Irán versus Nigeria. “Los Príncipes de Persia” ante las “Súper Águilas”, y con la única referencia en un amistoso por el lejano 1998, saldado con victoria para los últimos. Aunque, al rodar el balón, no había que ser adivino ni portar una bola mágica para asegurar que, al menos en nuestro suelo, este era el encuentro que menos atención suscitaba entre los amantes al “más universal”. Igual ambas naciones concentraban sus sentidos para comenzar su andar de manera elegante, ya conocedores de lo sucedido entre sus vecinos de grupo, Argentina y Bosnia.
Los primeros minutos tuvieron mayor despliegue ofensivo para los africanos. Conocedores de su potencia física, trasladaron el balón por la bandas, sobre todo por derecha, con trazos verticales que hicieron trabajar a la defensa opositora. Victor Moses, de club inglés Liverpool, era el cabecilla de los intensos ataques en busca de inaugurar el marcador. Uno, dos, tres ocasiones cristalinas, sin cesar, a morir, con la velocidad como premisa pero el infortunio de no concretar.
Pasado el primer cuarto de hora, el panorama continuaba igual: pizarra empatada, Nigeria dominaba la media cancha, embargaba la brazuca pero lucía a la vez menos claridad en la creación. No fue hasta el minuto 34 en que el portero Enyeama, ese que estuvo en la palestra pública gracias a las paradas sobre los disparos de Lionel Messi en su propio continente hace cuatro años, tuvo que volar y tapar una acción rival que tenía papeletas de anotación. Diana que no merecía.
Concluido el prólogo, la novela no encontraba variación, y los protagonistas no modificaban sus libretos. La trama concluía como al salir del camerino.
El epílogo nos deparaba el primer empate de esta incipiente cita ecuménica. Sin ideas los contendientes, callada las tribunas, era lo pensado: aburrimiento en Curitiba. Solo que para este segmento ocurrió un impensado cambio de roles al tener a Irán como guionista y director.
De igual manera, sin penas ni glorias, ya contamos con el primer emparejamiento del evento. Peor aún, sin goles. Nunca llegó el invitado. Paupérrima imagen de Nigeria que demostró estar bien por debajo de Ghana y Costa de Marfil, incluso lució inferior a un Camerún que luchó ante México; mientras que Irán impuso sus reglas: conocer el gigante sudamericano y aprender a bailar samba.
Ficha del Partido
0 - Irán: Haghighi; Montazeri, Hosseini, Sadeghi, Pooladi; Heydari (Masoud Shojaei, m.89), Timotian, Nekounam, Haji Safi; Dejagah (Jahan Bakhsh, m.78) y Reza Ghooichanejhad. Seleccionador: Carlos Queiroz
0 - Nigeria: Enyeama; Ambrose, Oboabona (Yobo, m.29), Omeruo, Oshaniwa; Musa, Mikel, Onazi, Azeez (Odemwingie, m.69), Moses (Ameobi, m.52); y Emenike. Seleccionador: Stephen Keshi
Árbitro: Carlos Vera (ECU). Amonestó a Timotian (m.75)
Incidencias: Partido de la primera jornada del grupo F disputado en el Arena da Baixada de Curitiba ante 38.081 espectadores.
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