Tres o cuatro noticias marcaron la semana en el béisbol cubano, empezando por el tercer no hit no run de la temporada, el número 60 en 60 series nacionales, y terminando por la racha de César Prieto, que de tan larga pareciera cada día menos noticiosa.
En medio de todo eso, y con menos elogios del que merece su proeza, Frederich Cepeda le arrebató a Enrique Díaz el liderazgo en el ranking de los jugadores que más se han embasado en los campeonatos nacionales élites y antes de que finalice la campaña será el primer pelotero en llegar 4000 veces a primera base.
Y por si fuera poco, Mayabeque barrió al equipo de Santiago de Cuba en el Guillermón Moncada, y con nueve triunfos en sus diez juegos más recientes sigue media raya por debajo del ecuador de la tabla de posiciones y una unidad por encima del mismísimo Industriales.
En Ciego de Ávila, el mismo día que el mundo no tenía ojos para otra cosa que no fuera llorar con el sepelio de Diego Armando Maradona, un perfecto desconocido de nombre Luis Alberto Marrero colgó los cinco ceros más mediáticos de su carrera.
Con esa breve cadena firmó el tercer juego de cero hit-cero carreras de la actual campaña, segundo propinado por los pitchers avileños, después que Arnaldo Rodríguez le cantara un no-no a Pinar del Río, hito que, sin embargo, no convenció a la afición a la hora de votar por el mejor jugador de esa semana.
Tampoco Noelvis Entenza ganó el premio cuando dejó en cero-cero a Granma, así que ahora nada me asombraría. Pero Luis Alberto sabe que su nombre está asociado a un hecho curioso, el 60 en la 60, y eso es un reconocimiento del destino que va a trascender por los siglos de los siglos.
El choque terminó rápido porque los Tigres cayeron como fieras sobre el pitcheo de los Cazadores y en cinco innings ya tenían 15 de ventaja. Basta de maltrato, dijeron los árbitros, apegados a la regla de (súper) piedad. Hubo batazos de todo tipo, menos el más orgásmico de todos: don jonrón.
Ciego de Ávila completó la limpieza y lleva cuatro éxitos en línea, mientras sus víctimas suman seis derrotas en fila y volvieron al sótano, luego que Guantánamo salvara la honrilla ante el rey Matanzas y permutara el puesto que nadie quiere a los Cazadores de flechas puntigordas.
Pese a la derrota, los Cocodrilos conservaron el primer lugar en la tabla de posiciones, apenas un juego de ventaja sobre Cienfuegos y Granma, que ganaron también sus respectivas subseries, y en el caso de los Alazanes con escobazo incluido.
Los Elefantes arrimaron a su cuenta el duelo con los Cachorros, venciéndolos en las dos últimas presentaciones y con su hombre-marca César Prieto pegando de hits en los tres choques para elevar a 45 un récord que, cómo veo las cosas, parece más fácil estirarlo a que sea cortado. Grande César, pobre el pitcheo.
Granma no creyó en Pablo Luis Guillén, Freddy Asiel Álvarez ni Javier Mirabal, de lo mejor del staff de los Leopardos azucareros que andan desbocados precipicio abajo, con siete fracasos uno detrás del otro y alejándose, definitivamente, añado yo, de la zona de clasificación. El martes, los dirigidos por Carlos Martí habían empezado el pareo liquidando a los villaclareños por súper Ko de 15-0. O sea, hubo dos súper nocaut casi seguidos. Eso por poco habitual, es noticia.
En la subserie de más morbo entre semana, Las Tunas le ganó el pulso a Industriales por 2-1, después de caer en el encuentro del martes por nocaut. Los Leñadores se desquitaron con Carlos Juan Viera el miércoles y este jueves fueron muy superiores a los Leones con dominio del avezado Yoalkis Cruz en apertura de calidad y Danel Castro y los hermanos Alarcón sacudiendo tres imparables cada uno.
Ya Las Tunas aparece empatado en el cuarto puesto y su proyección es hacia arriba, como mismo los Huracanes de Michael González de un momento a otro cruzan la delgadísima línea roja y se asientan en zona de confort con miras a los play off.
Si doblegar a Santiago de Cuba, uno de los equipos más estables en el campeonato, no es asunto sencillo, mucho menos lo es hacerlo tres veces y en el parque indómito. Eso habla elogios de las pretensiones del plantel mayabequense, que con buena defensa y balanceada ofensiva ha estabilizado el paso y muestra herramientas para fabricar carreras en cualquier circunstancia.
Fueron tres días felices para Miguel Borroto, cuyos Toros habían caído en un peligroso slump y al parecer salieron de él jugando con el mismo equipo con el que empezaron: La Isla. Sacaron tres éxitos en cuatro duelos.
Por último, los Gallos doblegaron par de veces a los Gallos espirituanos en terreno neutral del Victoria de Girón, donde el emplumado mayor, Frederich Cepeda estampó su nombre en otra marca del béisbol cubano cuando el miércoles se embasó la vez 3985, y dejó atrás al habanero Enrique Díaz.
En frío el número podría parecer chiquito o grande, depende de la lupa de quien escudriñe, pero que en 60 años nadie haya llegado tantas veces a la inicial lo dice todo. Debieron, en ese momento, abrazarlo sus compañeros y rivales. Y si fue un lapsus aguanten un poquito la fiesta, pues dentro de muy poco, Frederich llegará a 4000 ocasiones que se embase.
Resultados de la subserie:
PRI-SSP (6-1, 1-3, 1-6)
IND-LTU (11-1, 3-4, 1-8)
GRA-VCL (15-0, 8-5, 7-6)
MAY-SCU (7-6, 5-4, 11-4)
MTZ-GTM (11-3, 10-4, 5-8)
CAV-ART (6-3, 7-0, 2-1, 15-0)
CMG-IJV (5-4, 11-0, 10-7, 1-3)
CFG-HOL (2-6, 8-2, 9-8)
Subseries que comienzan el sábado:
ART-SSP (Victoria de Girón de MTZ, sede neutral)
PRI-CAV (José Ramón Cepero)
IND-CMG (Cándido González)
IJV-LTU (Julio Antonio Mella)
VCL-HOL (Calixto García)
CFG-GRA (Mártires de Barbados)
MTZ-SCU (Guillermón Moncada)
MAY-GTM (Nguyen Van Troi)
Tabla de posiciones
EQUIPOS JJ JG JP AVE DIF
MTZ 50 31 19 .620
CFG 50 30 20 .600 1.0
GRA 50 30 20 .600 1.0
LTU 49 28 21 .571 2.5
SSP 49 28 21 .571 2.5
SCU 48 27 21 .563 3.0
CMG 48 27 21 .563 3.0
PRI 47 26 21 .553 3.5
MAY 50 27 23 .540 4.0
IND 50 26 24 .520 5.0
HOL 50 23 27 .460 8.0
VCL 46 21 25 .457 8.0
CAV 47 21 26 .447 8.5
IJV 42 14 28 .333 13.0
GTM 50 15 35 .300 16.0
ART 50 14 36 .280 17.0
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