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sábado, 16 de noviembre de 2024

Venezolanos protestan contra injerencia extranjera

El pueblo revolucionario está en las calles con Maduro...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 26/03/2017
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Movilización-defensa de la Patria y la soberanía nacional
Gigantesca movilización, “en defensa de la Patria y la soberanía nacional”.

El pueblo de Venezuela está de nuevo este domingo en las calles en rechazo a las políticas injerencistas de Estados Unidos y sus brazos ejecutores: la Organización de Estados Americanos (OEA) y la derecha interna opositora que intentan, a pesar de su bajo prestigio, derrocar al gobierno legítimo de Nicolás Maduro.

La gigantesca movilización, convocada por Maduro a principios de esta semana, “en defensa de la Patria y la soberanía nacional” coincide con el 23 aniversario de la salida de la cárcel de San Francisco de Yare del fallecido Comandante Hugo Chávez Frías, luego de sufrir condena por alzarse contra el régimen de Carlos Andrés Pérez el 24 de febrero de 1992.

El mandatario, heredero político del líder de la Revolución Bolivariana, llamó una vez más a la unión del pueblo revolucionario frente a la conducta de la derecha que pide una intervención militar en el país, el quinto exportador de petróleo a nivel mundial y símbolo de los gobiernos progresistas en América Latina.

Derrocar a la Revolución y al gobierno que construye el llamado Socialismo del Siglo XXI significaría un atraso de décadas para el desarrollo de la sociedad venezolana y el retorno del país a la desesperanza, la misma que causó la rebeldía de Chávez y un grupo de militares leales a la Constitución Nacional.

Analistas de la situación venezolana coinciden en que en las últimas semanas el proceso político iniciado por el presidente bolivariano cuando ganó las elecciones en 1998 es criminalizado por distintos enemigos políticos, entre ellos el Departamento de Estado de Estados Unidos, que coordina con sus aliados en la región una intervención en la nación suramericana.

El pasado martes, el presidente Maduro denunció que  el país norteño “tiene activadas todas sus embajadas, (…), (…) tiene activado todos sus embajadores particularmente en América Latina y El Caribe, (...) presionando a todos los gobiernos (...) para que apoyen una intervención global contra Venezuela”.

En una reunión del Consejo de Ministros transmitida por Venezolana de Televisión, advirtió sobre “ejes de poder económico” que en Miami agrupan a distintas fuerzas conservadoras configuradoras de una intervención contra la soberanía nacional, precisó Maduro.

Para el presidente y el pueblo que le apoya, —y de ahí la movilización de este domingo— está claro que los magnates que financian a la derecha nacional desde territorio norteamericano solicitan a Washington “de manera insensata e irracional”, dijo, la intrusión del gobierno del controvertido dignatario Donald Trump.

En fecha reciente, en una audiencia titulada “Venezuela: opciones para la política estadounidense” el Comité de Asuntos Exteriores del Senado norteño aprobó por unanimidad una Resolución en la que urge a la liberación inmediata de los presos de la oposición —condenados por incitar a acciones violentas en 2014 con saldo de 40 muertos— en tanto expresa “su preocupación por la situación política, económica y social y de crisis humanitaria” en la soberana nación.

Sobre el acuerdo injerencista se expresaron varios senadores, entre ellos el republicano Marcos Rubio, jefe del subcomité de Asuntos Exteriores en el Hemisferio Occidental, quien manifestó que “Estados Unidos debe seguir apoyando al pueblo venezolano, y creo se puede trabajar con el gobierno de Trump para implementar completamente el decreto para la defensa de los derechos humanos y de la sociedad civil en Venezuela. Los miembros del gobierno que rompan la ley y violen los derechos de los ciudadanos venezolanos deben ser llevados ante la justicia”.

El documento también reafirma su apoyo al secretario general de la OEA, Luis Almagro, considerado en medios políticos de izquierda como un traidor a sus principios, quien presentó hace unos días un informe de 75 páginas en las que solicita la aplicación a Caracas de la Carta Democrática para separarla de ese mecanismo dirigido por Washington y lanzar una intervención directa.

Tal posibilidad está implícita en la Orden Ejecutiva firmada hace dos años por el exmandatario Barack Obama cuando declaró a Venezuela “una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional”, lo cual le permitiría hollar en son de guerra el territorio suramericano.

No solo los republicanos quieren agitar las banderas de la confrontación contra el gobierno venezolano. El senador demócrata Ben Cardin, miembro del Comité de Asuntos Exteriores y principal animador de la Resolución, afirmó que  “Nuestra medida manda una clara señal al señor Maduro y pone de manifiesto que él debe urgentemente permitir el apoyo internacional humanitario que permita proteger y salvar las vidas venezolanas. De igual forma llamamos al gobierno venezolano a que dé pasos, que ya debieron haberse tomado, para atacar problemas como la corrupción y criminalidad, asegurar los derechos humanos en el país, liberar presos políticos y restaurar el respeto por la Constitución venezolana”.

En uno de sus párrafos, el texto expresa también la ironía de considerar que Venezuela tiene “una situación humanitaria sin precedentes”, sin mencionar los continuos ataques de la oposición de derecha, a la que Estados Unidos financia, organiza y dirige, causantes del acaparamiento mercantil y equipamientos básicos como medicinas, la guerra mediática y psicológica contra la población. Situaciones creadas con el fin de desestabilizar al gobierno chavista y derrocar a Maduro.

Por la defensa de su soberanía y de los programas económicos y sociales puestos en marcha por la Revolución Bolivariana es que este domingo los venezolanos se unen en las calles junto a los militares continuadores de las ideas del Comandante Chávez para demostrarle al mundo que la nación de Simón Bolívar está dispuesta a luchar contra los neofascistas imperiales.

Quizás en ningún otro momento la solidaria Venezuela esté en mayor peligro que ahora, cuando el pensamiento conservador trata de imponer una triangulación perfecta: guerra sucia a lo interno con la derecha a la cabeza, aislamiento del país a través de la OEA, e intervención de Estados Unidos —no será la primera vez ni la última que lo haga— por las llamadas razones humanitarias.

Estados Unidos olvida, al parecer, que América Latina y El Caribe ya no es un bloque aliado de sus políticas. La oleada progresista y revolucionaria ha creado mecanismos unitarios en defensa de sus miembros.

Para detener la zarpa amenazante del gigante norteño están miles y miles de personas organizados en movimientos sociales y políticos, no solo en esta región sino en numerosos países de Europa, Asia, África e incluso en territorio norteamericano; están los bloques indisolubles de la Unión de Naciones Suramericanas, la Asociación de Estados del Caribe, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), entre otros, y la inmensidad de los pueblos que tampoco le fallarán a Chávez y Bolívar.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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