya no piensa en comandar un equipo: “Es una profesión ingrata, y en Cuba bastante más porque suelen valorarte por los resultados del momento. Ahora me siento muy a gusto en la línea de tercera, eso fue lo primero que hice en el béisbol”.
- ¿Qué te parece el posible equipo avileño para la venidera 60 Serie Nacional?
- Si el cuerpo de serpentineros responde y trabaja para poco menos de cuatro carreras por juego, el balance de victorias y derrotas será favorable y pudiera ubicarse entre los ocho primeros equipos del campeonato.
No es aconsejable renunciar a los veteranos, pero sería conveniente darles mayor participación a las jóvenes figuras. No solo para que se desarrollen, sino para garantizar que los hombres de mayor experiencia lleguen en forma a los play off.
En cuanto a Camagüey, llegará a la lid con la autoestima bien arriba, a lo que debe agregarse el significado de tener un bateador como Yordanis Samón, quien junto a Ayala, Marino Luis y Anderson darán seguridad en el ataque. La afición agramontina no pensará en otra cosa que en el título.
- ¿Terminará su vida profesional en Camagüey?
- Ahora mismo me siento con muchos deseos de trabajar. Vencí, con la ayuda de Dios, de mi familia y las amistades, grandes problemas personales. En Camagüey me han tratado muy bien los directivos del Gobierno y el Partido, los atletas, entrenadores y aficionados. Con Miguel Borroto y Felipe Sarduy tengo una amistad de años, por lo que no me ha sido difícil sentirme bien en el equipo.
Siempre respondo, a quienes preguntan por mis sentimientos cuando se enfrentan Toros y Tigres, que para mí lo importante es la profesionalidad, más allá de los amores por el terruño en que nací.
Cuando salgo al terreno no hay otra idea que ganar con el uniforme que lleve puesto. Me siento realizado en Camagüey, pero no puedo asegurar si mañana estaré o no en otra provincia. Disfruto lo que hago y eso es vital.
JOSE LUIS MILAN
13/7/20 13:02
Dario eres un valiente , conocedor de los secretos del Beibol, mantente asi y siempre seras admirado por todo un pueblo, ya sea de aqui o de alla, eres Beisbol cubano como has sido siempre, seras reconocido donde estes...
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