La marca de autos Volkswagen anuncio oficialmente la semana pasada que había instalado un software que esquivaba los controles medioambientales en 11 millones de vehículos diésel de todo el mundo. Así se destapó la peor crisis de la historia reciente de la VW. El fraude también incluye a Audi, Skoda y Seat, filiales de Volkswagen.
El truco para reducir sus emisiones de gases contaminantes de manera fraudulenta del mayor fabricante de automóviles del mundo ha traído un efecto enorme en las ventas de esta marca, pero a la vez ha afectado la seguridad que representa el “Made in Germany”.
Según el diario El País, el impacto económico para la empresa se cifra inicialmente en un máximo de 18 mil millones de dólares, resultado de una multa máxima de 37 500 dólares por vehículo, aunque expertos consideran poco probable que se aplique una sanción de dichas proporciones.
¿Cómo se desató el escándalo? La agencia medioambiental estadounidense (EPA) acusó a Volkswagende haber hecho trampa al instalar en 482 000 vehículos de Estados Unidos de manera deliberada un programa informático diseñado para evitar los límites a las emisiones de gases contaminantes.
El programa detecta el momento en que el vehículo está siendo sometido a una prueba y disminuye la emisión de gases contaminantes solo en ese momento. Una vez en circulación, los vehículos llegaban a emitir óxidos de nitrógeno (NOx) hasta 40 veces superiores a lo permitido en Estados Unidos. La marca de autos reconoció el error y detuvo la comercializaciónde sus marcas Volkswagen y Audi en este país.
En este contexto, el Departamento de Justicia estadounidense investiga también a Volkswagen para determinar si hay una conducta penal en el escándalo de las emisiones, según Bloomberg.
A pesar de que el fraude se destapó en Estados Unidos, las autoridades europeas sospechan que el fraude es mundial, por lo que franceses y alemanes pidieron una investigación a la Comisión Europea. Este organismo destacó que “hay que llegar al fondo del asunto”, pero es “prematuro establecer medidas de vigilancia inmediatas”.
De igual manera, los ministros de Industria de la Unión Europea debatieron el escándalo en torno al fabricante alemán de autos, indicó la agencia española EFE.
Por su parte, el expresidente de Volkswagen, Martin Winterkorn afirmó que lamentaba “profundamente haber decepcionado a nuestros clientes y a la opinión pública”. Winterkorn dimitió el pasado miércoles después de que el mayor grupo automotor de Europa reconociera que existen once millones de automóviles en todo el mundo con los motores diésel manipulados por la compañía.
Desde Alemania, el Ministerio de Medio Ambiente pidió más información tanto a Volkswagen como a otros fabricantes germanos, aunque precisó que no hay indicios de que otras compañías hayan manipulado las pruebas de emisiones contaminantes.
Según la cadena internacional de noticias alemana Deutsche Welle, la Fiscalía de Braunschweig anunció que investiga al recién dimitido jefe de Volkswagen por su participación en el escándalo de los motores manipulados del grupo automovilístico.
“El objetivo de las diligencias es especialmente la clarificación de las responsabilidades”, aseguró en un comunicado la Oficina Central para Delitos Económicos de la fiscalía de Braunschweig.
De igual forma, las autoridades teutonas exigieron a VW que presente para el 7 de octubre un calendario para subsanar la manipulación de las emisiones de gases contaminantes en sus vehículos, a riesgo de que pierdan en caso de no hacerlo, su homologación.
A propósito, la marca de autos anunció que dotará una provisión de 6 500 millones de euros por las posibles pérdidas. Una cifra que puede quedarse corta a la luz de las últimas revelaciones porque la compañía no se enfrenta tan solo a una multa millonaria, también tendrá que hacer frente a demandas legales.
“MADE IN GERMANY” EN CRISIS
La facturación de la industria del automóvil en Alemania fue en el 2014 de 368 mil millones de euros, un 2 % mayor que la del año anterior. Tres cuartas partes de la producción se exportan. Su importancia para la balanza comercial de Alemania es enorme: vehículos y autopartes fueron en el 2014 los bienes de exportación más importantes. En aquel año, Alemania exportó bienes y servicios por 1.134.000 millones de euros, de los cuales casi el 18 % fueron autos.
Pero, no solo el escándalo afectará la evidente contribución que representa la fabricación de autos a la esfera económica germana, sino que golpea el prestigio de una empresa que equivale al sello “Made in Germany”.
Analistas comentan del riesgo de que el juego sucio de Volkswagen acabe contagiando al sector automotriz, fundamental para la primera economía del euro. Uno de cada siete empleos en Alemania está relacionado directa o indirectamente con la industria del automóvil.
Para el editorialista Ulf Poschardt en una columna del diario conservador Die Welt, “la gente de Wolfsburgo (sede de la firma, en el norte de Alemania) representaba un ideal de la ingeniería alemana (...). Esa imagen quedó rayada y abollada. Como mínimo”.
Por su parte, el analista del sector automotor Ferdinand Dudenhöffer, interrogado por la AFP, señaló que VW, que posee doce marcas y emplea a 590 000 operarios en todo el mundo, “es la mayor empresa alemana y una empresa ejemplar. Nadie hubiera imaginado que pudiese mentir”, agrega el experto, que teme que un manto de sospechas se extienda ahora a otros fabricantes como Daimler y BMW y a proveedores de equipos como Bosch y Continental.
DeViL
8/10/15 22:53
Muy bueno el articulo... y muy linda la escritora jaja
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