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sábado, 16 de noviembre de 2024

Venezuela deja atrás la OEA

Digna postura ante ataques injerencistas...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 28/04/2017
4 comentarios
Venezuela se retira de la OEA
Tras nuevas intentonas injerencistas, la determinación venezolana de salir de la OEA es un golpe contundente a los planes imperiales.

Venezuela solicitó su salida de la Organización de Estados Americanas (OEA) este jueves, luego de una cruenta batalla por su soberanía en el seno de una institución que responde a los intereses de Estados Unidos e intenta derrocar a la Revolución Bolivariana mediante una intervención militar foránea.

Es la primera vez en la historia de ese mecanismo, fundado en 1948, que uno de sus miembros pide su retiro por considerar a ese bloque una amenaza contra su legítimo gobierno, al cual injuria, fustiga, y pretende tutelar con viejas mañas colonialistas dirigidas por la Casa Blanca.

El anuncio, realizado el pasado miércoles por el presidente Nicolás Maduro y confirmado por su canciller Delcy Rodríguez hace unas horas, constituye una digna respuesta a los movimientos intervencionistas del secretario general de la OEA, Luis Almagro, y sus compinches de la región contra la Revolución Bolivariana.

El único antecedente de una salida de la OEA ocurrió en 1962, cuando en el contexto de la llamada Guerra Fría Cuba fue expulsada por órdenes de Washington, una medida derogada en 2009. Las autoridades cubanas no aceptaron entonces el retorno a ese bloque dirigido de manera pública por Estados Unidos.

A pocas horas de conocerse la determinación de Caracas, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba emitió una solidaria declaración con el gobierno venezolano y afirmó que: “Es tiempo ya de reconocer que la OEA resulta incompatible con las necesidades más acuciantes de los pueblos de América Latina y el Caribe. Es incapaz de representar sus valores e intereses. Impuso un falso credo democrático, responsable de la muerte de cientos de miles de latinoamericanos y caribeños y de la pobreza y exclusión de millones”.

En una de sus partes, confirmó: “Cuba ratifica su firme compromiso de acompañar a Venezuela y la posición digna, valiente y constructiva del presidente Nicolás Maduro al frente de la Revolución Bolivariana. Expresamos nuestro apoyo y solidaridad al pueblo y gobierno venezolanos en este nuevo capítulo de resistencia y dignidad, convencidos de lo mucho que nos queda por batallar para alcanzar la unidad y mantener vigentes los fundamentos de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada en 2014”.

PASO GIGANTE DE VENEZUELA

“He dado un paso gigante para romper con el intervencionismo imperial”, expresó el mandatario venezolano luego de que su país enfrentara, con valor y réplica diplomática constante las burdas agresiones de la llamada por el excanciller cubano Raúl Roa “Ministerio de colonias”.

“Ya basta de abusos intervencionistas y violación de la legalidad, Venezuela es la cuna de los Libertadores y la haremos respetar”, precisó el dignatario en su cuenta en Twitter, luego de nuevas maniobras contra la soberanía venezolana.

La canciller Rodríguez abundó sobre las nuevas acciones, por lo cual se iniciará el retiro definitivo de Venezuela, según informó la televisión venezolana.

En sus declaraciones, la ministra dijo: “Detrás de este cónclave y coalición de Gobiernos se pretende intervenir y tutelar a nuestro país. ¿Será que esta organización no tiene ojos para mirar las violaciones masivas de los derechos humanos que lidera EE. UU.? ¿La OEA no tiene nada que decir sobre Argentina, México, Brasil y Colombia?”.

El anuncio ocurrió en Caracas luego de la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, el pasado miércoles, en que fuera aprobada por 19 países a favor, 10 en contra, cuatro abstenciones y una ausencia, la convocatoria a otra reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de esa entidad para “debatir la situación actual de Venezuela”.

OPOSICIÓN AL DIÁLOGO

Las acciones emprendidas por Almagro y sus aliados están en contra de lo establecido en la Carta rectora del mecanismo regional, la cual establece la no intervención en los asuntos internos de ninguno de los 34 Estados miembros.

Maduro, quien trata de encontrar una solución negociada a los problemas internos de su país mediante el diálogo con las fuerzas derechistas, títeres también de las órdenes de Washington, pidió “la comprensión y la solidaridad de los pueblos de nuestra América y del mundo para derrotar el plan intervencionista” contra su país, el quinto exportador de petróleo a nivel mundial, codiciado por los intereses de los grandes capitales mundiales.

Los opositores —a pesar de la interdicción de los ex presidentes de España, República Dominicana y Panamá, y el llamado del Papa Francisco, quien envió un representante personal a Venezuela— no aceptan las conversaciones porque ello significaría, principalmente, atenerse a las reglas del juego democrático, y lo que desean es terminar con el proceso revolucionario de manera rápida, contundente, con violencia y muerte.

Si la derecha adoptara una actitud conciliatoria estaría perdida, pues tendría que aceptar las normas y reglas acordadas con el gobierno, y lo que es más importante, abriría canales de entendimiento y colaboración entre poderes y grupos políticos.

DEMORA EN SALIR DE LA OEA

Para algunos analistas, el gobierno de Caracas demoró en pedir la salida de la OEA, una entidad caduca y dependiente, en la que un grupo de naciones intenta complacer a Washington con el quiebre de la democracia y la institucionalidad de un país hermano y soberano.

La cabeza visible de este plan regional para derrocar a la Revolución Bolivariana es un traidor uruguayo que resultó electo para liderar la OEA el 18 de marzo del 2015 con 33 votos a favor y solo una abstención. Quienes lo respaldaron tenían la esperanza de que Luis Almagro no renovara la antigua fase colonialista de la OEA, dada las nuevas condiciones de unidad regional.

Este político comprado por la Casa Blanca parecía prestar un solidario servicio a los gobiernos progresistas desde su posición de canciller del gobierno del revolucionario José “Pepe” Mujica, quien lo propuso para dirigir la OEA, acción que lamentó como “un gran error”.

Las primeras señales las envió Almagro cuando cuatro meses después de ocupar su silla sostuvo una reunión con el líder opositor venezolano Henrique Capriles, tres veces derrotado en las urnas, primero por Hugo Chávez y luego por Maduro, sucesor del fundador de la Revolución Bolivariana.

La visita de Capriles —luego seguirían las de otros contrarrevolucionarios— tenía como propósito que la OEA enviara una comisión propia para darle acompañamiento a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, ganadas luego por la derecha.

CONSPIRACIÓN ABIERTA

Almagro disfruta escribiendo sus mentiras. Ha elaborado varios documentos firmados por él contra el gobierno soberano de Maduro, entre ellos uno del 10 de noviembre del 2015, que en 18 páginas expresa sus dudas sobre las garantías que el Consejo Nacional Electoral ofrecía a las elecciones legislativas.

El enemigo quedó rápidamente al descubierto, y no paró más hasta el actual desenlace, demostrativo de la dignidad de Maduro y su gabinete, en nombre del pueblo revolucionario de ese país de 32 millones de habitantes.

Este individuo, que supo arroparse bajo la piel de un revolucionario de mente unitaria e integracionista, fue de los primeros en felicitar a la nueva Asamblea Nacional opositora, olvidando que muchos de sus miembros fomentaron la violencia del 2014, en el llamado plan La Salida, que también pretendía sacar a Maduro de Miraflores. El saldo fue de 43 fallecidos y centenares de heridos.

SIGUE LA INTROMISIÓN DE LA OEA

Desde que asumió, Almagro no dejó de atacar, de una u otra manera, al gobierno de Caracas que, hasta hoy, mantiene una política conciliadora con los líderes opositores para evitar un mayor derramamiento de sangre. La violencia derechista en las últimas semanas cobró 27 vidas y decenas de heridos.

Apenas comenzó el 2016, cuando en un gesto de arrogancia y en violación de las leyes, la Asamblea Nacional derechista juramentó tres diputados elegidos de manera irregular en el departamento Amazonas, y fue declarada en desacato por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

En un engrasado plan para determinar los momentos precisos de arremeter contra el gobierno —bajo el látigo de una sucia guerra económica, mediática y psicológica—, el 12 de enero Almagro metió de nuevo sus narices y envió a Maduro una irrespetuosa misiva en la que juzga las decisiones del TSJ.

Almagro ha utilizado distintos argumentos para intervenir en la tierra de Chávez y Bolívar. En una de sus tantas demostraciones de irrespeto le exigió al mandatario que firmara una Ley de Amnistía elaborada por el ilegal Parlamento para liberar a ciudadanos opositores que cumplen condena, tras juicios justos, por ser los instigadores de la violencia en el 2014.

Delegados de partidos conservadores visitaron la OEA, y a su salida Almagro anuncia que estudiará la aplicación de la Carta Democrática de ese bloque a Venezuela, con el fin de aislarla del resto del continente y dejarle libre el camino a una intervención armada.

En abril pasado, de manera urgente, y para tratar de frenar la escalada de violencia que se cierne sobre Venezuela, la canciller Delcy Rodríguez solicitó y se realizó una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la organización, en la cual la diplomática rechazó las intenciones públicas del Secretario General de aplicar a su país la Carta Democrática, quebrantando los estatutos internos de la institución. La pauta oficial fue derrotada, pues el Secretario General violó los estatutos que rigen la vida interna de la institución.

Tras nuevas intentonas injerencistas, la determinación venezolana de salir de la OEA —donde hay también naciones libres y solidarias— es un golpe contundente a los planes imperiales. Estados Unidos, Almagro y sus compinches de turno no comprenden que Maduro y su gabinete nunca dimitirán ni entregarán el país pacíficamente. Les queda una opción: o sacan por la fuerza a Maduro, con el baño de sangre en que sumirían al país y a ellos mismos, o tendrán que esperar a las elecciones legales del 2018, cuando habrá una medición de fuerzas en las urnas.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista

Se han publicado 4 comentarios


senelio ceballos
 29/4/17 13:47

Venozolanos..Cuba sobre - vivio sin la OEA muchos annos...Uds sobreviviran si  trabajan con inteligencia.....Pero una guerra civil seria una....carta en bandeja de plata para los contrarios al proceso bolivoriano y para una posible intervencion extranjera apoyada por la OEA... ....

senelio ceballos
 28/4/17 13:36

O.E.A......MINISTERIOS DE COLONIAS AMERICANAS....En diferentes paises tenemos muchas  bases militares gringas...PARA QUE?....Con que objetivo estan alli?.....PARA GARANTIZAR LA PAZ EN ESOS PAISES?...por lo que vemos los cubanos y los balticos hicieron mas por la PAZ en Colombia  que sus 7 bases llenas de soldados y oficiales de la CIA....Entonces para que estan en esos paises....Par la lucha contra  los narcoticos.....Demostrado esta que cuando menos bases habian...menos narcoticos traficaban...Otro Ej...Desde afganistan despues  que las tropas de EU-OTAN...Entraron a ese pais la exportaciones de narcoticos hacia europa ha aumentado de  5-6 veces mas segun oficiales de lucha contra narcotico dijeron ayer en conferencia sobre el TEMA que presidio Putin.....Hoy mas de 5 millones de jovenes rusos lo usan ....Entre ellos  2,5  millones estan fichados como ENFERMOS dijo...Un medico-militar...Cuantos tenemos en A.L?.....ENTONCES..En conclusion..PARA QUE SIRVE LA OEA...o a quien sirve?..... Cuba vivio sin OEA muchos annos y venezuela tambien sobrevivira..Si saben  trabajar con inteligencia..El guajiro cubano-ruso

Ulises
 28/4/17 10:12

comparto totalmente tu criterio Javier, ojalá y otros estados de nuestra querida America Latina imiten esta desicion.

Javier Nd
 28/4/17 9:24

Felicidades venzolanos apartir de ahora seran un poco más libres 

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