Anisley García está lista para su gran "salto”

Anisley García integra desde hace siete años el equipo cubano de clavados y atesora resultados que avalan un talento que desde muy joven comenzó a hacerla “famosa” entre especialistas y seguidores.Sin embargo, este año 2022 puede traer su gran salto, uno que marque el cambio definitivo en su carrera.

La capitalina de 20 años de edad pasará los próximos 12 meses como alumna del centro de entrenamiento que auspicia la Federación Internacional de Natación (Fina) en la ciudad rusa de Kazán.

"Voy con la expectativa de aumentar los grados de dificultad de mis programas y tratar de insertarme y estabilizarme en la élite mundial", dice en un aparte con JIT, tras divulgarse la noticia de su nueva ruta a partir de febrero.

"Con el aplazamiento del campeonato mundial tendré más tiempo para concentrarme en mejorar mi nivel. También para aprovechar y competir en eventos que organicen en el centro u otros lugares", comentó la reina de la plataforma en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018.

Formada en las piscinas de la Ciudad Deportiva habanera por la otrora atleta María Elena Carmuza, a Anisley le conocen más por el sobrenombre de “Tuti”.Hace poco más de un mes alegró a sus seguidores con la conquista de tres medallas en los I Juegos Panamericanos Júnior de Cali 2021.

La Tuti se ha codeado con figuras de la élite desde los 16 años. Ha asistido a grandes premios, copas del mundo y campeonatos del orbe, pero sigue teniendo una deuda inmensa: dos veces ha quedado a las puertas de los juegos olímpicos.

"Eso me lo debo todavía… Por eso mi principal objetivo es competir en París 2024, aunque tengo claro que no se logra en un día ni en un año… Es la suma de todo y para conseguirlo voy a trabajar", acepta muy segura de su meta.

"También sé que estar en Kazán pudiera aportarme mucho. Podré ver cómo es el ritmo de los entrenamientos fuera de mi país y comparar métodos diferentes", acepta convencida de que no será solo al entrenamiento lo que deberá adaptarse… También al idioma, las comidas y otras cosas.

"Esa será la parte más difícil, que afecta más cuando eres tan apegada a la familia, como mi caso, pero son sacrificios necesarios para lograr resultados. Mi mamá y yo estamos convencidas de que será para bien", confiesa con una lógica mezcla de tristeza y alegría.

Pero no será ella la única con sentimientos encontrados, pues su madre Hilda Iris quedará aquí extrañando a su mayor orgullo y a quien no le pierde pie ni pisada desde que decidió dedicarse al clavados.