Un swing devolvió las esperanzas de clasificación al equipo de Cuba en la III Copa del Mundo de Béisbol sub-23. Un palo que surcó todo el campo de juego y lo partió en dos por la mitad, como mismo hizo con el conjunto de Taipéi de China que vio esfumarse así su tercer éxito y no pudo reponerse en el resto de choque del impacto brutal del jonrón de Yuddiel González.
El juego iba por un rumbo parecido al de la jornada de viernes, los nuestros seguían sin anotar carreras, aunque había más contactos fuertes y algunos ajustes servían para elevar la pelota, pero menos de lo que debían ante un pícher que nunca rozó las 90 millas por hora.
Cuatro ceros seguidos y el marcador estaba 0-1. Parecía que esa anotación del inning inicial, cuando el abridor Jonathan Carbó concedió el primero de los tres boletos al hombre proa del lineup asiático y luego admitió doblete remolcador, iba a ser suficiente.
Jonathan se recompuso y aunque su control no era fino, ponchó a seis y caminó hasta el quinto, en que dos rivales entraron en los senderos y hubo que llamar de urgencia al zurdo Naykel Cruz para evitar que el marcador se abriera.
A Naykel le congestionaron los ángulos, pero recetó dos cafés amarguísimos y cerró el plato. En esa misma entrada, se apareció Yuddiel en el home plate en un turno adelantado por un pitcheo salvaje con el que se ponchó Reinaldo Lazaga, quien quedó entonces con vida.
El out tiene que ser out, si no, suceden cosas así: Yuddiel, de un swing, volteó la historia. Definitivamente. Naykel, con ventaja, se volvió más fiero sobre el montículo. De siete outs, cinco fueron por K, y Cuba ganó su juego.
Esa victoria vale doble, o triple. Ahora vienen dos adversarios aparentemente más cómodos: Alemania y República Checa, antes de batirse el martes con República Dominicana en el partido que la lluvia impidió celebrar el jueves pasado, cuando los de la Isla vecina estaban con la mitad de su roster disponible.
Podría ser un duelo de «tú o yo» por un tique a la siguiente ronda, a donde solo avanzan los tres mejores de cada llave. Hasta ahora solo Países Bajos, ubicado en el otro grupo, está descartado con su saldo de 0-3, único elenco que no ha firmado un éxito.
Cuba está de lleno en la pelea por la sobrevida, pero ese éxito no puede nublar la necesidad de hacer ajustes para producir más; la ofensiva sigue siendo paupérrima, y además del palo de vuelta entera de Yuddiel, solo Guillermo García y Geysel Cepeda han logrado más de un jit, tres y dos, respectivamente.
No sería desacertado reorganizar el lineup, que sea más óptimo, Rangel Ramos ligó un doblete ante México, pero ayer se tomó tres ponches, nada bueno para un segundo bate y Rodolexis Moreno tampoco ha mostrado herramientas de primero en la tanda. Yuddiel podría subir al quinto puesto y quitarle responsabilidad a Iván Prieto.
Los dos choques próximos deben servir para esos ajustes, mejorar el enfoque, e incluso probar a Miguel Antonio González en la intermedia.
Esperemos que esta victoria suelte al equipo y juegue más relajado, aunque no temerario como el corring de Geyser Cepeda en el primer inning tratando de robarse la antesala con dos outs y el quinto hombre al bate. Cuando no se batea, esas jugadas pueden costar, y mucho.
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